Ejemplos con íntegros

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Ancient greek theater, página que recoge lo fundamental además de muchos enlaces con los textos íntegros en inglés y en la fuente original, el griego clásico,.
Los romanos, muy fatigados tanto por la carrera como por el espacio de la lucha, resisten con magnas dificultades a los frescos, íntegros y mucho más numerosos defensores.
Resultó además que quedaban aún casi íntegros desde el IV-XVI del Código Teodosiano, buena parte de las novelas de Teodosiano, Valentiniano, Marciano y Maioriano, Las Instituciones de Gayo y por fin, tres libros de las Sentencias del jurisconsulto de Paulo.
Los psitacosaurios no son tan conocidos como sus pariente lejano, los tricerátopos, pero conforman uno de los géneros de dinosaurio con mayor número de fósiles íntegros.
Se interesa principalmente por los anillos de los enteros algebraicos, es decir, anillos conmutativos unitarios e íntegros.
Como se sabe, los bienes vinculados debían conservare íntegros en la familia, sin que pudieran ser objeto de enajenación total o parcial.
Por lo que se sabe, sólo se han conservado íntegros los cuartetos n.
De procedimientos íntegros, tenaz, y preocupado.
Para él los hombres del pueblo y los gentileshombres estaban a la par, decía que eran hombres íntegros más que los de la ciudad.
Transformar a las personas en profesionales íntegros y emprendedores, y contribuir al desarrollo de la sociedad.
También debe asegurarse cumplir con las condiciones y seguir al pie de la letra las reglamentaciones que permiten que todos los cadetes se desarrollen como seres humanos honorables, íntegros, altruistas, orgullosos y comprometidos con una carrera exitosa ya sea como ingenieros en construcción naval, maquinas o cubiertas y como profesionales en la industria portuaria, o de recursos marinos.
De manera que, cuando don Manuel murió, solo había en la casa los objetos de su uso y adorno, en que no dejaba de adivinarse más el buen gusto que la holgura, los libros de don Manuel, que miraba la madre como pensamientos vivos de su esposo, que debían guardarse íntegros a su hijo ausente, y los enseres de la escuela, que un ayudante de don Manuel, que apenas le vio muerto se alzó con la mayor parte de sus discípulos, halló manera de comprar a la viuda, abandonada así por el que en conciencia debió continuar ayudándola, en una suma corta, la mayor, sin embargo, que después de la muerte de don Manuel se vio nunca en aquella pobre casa.
Pero no cedo, no cedo, si no me dan los Fueros íntegros, la gloria de este país.
Pepe le escuchó desde el fondo de una tribuna: los datos, apuntes y citas de sus cuartillas salieron íntegros de los labios de don Luis, quien únicamente puso al principio un parrafito de su cosecha para pedir benevolencia, imitado de los doscientos mil análogos que había oído hasta entonces, añadiendo también alguna que otra frase para enaltecer la importancia de lo que iba diciendo.
Yo no recuerdo haber pasado en pueblo alguno por calle que tenga tanto carácter de autenticidad secular, donde tan íntegros é intactos se vean los antiguos usos y costumbres, donde tan viva y patente se toque la España de la Edad Media, no ya representada por mudos monumentos ni aislados edificios, sino por las tiendas y por los talleres que siguen abiertos al público, por las mercancías que en ellos se venden o se elaboran, por la disposición de sus escaparates, mostradores y armarios, por las industrias allí fehacientes, por todas las casas, sin excepción alguna, desde las de aspecto señorial hasta las más humildes y vulgares, por sus vidrieras, visillos, cortinas, esteras y zarzos, por los muebles en activo servicio que se columbran en algunas salas bajas, por el color, el empedrado y hasta los transeuntes de la misma calle, por todo, en fin, lo que es su estado presente, su movimiento actual, su existencia social de hoy.
Pues precisamente la referencia de las categorías a la experiencia posible es la que debe constituir todo conocimiento puro a priori del entendimiento y la relación de las categorías con la sensibilidad en general expondrá todos los principios transcendentales del uso del entendimiento, íntegros y en un sistema.
Despues de esto, los Señores Presidente y Vocales por su órden, hincados de rodillas y poniendo la mano derecha sobre los Santos Evangelios, juraron desempeñar legalmente sus respectivos cargos, conservar íntegros estos dominios al Señor Don Fernando VII y sus legítimos sucesores, y guardar puntualmente las leyes del reino.
en esta ciudad con permiso del Superior Gobierno, vacila sobre su actual situacion y sobre su suerte futura, y que el deseo de que sea la mas conforme á su felicidad y al objeto inalterable de conservar íntegros estos dominios bajo la dominacion del Sr.
Se puede decir que los hombres íntegros no se convertirían en corruptos en el molino pulverizante político.
A los potros, sólo se les acorta la clin y la cola, para que tengan íntegros sus adornos naturales cuando venga el momento de domarlos.
-Íntegros, menos la pequeñez con que remunera el trabajo de la recaudación.
¡Tenía que ver! De tollo me hablaba en ella: de la revolución, de sus injusticias con los hombres necesarios, íntegros Y abnegados como él, del día no lejano de las grandes reparaciones, del «pan del ostracismo», de la nostalgia de la patria querida y de la familia adorada, de la política de Espartero y del abrazo de O'Donnell.
El pueblo los repite con toda su crudeza, pero nos está vedado ponerlos íntegros en letras de molde.
Es una pena que su amor apaga sistemas íntegros,.
El sentimiento es mal consejero en países así, como el nuestro, donde los grandes patrimonios no pueden pasar íntegros de generación en generación como en Inglaterra y algunas partes de Alemania.
Fueron uno y otro íntegros y justos en el manejo de los negocios, pero Emilio parece como que naturalmente se formó de esta manera en virtud de las leyes patrias, mientras que Timoleón lo debió todo a sí mismo, la prueba de esto es que los Romanos en aquel tiempo todos sabían igualmente la táctica, estaban acostumbrados a obedecer y respetaban las leyes y la opinión de sus ciudadanos, y de los Griegos no hubo capitán o caudillo alguno en la misma época que no hubiese dado mala idea de sí en la Sicilia, fuera de Dión: y aun de éste muchos llegaron a sospechar que aspiraba a la monarquía y que traía en la imaginación un cierto reinado a la Espartana.
Con tales hechos todos estaban tan complacidos de su virtud como admirados de su buena suerte, pero la envidia, inseparable de las ciudades capitales, y que crece en proporción de la gloria de los hombres grandes, no les tenía dispuesto el mejor ni el más conveniente recibimiento, en efecto: ambos a su vuelta tuvieron que defenderse en causa capital, porque, previniendo la ley que en el primer mes, al que dan el nombre de Bucacio, entregasen a otros la Beotarquía, la habían retenido por otros cuatro meses íntegros, que fue en los que no dejaron de la mano las empresas de Mesena, de la Arcadia y la Laconia.
Y esto es lo único que puede mirarse como culpable en tan esclarecido varón, habiendo sido todos los demás hechos suyos sumamente brillantes: y en cuanto a la templanza y desprendimiento del dinero, era digno de que se le comparara con los más excelentes y más íntegros de los Griegos, y no con Alcibíades, sumamente osado en estos puntos, y que hacía muy poca cuenta de la virtud.

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