Ejemplos con ágatas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Está considerada junto con la Caja de las Ágatas, la cruz de la Victoria y la cruz de los Ángeles una la de las obras cumbres de la orfebrería prerrománica.
La presencia de piedras preciosas ágatas y amatistas posibilita su explotación en demasía.
El trono sobre el que se sienta está decorado con ágatas, perlas y piedras preciosas.
También existe una explotación minera, sin gran desarrollo, de piedras semipreciosas principalmente ágatas y amatistas en la cuenca de los arroyos Seco, Tres Cruces y Cuaró y en las laderas de de las cuchillas Yacaré, Cururú, Belén y Catalán.
La madera de la caja está recubierta de láminas de oro que forman arcos desiguales en dónde van engastadas las ágatas y cabujones en los que se insertan las piedras.
La caja o arqueta de las Ágatas es un relicario que se encuentra en cámara Santa en Oviedo, Asturias.
Junto con todos estos logros en materia arquitectónica, en el Reino de Asturias se desarrolló una orfebrería refinada cuyos exponentes más renombrados lo constituyen la Cruz de los Ángeles, la Cruz de la Victoria y la Caja de las Ágatas.
Esta es la razón por la cual la mujer es perifraseada con referencias a joyas y ágatas.
De estas reliquias se puede destacar: El Arca Santa, el Santo Sudario, la Cruz de la Victoria, la Cruz de los Ángeles y la Arca de las Ágatas, como principales objetos.
La eboraria es el arte específico de tallar el marfil que junto con los esmaltes y el trabajo de orfebrería en plata, oro y lo bronce, tuvieron un gran desarrollo en la época románica, especialmente en las zonas de influencia carolingia, mostraban sobre todo el poder de los que encargaban las obras, principalmente en grandes monasterios o por encargos de poderosos personajes, como decía Benedit en su viaje de san Brandán:El prior de aquel lugar manda sacar sus tesoros y reliquias: las cruces, los relicarios y los libros, misales alhajados con amatistas, con piedras preciosas de muchos quilates, todas engastadas con oro, los incensarios de oro macizo e incrustaciones de gemas, las casullas de oro puro como tan brillante no hay ni en Arabia-, con rubíes y ágatas sordas.
Riani se dedica a la explotación minera de piedras semipreciosas: ágatas y amatistas.
Se adornan con largos pendientes que suelen llegar hasta los hombros, utilizan también collares hechos de plástico así como adornos en la cabeza realizados con coral, ágatas o monedas de plata.
Las piedras finas que se usan para tales efectos suelen ser ágatas, cornalinas, esmeraldas, amatistas, granates y lapislázuli.
Para los camafeos, las piedras utilizadas eran las ágatas y más aún las variedades sardónica y ónice, aprovechando la distinción de colores que ofrecen las aguas o capas de tales piedras de suerte que puliendo y rebajando convenientemente la primera capa se dejaba la segunda para fondo y quedaba la primera con los relieves de la figura.
Por la parte de las vidrieras, que caían a la azotea del Casino, veíase, en efecto, un rostro de pisaverde, imberbe casi, destacándose entre la blancura de porcelana de primorosa camisa y nívea corbata de batista, cuyo triángulo cerraba una de esas ágatas llamadas , a que dio tan fabuloso valor el capricho de los elegantes de dos o tres años acá.
También había cuarenta carbunclos, doscientos diez zafiros, sesenta y una ágatas y gran cantidad de berilos, ónices, ojos de gato, turquesas y otras piedras cuyos nombres yo no conocía entonces, aunque los aprendí más tarde.
Piensa que la pobre cuenta veinte años ágatas, que le sobran penas y le faltan malicias.
—Muchos —repuso, —pero con ser tantos, son ágatas los precisos pa saber que los honores cambean a las personas.
Las uñas, rosadas como ágatas, de la vengadora, hundiéronse en el cuello del viejo, y sus dientes, blancos y fuertes, desgarraron las carnes flácidas, rugosas.
de ágatas, lapislázulis y collares de viña.
¡El pobre de Aladino no sabía que las frutas blancas eran diamantes, perlas, nácar y piedras lunares, que las frutas rojas eran rubíes, carbunclos, jacintos, coral y cornalinas, que las verdes eran esmeraldas, berilos, jade, prasios y aguas-marinas, que las azules eran zafiros, turquesas, lapislázuli y lazulitas, que las violetas eran amatistas, jaspes y sardoinas, que las amarillas eran topacios, ámbar y ágatas, y que las demás, de colores desconocidos, eran ópalos, venturimas, crisólitos, cimófanos, hematitas, turmalinas, peridotos azabache y crisopacios! Y caía el sol a plomo sobre al jardín.
¡Y qué mercancías! ¡Y qué deslumbramiento de los ojos! ¡No vimos allá nada más que joyas, perlas, coral, rubíes, ágatas, jacintos y pedrerías de todos colores! Y entonces uno de ambos hombres se encaró con los mercaderes de tierra, y les dijo: ¡Oh asamblea de mercaderes, hoy no se va a vender todo esto, porque todavía estoy fatigado del mar, no lo saqué más que para daros una idea de lo que será la venta de mañana! Pero los mercaderes le apremiaron de tal modo, que se avino a comenzar inmediatamente la venta, y el pregonero se puso a pregonar la tasa de las pedrería, especie por especie.
Las incrustaciones y realces son de piedras preciosas, ágatas, lázuli, coralinas.

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