¿Cómo se escribe proconsuladoz?

En español diversas letras comparten el mismo sonido, esto da lugar a infinidad de dudas ortográficas, en muchos casos estas dudas se pueden resolver aplicando las reglas generales de ortografía. Por esa razón, si dudas de cómo se escribe una palabra, introdúcela en nuestro corrector y te la corregimos mostrándote la regla que deberás aplicar para poderla escribir correctamente.

    Los errores ortográficos más comunes son:

  • Errores de acentuación de las palabras, sobre todo en caso de que la sílaba tónica forme parte de un hiato o un diptongo.
  • Empleo de las letras j y g porque dependiendo de la palabra la letra g ha de pronunciarse con el fonema /j/.
  • Empleo de las letras c,z y el dígrafo "qu" para los fonemas /z/ /k/ y /s/, el fenómeno del seseo y del ceceo.
  • Empleo de la letra h que al ser muda, es decir, no tiene un sonido asociado, da lugar a errores.
  • Empleo de r o rr. Ya que en ocasiones la letra r se corresponde al fonema que el dígrafo rr.
  • Empleo de las letras y, ll para los fonemas /y/ y /ll/ y el fenómeno del yeísmo.
  • Empleo de las letras b,v dos letras distintas que comparten el mismo fonema /b/.
  • Empleo de la letra x para representar el fonema /s/ o /k+s/.

La palabra proconsuladoz se escribe con S

La manera correcta de escribirla es PROCONSULADOS. Puedes ver la definición de proconsulados aquí

En algunas partes de España y de América se produce el fenómeno del seseo que consiste en pronunciar con el mismo fonema /s/ la letra z y la letra c delante de las vocales "e,i". En estos lugares es fácil que se produzcan equivocaciones y es necesario recurrir al diccionario para solucionarlas.

Hay palabras que pueden escribirse tanto con "s" como con "c o z" sin cambio de significado, las más representativas son: bisnieto/biznieto, bizcocho/biscocho, mezcolanza/mescolanza, pretencioso/pretencioso, verduzco/verdusco

Ejemplos con la palabra Proconsulados

De todos los demás hizo Aníbal muy poca cuenta, pero al oír que Marcelo había muerto, marchó inmediatamente al sitio, y parándose ante el cadáver, estuvo mucho tiempo considerando la robustez y belleza de su persona, sin proferir expresión alguna de vanagloria, ni manifestar regocijo en su semblante, como otro quizá lo hubiera hecho al ver muerto tan grave y poderoso enemigo, sino que, admirado de lo extraño del caso, le quitó, sí, el anillo: pero adornando y componiendo el cuerpo con el conveniente decoro, lo hizo quemar, y recogiendo las cenizas en una urna de plata, que ciñó con corona de oro, las envió al hijo. Algunos Númidas asaltaron a los que las conducían y se arrojaron a quitarles la urna, y como los otros trataran de recobrarla, en la lucha y contienda arrojaron por el suelo las cenizas. Súpolo Aníbal, y prorrumpió ante los que con él estaban en la expresión de que es imposible hacer nada contra la voluntad divina, y, aunque castigó a los Númidas, ya no volvió a pensar en recoger y enviar los huesos, como dando por supuesto que por alguna particular disposición de Dios había sucedido por un modo extraño la muerte de Marcelo y el que quedase insepulto. Así es como lo refieren Cornelio Nepote y Valerio Máximo, pero Livio y César Augusto afirman que la urna fue llevada a poder del hijo, y que se le dio honrosa sepultura. Sin contar las dedicaciones de Roma, consagró Marcelo un gimnasio en Catana de Sicilia y estatuas y cuadros de los de Siracusa, que colocó, en Samotracia, en el templo de los Dioses que llaman Cabirios, y en el templo de Atenea junto a Lindo. En éste, según dice Posidonio, se había puesto a su estatua esta inscripción: El astro claro de la patria Roma, descendiente de ilustres genitores, Marcelo Claudio es, huésped, el que miras. La dignidad de Cónsul siete veces regentó en la ciudad del fiero Marte, siendo de sus contrarios grande estrago. Por lo que se echa de ver, el que hizo la inscripción añadió a los cinco consulados los dos proconsulados que obtuvo también Marcelo. Su linaje permaneció siempre ilustre, hasta Marcelo, el sobrino de César, que era hijo de Octavia, hermana de éste, tenido de Gayo Marcelo. Ejerciendo la dignidad de edil de los Romanos murió recién casado, habiendo gozado muy poco tiempo de la compañía de la hija de César. En su honor y memoria su madre Octavia le dedicó una biblioteca y César un teatro, que se llamó de Marcelo.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra proconsulados

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