Sinónimos y Antónimos de Tremendísima

A continuación se muestran los Sinónimos y Antónimos de tremendísima ordenados por sentidos. Si tienes duda sobre alguna palabra, puedes hacer clic sobre ella para conocer su significado.

Sinónimos de tremendísima

Tremendísima Como adjetivo, superlativo del femenino de tremendo.

1 En el sentido de Espantosísima

Ejemplo: -Parece que fue una cosa espantosísima -continuó Nicolás-. Ahí amanecieron tirados los cadáveres, nomás los cadáveres, porque los bandidos se llevaron, naturalmente, los equipajes, las mulas, los caballos y todo. ¡La noticia llegó a Cuernavaca muy temprano, los vecinos de Alpuyeca trajeron después en camillas a los muertos, entre los que había niños. Ahí tienen ustedes el porqué la fuerza del gobierno, que venía para acá, recibió orden de dirigirse, en combinación con otra que salió de Cuernavaca, en persecución de los bandidos.

  • Espantosísima superlativo del femenino de espantoso, adjetivo superlativo femenino
  • Horrendísima superlativo del femenino de horrendo, adjetivo superlativo femenino

2 En el sentido de Prodigiosísima

Ejemplo: -Esotra que viene -prosiguió el Cojuelo-, que parece que va preñada, es la Ambición, que está hidrópica de deseos y de imaginaciones. Esa otra es la Avaricia, que está opilada de oro, y no quiere tomar el acero, porque es más bajo metal. Aquellas que vienen, con tocas largas y antojos, sobre minotauros, son la Usura, la Simonía, la Mohatra, la Chisme, la Baraja, la Soberbia, la Invención, la Hazañería, dueñas de la Fortuna. Los que vienen galanteando a estas señoras todas y alumbrándolas con antorchas de colores diferentes son ladrones, fulleros, astrólogos, espías, hipócritas, monederos falsos, casamenteros, noveleros, corredores, glotones y borrachos. Aquel que viene sobre el asno de oro de Lucio Apuleyo es Creso, mayordomo mayor de la Fortuna, y a su mano izquierda, Astolfo, su caballerizo mayor. Aquellos que van sobre cubas con ruedas y velicómenes en las manos, dando carcajadas de risa, son sus gentileshombres de la copa, que han sido taberneros de Corte primero. Aquella escuadra de salvajes que vienen en jumentos de albarda son contadores, tesoreros, escribanos de raciones, administradores, historiadores, letrados, correspondientes, agentes de la Fortuna, y llevan manos de almireces por plumas, y por papel, pieles de abadas. Tras de ellos viene una silla de manos, bordada de trofeos, para las visitas de la Fortuna, los silleros son Pitágoras, Diógenes, Aristóteles, Platón, y otros filósofos para remudar, con camisolas y calzones de tela de nácar, herrados los rostros con eses y clavos. Aquéllos que vienen ahora de tres en tres, sobre tumbas enlutadas, a la jineta y a la brida, son médicos de la cámara y de la familia, boticarios y barberos de la Fortuna. Ahora cierra todo este escuadrón y acompañamiento aquella prodigiosísima torre andante, que es la de Babilonia, llena de gigantes, de enanos, de bailarines y representantes, de instrumentos músicos y marciales, de voces, de algazaras, que se ven y oyen por infinitas ventanas que tiene el edificio, coronadas de luminarias y flechando girándulas y cohetes voladores, y en un balcón grande de la fachada va la Esperanza: una jayana vestida de verde, muy larga de estatura, y muchos pretendientes por abajo, a pie, soldados, capitanes, abogados, artífices y profesores de diferentes ciencias, mal vestidos, hambrientos y desesperados, dándole voces, y con la confusión no se entienden los unos a los otros, ni los otros a los unos. Y por otro balcón del lado derecho va la Prosperidad, coronada de espigas de oro y vestida de brocado de tres altos, bordado de las cuatro estaciones del año, sembrando talegos sobre muchos mentecatos ricos, que van en literas roncando, que no los han menester y piensan que los sueñan. Ahora sigue todo este aparato una infinita tropa de carros largos, llenos de comida y vestidos de mujeres y de hombres, que es la guardarropa de la Fortuna, y con ir tantos como la siguen desnudos y hambrientos, no les da un bocado que coman ni un trapo con que se cubran, y aunque los repartiera con ellos, no les vinieran bien, que están hechos solamente a medida de los dichosos.

  • Prodigiosísima superlativo del femenino de prodigioso, adjetivo superlativo femenino

3 En el sentido de Amplísima

Ejemplo: El tren describía amplísima curva.

  • Amplísima superlativo del femenino de amplio, adjetivo superlativo femenino
  • Extensísima superlativo del femenino de extenso, adjetivo superlativo femenino
  • Vastísima superlativo del femenino de vasto, adjetivo superlativo femenino

4 En el sentido de Inquietísima

Ejemplo: Estaba inquietísima, dando vueltas en la cama.

  • Inquietísima superlativo del femenino de inquieto, adjetivo superlativo femenino

5 En el sentido de Horrorosísima

  • Horrorosísima superlativo del femenino de horroroso, adjetivo superlativo femenino
Sinónimo de tremendísima

Antónimos de tremendísima

Tremendísima Como adjetivo, superlativo del femenino de tremendo.

1 En el sentido de Amenísima

Ejemplo: En efecto: es amenísima, e instructiva a su modo, la lectura de Trente ans de Paris.

  • Amenísima superlativo del femenino de ameno, adjetivo superlativo femenino
  • Atractivísima superlativo del femenino de atractivo, adjetivo superlativo femenino
  • Deliciosísima superlativo del femenino de delicioso, adjetivo superlativo femenino
  • Escasísima superlativo del femenino de escaso, adjetivo superlativo femenino
  • Graciosísima superlativo del femenino de gracioso, adjetivo superlativo femenino
  • Gratísima superlativo del femenino de grato, adjetivo superlativo femenino
  • Gustosísima superlativo del femenino de gustoso, adjetivo superlativo femenino
  • Pequeñísima superlativo del femenino de pequeño, adjetivo superlativo femenino
Antónimos de tremendísima

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba