Ejemplos con biombo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Quinhamel es una ciudad y un sector de Guinea Bissau, en la región de Biombo.
Así, el clima mediterráneo predomina en la zona litoral, el continental es el preponderante en el resto del territorio debido al biombo climático formado por los Alpes Dináricos y que impide el ingreso de la influencia marítima al interior.
Un biombo se encuentra en el centro y, a la izquierda, un hombre, copia de otra pintura de Dalí, El farmacéutico del Ampurdán que no busca absolutamente nada.
En la actualidad prepara su primer largometraje, Biombo negro, además de que mantiene su actividad musical en el grupo de sátira política El Palomazo Informativo y escribe una columna de cine para la revista Eme-Equis y otra de ficción para el semanario Dónde Ir.
En el biombo se encuentran pintados varios personajes de Walt Disney.
En la parte posterior que equivale a la entrada principal encontramos un biombo fijo de gran tamaño y sobre la parte izquierda la pila bautismal, en el lado opuesto un lugar de almacenamiento de imágenes, enseres del templo, las escaleras de acceso al CORO y a la torre del CAMPANARIO y a la torre del reloj.
Forma pareja con la Chunga, debutan en el Biombo Chino de Madrid y hacen una gira por Venezuela, Cuba, Puerto Rico, Estados Unidos, Argentina y Colombia.
Al momento de morir Gardea tenía dos libros a punto de ser publicados: El biombo y los frutos y Casa de Anfibia , además de un manuscrito de novela.
La portada está protegida, en el interior, por un biombo de madera, de tableros lisos.
Su portada es exenta y simula un biombo y las cuatro torres octogonales de sus esquinas tenían un significado asociado a la Nueva Jerusalén y las cuatro esquinas del mundo conocido.
Veíase en un extremo, tras un gran biombo de nueve hojas de laca de Coromandel, descascarado por todas partes, una enorme mesa cargada de papeles y rodeada de artísticos armarios, todos al alcance de la mano, , donde sólo penetraban los iniciados en los asuntos y manejos del diplomático.
El integérrimo diplomático y el señor Pulido cruzaron entre sí una rápida mirada, indudable era que los dos compadres habían hablado más de una vez del asunto en junta de íntimos, del lado de allá del biombo.
Entróse, pues, una mañana en casa del respetable Butrón, nervioso y descompuesto, y con las falanges de su dedo índice ya desplegadas y la frase sacramental¡lo dije!, colgando de los labios, traspasó el misterioso biombo de nueve hojas que servía de reducto con el despacho a los secretos del diplomático.
Y dando una gran palmada con su mano de Esaú, extendida sobre los papeles que tenía delante, dijo solemnemente, con cierto aire de reserva dignísima que indicó al señor Pulido que tras el biombo de la mesa estaba el biombo de las cejas del diplomático, custodiando dentro de su frente arcanos misteriosos que a él no le era dado penetrar:.
En lo interior había muchas estampitas de cajas de fósforos pegadas con pan mascado a un biombo que hacía de pared, un hornillo de barro puesto sobre una banqueta de piano que conservaba restos de damasco amarillo, y un cofre sin tapa lleno de suelas de calzado que despedía un hedor insufrible.
Esto está mal, no debe verse tanto pensó, y desplegando un biombo de telas antiguas, ocultó el lecho, del cual sólo quedaron visibles las almohadas, blancas, limpísimas, aún cuadriculadas por los dobleces del planchado.
Millán vivía en la plazuela del Biombo, Pepe en la calle de Botoneras: aquél venía por la Costanilla de los Ángeles, éste por la calle de las Veneras, y después seguían juntos hasta el Noviciado, haciendo escala en cuantos escaparates hubiera algo que les llamara la atención.
¡Pero qué país, hijo! Si esto parece un biombo ¿A dónde nos lleva este hombre?.
Perucho se coló en la habitación, ocultándose tras del biombo.
En la campiña se oía el ronco graznido de los cuervos, tras el biombo, la niña lloriqueaba, inconsolable.
Nucha, con andar automático, salió del retrete formado por el biombo y se acercó a la ventana, haciendo seña a Julián de que la siguiese.
Pasó tras el biombo otra vez, y Julián la siguió aturdido, sin saber lo que le sucedía.
La criatura, sorprendida y asustada por el brusco movimiento, interrumpida en su diversión, rompió en llanto desconsolado y repentino, y su madre, sin hacerle caso, entró corriendo tras el biombo, la echó en la cuna, y medio la arropó, volviendo a salir inmediatamente.
Ocultaba el biombo la cama de Nucha, de copete dorado y columnas salomónicas, y la cunita de la niña.
Ocurría la escena en un salón de los más chicos de la casa, dividido en dos por descomunal y maltratadísimo biombo del siglo pasado, pintado harto fantásticamente con paisajes inverosímiles: árboles picudos en fila que parecían lechugas, montañas semejantes a quesos de San Simón, nubarrones de hechura de panecillos, y casas con techo colorado, dos ventanas y una puerta, siempre de frente al espectador.
Esos mamarrachos que hay pintados en el biombo se mueven, y cuando crujen las ventanas con el viento, como esta noche, me pongo a cavilar si son almas del otro mundo que se quejan.
En la morada de los Enríquez de Cárdenas, el despacho, que estaba en la planta baja, tenía entrada aparte por la calle del Biombo, mientras la puerta principal se abría por la del Factor.
Y en torno, por las paredes, en el biombo y detrás de las puertas y ventanas, gran número de letreros, por ejemplo: ¡Ave María Purísima! ¡La Gracia de Dios sea en esta casa! ¡Viva Jesús! ¡Viva María! ¡Viva la Gracia y muera el Pecado! Con otros muchos por el estilo, que no hay para qué repetirlos.
Se componía de una salita, dividida por un biombo para formar una alcoba, cuya puerta daba precisamente hacia la de la calle, y otra a la derecha con salida al patio angosto y no más largo que el fondo de la casita.

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