Ejemplos con alrededores

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Andrews nació en Beloit, Winsconsin, cuando era niño exploraba los campos, bosques y aguas de los alrededores, mostrando una gran puntería.
Pasó Febrer el resto de la tarde leyendo la carta o paseando por los alrededores de la torre, conmovido por tales noticias.
Luego, en Madrid, había pensado lo mismo una tarde que paseaba con dos mujeres por los alrededores de la villa.
En los alrededores del predio de eran muchos los mozos que tenían la cara de don Horacio, pero su esposa la mejicana, alma poética, vivía muy por encima de estas vulgaridades, mientras con el arpa en las rodillas y los ojos entornados recitaba las poesías de Ossián.
Los curiosos recorrían los alrededores para admirarlas trincheras recién abiertas y los alambrados con púas.
Los que habitaban hoteles lujosos iban a instalarse en villas y de los alrededores, los pobres, cansados del rancho del matadero, se enganchaban para trabajar en obras públicas del interior.
Las sillas de hierro, asientos sometidos a pago, servían de refugio a varias señoras cargadas de paquetes, burguesas de los alrededores de París que esperaban a otros individuos de su familia para tomar el tren en la Y Julio había propuesto en una carta neumática el encontrarse como en otros tiempos en este lugar, por considerarlo poco frecuentado.
Había nacido en los alrededores de París.
Unos eran jóvenes de los alrededores, que llegaban sobre briosos caballos haciendo suertes de equitación.
Su proposición la hacía con voz suave é insinuante, una voz que recordaba a doña Luisa los primeros diálogos en los alrededores de la casa paterna.
Paseos los domingos por los alrededores de París, varias idas al cinematógrafo, comentarios sobre las sublimidades de la última novela publicada en el folletón de un diario popular, besos a la despedida, cuando ella tomaba al anochecer el tren de Bois Colombes para dormir en el domicilio paterno: esto era todo.
Al estar de plantón en una esquina, aguardando el revoloteo de una falda y el trotecito en la acera de unos pies femeniles, se imaginaba haber remontado el curso del tiempo y que aún tenía diez y ocho años, lo mismo que cuando esperaba en los alrededores de un taller de modisto célebre.
Había pasado junto a ella sin fijarse en su transformación, viéndola lo mismo que cuando acompañaba, con trote de gozquecillo, a la señorita Desnoyers en sus excursiones por el parque y los alrededores.
Vagó mucho tiempo Desnoyers por los alrededores de la basílica.
Sólo en los alrededores de la plaza vió sentadas algunas mujeres, como en las tardes plácidas de otros veranos.
Al bajar del automóvil encontró desiertos los alrededores de la estación.
En una de sus excursiones por los alrededores de la villa, había visto próximos a una pequeña ría ciertos terrenos incultos que con poco esfuerzo podían reducirse a cultivo.
Saltó a los prados, reconoció todo lo escrupulosamente que pudo a la luz de las cerillas los alrededores, miró detrás de los setos, escudriñó la maleza, siguió un buen trecho la orilla de un arroyo que había a la izquierda.
Era el eterno color del agua en los alrededores de Bilbao: los lavados del mineral enrojecían hasta la corriente del Nervión.
Pero hombre, ¿aún te parecen poca cosa las revoluciones que hemos tenido? ¿Y aún crees que el país está tan salvaje como en esos siglos que has pintado a tu manera? Pues yoañadió el sacerdote con ironíaoigo hablar mucho de los progresos del país, y sé que hay ferrocarriles, y que los alrededores de las ciudades se pueblan de chimeneas, y hasta muchos impíos celebran esto, comparándolas con los campanarios de las iglesias.
En Londres conoció a una inglesa joven, enferma, que, movida como él por el ardor de la propaganda revolucionaria, iba de la mañana a la noche por los paseos y los alrededores de los talleres repartiendo folletos y hojas impresas que guardaba en una caja de sombreros siempre pendiente de su brazo.
Era la historia de unos campos forzosamente yermos, que vi muchas veces, siendo niño, en los alrededores de Valencia, por la parte del Cementerio: campos utilizados hace años como solares por la expansión urbana, el relato de una lucha entre labriegos y propietarios, que tuvo por origen un suceso trágico y abundó luego en conflictos y violencias.
Me placía vagar por los alrededores de Villaverde.
Ya los cristianos que habían de bogar el remo estaban prevenidos y escondidos por diversas partes de todos aquellos alrededores.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba