Ejemplos con acompasado

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La melodía cuenta con un acompañamiento acompasado sugerente del cronómetro.
El refectorio es de planta rectangular, se encuentra acompasado por tres arcos carpaneles en diafragma de granito, según es común en muchas construcciones serranas.
Los atléticos saltos de los danzarines de los Tobas Central demuestran en acompasado ritmo la necesidad espiritual de llegar a los pies de la Virgen del Socavón, siguiendo los pasos de los devotos y creyentes que forjaron este sueño hecho realidad.
El cortejo fúnebre se desplazaba acompasado por el lento retumbar de los tambores, cuyo sonido marcaba el paso de decenas de guerreros.
Su ritmo es muy marcado, acompasado y repetitivo, y por ello las canciones de este tipo son muy apropiadas para ser bailadas en discotecas.
El instrumento nació en la costa central y norte de Perú y la forma de tocarlo acompasado con la guitarra, es una creación peruana.
Tiene sus raíces en el tradicional baile con zuecos inglés, las gigas y reels celtas y el zapateo acompasado de las danzas africanas.
A través del ventano se veían pasar las piernas de los transeuntes, de rodilla abajo, haciendo un ruido acompasado sobre las losas.
El verde de la vegetación se diluía bajo sus pasos, las cercas caían rotas, el polvo se alzaba en espirales detrás del sordo rodar de los cañones y el acompasado trote de millares de caballos.
A la margen del río se veía bajar y subir el brazo derecho de las lavanderas, como miembro de marioneta movido por resortes, y se oía el plas acompasado de la paleta con que azotaban la ropa.
Iba a ella, inclinándose, y otra vez tornaba a su rincón, habiendo percibido el ritmo acompasado del pacífico respirar de la niña.
Al escuchar entonces el grave tañido de la campana, que sonaba lento y acompasado, indicando la oración, todos los ruidos cesaron, todos aquellos corazones en que rebosaban la felicidad y la ternura se elevaron a Dios con un voto unánime de gratitud, por los beneficios que se había dignado otorgar a aquel pueblo tan inocente como humilde.
Al otro lado de los cristales, ligeramente turbios por la humedad exterior, movíase, pasando de una a otra ventana, con lento balanceo, una especie de columna, esbelta, amarilla, de invisible término, acompañándola fieles en este cambio de situación, regular y acompasado como el de un péndulo, unas líneas negras y oblicuas semejantes a cuerdas.
Escuchábase el ruido acompasado de los pies.
Su cara de remolacha aparecía, en efecto, en lo alto del pescante, zambullida en enorme cuello de pieles, y su cabeza cuadrada quedó al descubierto cuando, saltando Fritz del asiento como empujado por un resorte, abrió la portezuela, tieso, acompasado y expedito, como verdadero lacayo elegante y correcto.
Mas Pulidito, alargando el inexorable dedo indicador, cual si fuesen sus falanges elásticas, y agitándolo de arriba abajo con la fatal oscilación de un péndulo acompasado, exclamó con temeroso acento:.
Un ruido acompasado que hacía mal a su cabeza y resonaba como un eco amigo en su corazón despertóle entonces: era la campana de la iglesia que tocaba a Misa.
Subió Calpena a su cuarto, muy dichoso de haber hecho aquel conocimiento, no sólo porque rompía el monótono y acompasado tedio de la vida carcelaria, sino porque del trato de aquella desdichada hez de la plebe turbulenta, esperaba obtener noticias de sucesos exteriores para él muy interesantes.
¡Qué largas les parecieron las horas, qué medroso el silencio, qué alarmante cualquier rumor, y cómo les desazonaba el ruido metálico y acompasado del reloj, que en cada oscilación del péndulo parecía llevarse un instante de aquella vida que era para ellos el mayor tesoro del mundo!.
Los soldados, con uniforme de gala y las manos yertas dentro de los guantes de algodón, iban a visitar las estaciones, turbando el general silencio con el arrastre acompasado de sus pies e impregnando el ambiente de ese olor de salud, mezcla de carne sudada, cuero y lana burda.
En aquel instante gozaba como nunca de la plenitud de la vida: su corazón latía firme y acompasado: la alegría que rebosaba del cielo y de la tierra penetraba en su ser como un bálsamo fortificante.
Y así pasa el tiempo, uniformemente, sin dichas ni amarguras, y la placidez de la naturaleza penetra en el alma de Julián, y se acostumbra a vivir como los paisanos, pendiente de la cosecha, deseando la lluvia o el buen tiempo como el mayor beneficio que Dios puede otorgar al hombre, calentándose en el , diciendo misa muy temprano y acostándose antes de encender luz, conociendo por las estrellas si se prepara agua o sol, recogiendo castaña y patata, entrando en el ritmo acompasado, narcótico y perenne de la vida agrícola, tan inflexible como la vuelta de las golondrinas en primavera y el girar eterno de nuestro globo, describiendo la misma elipse, al través del espacio.
En esto, y cuando algunas personas estaban ya procurando mañosamente que Manuel alzase la vista y reparase en Soledad, comenzó el tercer repique de las campanas de Santa María, nuevos cohetes volaron y crujieron en el aire, sonó un largo redoble de tambor, seguido del acompasado toque de marcha, y viéronse salir de la Iglesia, y formarse, y ponerse en ordenado movimiento, banderas, luces, cofrades, monaguillos.
¡Extraña fuerza que hace describir a las manos acompasado vaivén, siguiendo el misterioso ritmo de las ideas!.
Era en sus modales lento y acompasado, su movilidad tenía límites fijos como la de una máquina, y si el método puede llegar a establecerse de un modo perfecto en los actos del organismo humano, Juan de Dios había realizado este prodigio.
Por las noches, al ver entrar con solemne y acompasado andar aquellas estiradas figuras, cuyos semblantes parecían más graves sombreados por las alas de pichón de sus disformes pelucas, un observador de nuestra época hubiera creído asistir al desfile del Estado en el antiguo régimen.
Como en la sala reinaba el más completo silencio, porque al acompasado ruido que producía el ir y venir de Don Sotero estaba ya tan hecho que no le oía, sus meditaciones llegaban a presentarle las cosas como se ven en una pesadilla: reales y verdaderas.
Era aquel aire monótono y lánguidamente acompasado que encontró el francés David en los arenales argelinos.
Óyese el canto melancólico del remero, y el ruido lejano del mar, y el acompasado martilleo del molinete, y el susurro de las aguas, y como complemento de este panorama sublime y animado, mira una diadema de nubes de oro y escarlata sobre el azul purísimo del cielo, pugnando inútilmente por ceñir más de cerca el disco luminoso de la luna.
Densas columnas de humo se escapaban entonces de las enormes chimeneas, y el ruido acompasado de las máquinas, junto con el subir y bajar de los ascensores en el pique, no se interrumpía jamás.

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