Sinónimos y Antónimos de Grandiosísima

Sinónimos de grandiosísima

Grandiosísima Como adjetivo, superlativo del femenino de grandioso.

1 En el sentido de Inmensísima

Ejemplo: Que su cadáver y el del país, su pobreza y la de la nación, tuvieran una sola inmensísima tumba.

• Inmensísima superlativo del femenino de inmenso, adjetivo superlativo femenino

2 En el sentido de Extensísima

Ejemplo: La carta que he recibido es extensísima, ya ven: seis pliegos de letra menuda.

• Extensísima superlativo del femenino de extenso, adjetivo superlativo femenino

3 En el sentido de Heroicísima

• Heroicísima superlativo del femenino de heroico, adjetivo superlativo femenino
• Gloriosísima superlativo del femenino de glorioso, adjetivo superlativo femenino

4 En el sentido de Maravillosísima

Ejemplo: -He visto una cosa maravillosísima -exclamó cuando se agruparon a su alrededor impacientes-. Un gran pájaro blanco. Viene volando hacia aquí.

• Maravillosísima superlativo del femenino de maravilloso, adjetivo superlativo femenino
• Estupendísima superlativo del femenino de estupendo, adjetivo superlativo femenino

5 En el sentido de Esplendidísima

• Esplendidísima superlativo del femenino de espléndido, adjetivo superlativo femenino
• Suntuosísima superlativo del femenino de suntuoso, adjetivo superlativo femenino

6 En el sentido de Prodigiosísima

Ejemplo: -Esotra que viene -prosiguió el Cojuelo-, que parece que va preñada, es la Ambición, que está hidrópica de deseos y de imaginaciones. Esa otra es la Avaricia, que está opilada de oro, y no quiere tomar el acero, porque es más bajo metal. Aquellas que vienen, con tocas largas y antojos, sobre minotauros, son la Usura, la Simonía, la Mohatra, la Chisme, la Baraja, la Soberbia, la Invención, la Hazañería, dueñas de la Fortuna. Los que vienen galanteando a estas señoras todas y alumbrándolas con antorchas de colores diferentes son ladrones, fulleros, astrólogos, espías, hipócritas, monederos falsos, casamenteros, noveleros, corredores, glotones y borrachos. Aquel que viene sobre el asno de oro de Lucio Apuleyo es Creso, mayordomo mayor de la Fortuna, y a su mano izquierda, Astolfo, su caballerizo mayor. Aquellos que van sobre cubas con ruedas y velicómenes en las manos, dando carcajadas de risa, son sus gentileshombres de la copa, que han sido taberneros de Corte primero. Aquella escuadra de salvajes que vienen en jumentos de albarda son contadores, tesoreros, escribanos de raciones, administradores, historiadores, letrados, correspondientes, agentes de la Fortuna, y llevan manos de almireces por plumas, y por papel, pieles de abadas. Tras de ellos viene una silla de manos, bordada de trofeos, para las visitas de la Fortuna, los silleros son Pitágoras, Diógenes, Aristóteles, Platón, y otros filósofos para remudar, con camisolas y calzones de tela de nácar, herrados los rostros con eses y clavos. Aquéllos que vienen ahora de tres en tres, sobre tumbas enlutadas, a la jineta y a la brida, son médicos de la cámara y de la familia, boticarios y barberos de la Fortuna. Ahora cierra todo este escuadrón y acompañamiento aquella prodigiosísima torre andante, que es la de Babilonia, llena de gigantes, de enanos, de bailarines y representantes, de instrumentos músicos y marciales, de voces, de algazaras, que se ven y oyen por infinitas ventanas que tiene el edificio, coronadas de luminarias y flechando girándulas y cohetes voladores, y en un balcón grande de la fachada va la Esperanza: una jayana vestida de verde, muy larga de estatura, y muchos pretendientes por abajo, a pie, soldados, capitanes, abogados, artífices y profesores de diferentes ciencias, mal vestidos, hambrientos y desesperados, dándole voces, y con la confusión no se entienden los unos a los otros, ni los otros a los unos. Y por otro balcón del lado derecho va la Prosperidad, coronada de espigas de oro y vestida de brocado de tres altos, bordado de las cuatro estaciones del año, sembrando talegos sobre muchos mentecatos ricos, que van en literas roncando, que no los han menester y piensan que los sueñan. Ahora sigue todo este aparato una infinita tropa de carros largos, llenos de comida y vestidos de mujeres y de hombres, que es la guardarropa de la Fortuna, y con ir tantos como la siguen desnudos y hambrientos, no les da un bocado que coman ni un trapo con que se cubran, y aunque los repartiera con ellos, no les vinieran bien, que están hechos solamente a medida de los dichosos.

• Prodigiosísima superlativo del femenino de prodigioso, adjetivo superlativo femenino

7 En el sentido de Anchísima

Ejemplo: En la anchísima puerta de esta casa se hallaban ya dos literas de viaje, enormes y.

• Anchísima superlativo del femenino de ancho, adjetivo superlativo femenino
• Vastísima superlativo del femenino de vasto, adjetivo superlativo femenino

8 En el sentido de Perfectísima

Ejemplo: Pura, casta, esplendente, y perfectísima,.

• Perfectísima superlativo del femenino de perfecto, adjetivo superlativo femenino
• Excelsísima superlativo del femenino de excelso, adjetivo superlativo femenino

9 En el sentido de Infinitísima

• Infinitísima superlativo del femenino de infinito, adjetivo superlativo femenino

10 En el sentido de Fastuosísima

• Fastuosísima superlativo del femenino de fastuoso, adjetivo superlativo femenino

11 En el sentido de Lujosísima

Ejemplo: Y nuevamente sus pensamientos caían de rebote en una cocina situada en los sótanos de una lujosísima mansión.

• Lujosísima superlativo del femenino de lujoso, adjetivo superlativo femenino
• Opulentísima superlativo del femenino de opulento, adjetivo superlativo femenino

12 En el sentido de Majestuosísima

• Majestuosísima superlativo del femenino de majestuoso, adjetivo superlativo femenino

Antónimos de grandiosísima

Grandiosísima Como adjetivo, superlativo del femenino de grandioso.

1 En el sentido de Pequeñísima

Ejemplo: Otra ventaja pequeñísima de la cerera, pero ventaja.

• Pequeñísima superlativo del femenino de pequeño, adjetivo superlativo femenino