Ejemplos con caparazón

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Las escamas hexagonales en forma de placa de estos peces están fusionados para formar un caparazón sólido, triangular y en forma de caja, a partir del cual sobresalen las aletas y la cola.
Su caparazón blindado es capaz de soportar grandes impactos, mientras que su armamento puede arrasar ciudades enteras.
La técnica consiste en esperar a que el caracol esté en reposo para atarlo a la hoja en la que se encuentra, y luego devorar su carne hasta dejar la caparazón totalmente vacía.
Otro estómago con ciertas diferencias es el de los osos hormigueros, que presenta un saco que recuerda a la molleja de las aves, en las que el caparazón de los insectos de los que se alimenta, es triturado previamente a su paso al estómago.
El caparazón de la tortuga es conocido por tener varios patrones de colores que cambian a través del tiempo.
Su caparazón de metal es tan resistente incluso para sobrevivir a explosiones cataclísmicas y puede soportar el desplome de un avión sin un rasguño.
Solo el caparazón de la tortuga puede llegar a medir casi un metro de largo.
imbricata se superponen de tal manera que le dan al borde trasero de su caparazón una apariencia aserrada, parecida al filo de una sierra o de un cuchillo dentado.
Mientras que su caparazón tiene cinco escamas centrales y cuatro pares de escamas laterales como varios miembros de la misma familia, las escamas posteriores de E.
Una de las características más fácilmente distinguibles de una carey es el patrón de gruesas escamas que forman su caparazón.
El caparazón presenta una combinación irregular de bandas claras y oscuras, de colores predominantemente negros y marrones jaspeados en forma radial.
Pylon - Cangrejos de color morado que llevan un cono de transito el cual reemplaza su caparazón, son comunes de ver en el callejón.
Se une a Mario cuando éste recupera su caparazón robado por un Fuzzy.
-En la tercera y última fase descubriremos el auténtico aspecto de Lavos, el cual se encontraba en el interior de nuestro anterior enemigo, siendo éste otro caparazón más.
-En la segunda fase lucharemos contra el que parece ser el auténtico Lavos, un ser igualmente enorme, aunque no tanto como el caparazón.
El molusco era nuestro abuelo venerable, el jefe de la casa, el creador de la dinastía, el antecesor, cargado con una nobleza de millones de siglos Estas ideas resucitaban ahora en Febrer, con la frescura de verdades indiscutibles, al contemplar los seres inmóviles y rudimentarios encerrados en su caparazón, agarrados a las rocas, debajo de sus pies, en las profundidades del verde cristal tembloroso entre los escollos.
¡Bah! Todo terminado Pero en los días tristes de invierno su resignación se revolvía contra esta existencia de molusco recluido en su caparazón de piedra.
Él era igual a este palacio, imponente y vacío caparazón que en otros tiempos había guardado la gloria y la riqueza de sus abuelos.
Desde la aldea se columbra la ciudad, caparazón que cubre una colina, como escamado peto de armadura sobre un torso yacente, armadura labrada en cobre y hierro, abollada ya, a trechos oro sucio, a trechos gris rojizo, a trechos verdinosa, de la corrosión de los años y los óxidos.
Con ellas apretaba al cangrejo contra su boca, inyectando bajo su caparazón el producto venenoso de sus glándulas salivares, paralizando todo movimiento de resistencia.
El camarote parecía formado con secreciones de su ser: era un caparazón, una concha que iba con él de un extremo a otro de los océanos, caldeándose con las altas temperaturas del Trópico, cerrándose con un calafateo de cabaña esquimal al aproximarse a los mares fríos.
Tortugas enormes dormitaban hundidas en estas hierbas, sirviendo de isla de reposo a las gaviotas posadas en su caparazón.
Sólo brillaban las estrellas rojas de unos cuantos faroles, astros perdidos en las tinieblas, bajo el enorme caparazón de hierro de la techumbre.
En ciertos momentos se dejaba arrastrar por su carácter imperioso, como si llevase en el cuerpo algo que exacerbaba sus nervios con oculta molestia, pero al momento replegábase dentro del caparazón de su bondad y con los ojos pedía perdón por su arrebato.
En otros tiempos, el caparazón era negro, ahora sería rojo, pero siempre la misma envoltura: Él estaba orgulloso de la suya.
El doctor recordaba ciertos mariscos que, segregando el jugo de su cuerpo, forman la concha, el caparazón que les sirve de vestido y defensa.
La religión había absorbido al Toledo industrioso de otros siglos, y aún guardaba bajo su caparazón de piedra a la ciudad muerta.
Era el caparazón de piedra de un animal en otros tiempos poderoso y fuerte, pero que había muerto hacía más de un siglo, deshaciéndose su cuerpo, evaporándose su alma, sin dejar otro vestigio que aquella envoltura exterior, semejante a las conchas que encuentran los geólogos en los yacimientos prehistóricos, y que por su estructura dejan adivinar las partes blandas del ser extinguido.
En el exterior, los contrafuertes y botareles, así como los arbotantes que como puentes se extienden entre ellos, son de piedra berroqueña durísima, formando un caparazón dorado, obscurecido por los siglos, que protege y sustenta las aéreas delicadezas del interior.
Bajo las frondosidades de esta selva minúscula y alentados por la seguridad de su guarida, crecían y se multiplicaban toda suerte de bichos asquerosos, derramándose en los campos vecinos: lagartos verdes de lomo rugoso, enormes escarabajos con caparazón de metálicos reflejos, arañas de patas cortas y vellosas, hasta culebras, que se deslizaban a las acequias inmediatas.

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