Ejemplos con arrojas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El objetivo final de la operación era el de arrojas a los alemanes de las alturas que ocupaban en el puente de Bourguebus.
Acabarás de perder tu salud, y con la salud tu vida, si te empeñas en remontarte al cielo para coger la estrella más linda que en él has visto desde la tierra, o si te arrojas en medio del Océano para sacar la perla escondida en el seno más hondo de las aguas.
Resueltamente arrojas de tu alma el último sedimento de esa estúpida manía monjil.
¿Crees que no estoy al tanto de tus atrevimientos? Y sí no, dime: ¿a qué paseas de noche por ese callejón cercano? ¿A qué arrojas piedrecitas a las ventanas?.
La sombra de Jáuregui parecía venir en ayuda de las determinaciones de su ilustre viuda, porque a esta le faltaba poco para ver a su marido salirse de aquel cuadro en que retratado estaba, tomar vida y voz para decirle: Si no arrojas de tu casa a esa pájara, me voy yo, me borro de este lienzo en que estoy, y no me vuelves a ver más.
¿Y quién te ha pedido ese perdón que arrojas como un hueso? No soy perro hambriento, y no roeré tu perdón Recógelo.
Anda lleva la carta, se la arrojas por el tragaluz, ¿entiendes? Pobrecita: qué dirá cuando vea que hay quien se interesa por ella, quien la adora, y está dispuesto a sacrificar vida, hacienda y honor.
-Tablas, cuatro duros, cuatro duros para ti, si vas ahora y le das un puntapié a ese tunante y le arrojas rodando por la escaleras.
Si lanza arrojas y espada sacas, ¡el agua cuán presto verás que al gato llevas! Vizcaíno por tierra, hidalgo por mar, hidalgo por el diablo, y mientes que mira si otra dices cosa.
Llegas, te arrojas a sus pies, lloras, le suplicas que te escuche y que no haga caso de la maledicencia, le cuentas lo que haya, si es que hay alguna cosilla un poco más libre de lo regular.
Mira que no puedo absolverte si no desechas esos pensamientos, si no los arrojas con espanto de ti, como arrojarías un animal inmundo que te mordiese.
al campo sin perder tiempo, la arrojas al río Almonte, que pasa por aquí cerca.
Acabarás de perder tu salud, y con la salud tu vida, si te empeñas en remontarte al cielo para coger la estrella más linda que en él has visto desde la tierra, o si te arrojas en medio del Océano para sacar la perla escondida en el seno más hondo de las aguas».
Entonces has de recoger las piedras preciosas de que está cubierta la cima de esta montaña y me las arrojas.
- Imbécil, si arrojas el cadáver al río sin atarle una piedra al pescuezo, flotaría sobre el agua.
Pues bien, Bautista, si me arrojas de tu hogar, yo buscaré otro, yo rescataré el de nuestros padres, sacrílegamente vendido por ti, y viviré en él con mis recuerdos y mi miseria.
—«¡Insensato! le dice, ¿a mí, que soy tu hermano y que en nada tengo merecida la cárcel, me tienes aherrojado en un calabozo, y ves ahí a esos persas que van a sacarte del trono y de tu misma casa, echándote a donde te lleva tu mala fortuna, y de puro cobarde no te arrojas sobre ellos? Teniéndolos ahí en tu mano, ¿cómo no los cazas y coges a tu placer? Si de nada eres capaz, ven acá, cobarde, confíame tus guardias, y con ellos les pagaré bien la visita que vinieron a hacernos, y a ti te aseguro que te dejaré salir libre de la isla.
Cuándo ese vestido se te dañe, ¿Qué lo haces? Lo arrojas de ti, y si quieres reponerlo tienes que buscar un nuevo par de obreros que sean varón y hembra para que te hagan otro vestido de carne bien hecho y a tu medida.
Escúchame amado discípulo: ¿Cuándo un vestido se te daña, qué lo haces? Lo arrojas de ti, porque ya no te sirve, y ello no me lo puedes negar.

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