Sinónimos y Antónimos de Funestas

A continuación se muestran los Sinónimos y Antónimos de funestas ordenados por sentidos. Si tienes duda sobre alguna palabra, puedes hacer clic sobre ella para conocer su significado.

Sinónimos de funestas

Funestas Como adjetivo, plural del femenino de funesto.

1 En el sentido de Nefastas

Ejemplo: El animal humano no admite crítica objetiva a sus acciones nefastas.

  • Nefastas plural del femenino de nefasto, adjetivo femenino plural
  • Mortíferas plural del femenino de mortífero, adjetivo femenino plural

2 En el sentido de Infaustas

Ejemplo: No, la muerte a sus víctimas infaustas.

  • Infaustas plural del femenino de infausto, adjetivo femenino plural

3 En el sentido de Infortunadas

Ejemplo: ¡Con cuánta ansiedad veían que España se iba quedando atrás, las infortunadas familias que buscaban un refugio en Francia!.

  • Infortunadas plural del femenino de infortunado, adjetivo femenino plural
  • Desventuradas plural del femenino de desventurado, adjetivo femenino plural

4 En el sentido de Contrarias

Ejemplo: Simplemente activando el status de dispuesto a luchar con otros jugadores de facciones contrarias.

  • Contrarias plural del femenino de contrario, sustantivo femenino plural, adjetivo femenino plural
  • Nocivas plural del femenino de nocivo, adjetivo femenino plural
  • Perniciosas plural del femenino de pernicioso, adjetivo femenino plural
  • Maléficas plural del femenino de maléfico, sustantivo femenino plural, adjetivo femenino plural
  • Dañosas plural del femenino de dañoso, adjetivo femenino plural

5 En el sentido de Necrológicas

Ejemplo: Ese mismo año se comenzaron a transmitir las noticias necrológicas.

  • Necrológicas plural del femenino de necrológico, sustantivo femenino plural, adjetivo femenino plural

6 En el sentido de Peligrosas

Ejemplo: Los segadores son los criminales terran más reincidentes, que provienen de las cárceles más peligrosas y violentas.

  • Peligrosas plural del femenino de peligroso, adjetivo femenino plural
  • Deletéreas plural del femenino de deletéreo, adjetivo femenino plural

7 En el sentido de Trágicas

Ejemplo: Vió en el jardín nuevos cadáveres en actitudes trágicas y grotescas.

  • Trágicas plural del femenino de trágico, adjetivo femenino plural
  • Siniestras plural del femenino de siniestro, sustantivo femenino plural, adjetivo femenino plural
  • Ominosas plural del femenino de ominoso, adjetivo femenino plural
  • Aciagas plural del femenino de aciago, adjetivo femenino plural, sustantivo femenino plural

8 En el sentido de Desdichadas

Ejemplo: Una de aquellas desdichadas se adelantó diciendo:.

  • Desdichadas plural del femenino de desdichado, adjetivo femenino plural

9 En el sentido de Exterminadoras

Ejemplo: La parte habitada de este país privilegiado en dones y que encierra todos los climas, puede dividirse en tres fisonomías distintas, que imprimen a la población condiciones diversas, según la manera como tiene que entenderse con la naturaleza que la rodea. Al norte, confundiéndose con el Chaco, un espeso bosque cubre con su impenetrable ramaje extensiones que llamaríamos inauditas, si en formas colosales hubiese nada inaudito en toda la extensión de la América. Al centro, y en una zona paralela, se disputan largo tiempo el terreno la Pampa y la Selva: domina en partes el bosque, se degrada en matorrales enfermizos y espinosos, preséntase de nuevo la selva a merced de algún río que la favorece, hasta que al fin al sud triunfa la Pampa, y ostenta su lisa y velluda frente, infinita, sin límite conocido, sin accidente notable: es la imagen del mar en la tierra, la tierra como en el mapa, la tierra aguardando todavía que se la mande producir las plantas y toda clase de simiente. Pudiera señalarse, como un rasgo notable de la fisonomía de este país, la aglomeración de ríos navegables que al Este se dan cita de todos los rumbos del horizonte, para reunirse en el Plata, y presentar dignamente su estupendo tributo al Océano, que lo recibe en sus flancos, no sin muestras visibles de turbación y de respeto. Pero estos inmensos canales excavados por la solícita mano de la naturaleza no introducen cambio ninguno en las costumbres nacionales. El hijo de los aventureros españoles que colonizaron el país detesta la navegación, y se considera como aprisionado en los estrechos límites del bote o de la lancha. Cuando un gran río le ataja el paso, se desnuda tranquilamente, apresta su caballo y lo endilga nadando a algún islote que se divisa a lo lejos, arribado a él, descansan caballo y caballero, y de islote en islote se completa al fin la travesía. De este modo, el favor más grande que la Providencia depara a un pueblo, el gaucho argentino lo desdeña, viendo en él más bien un obstáculo opuesto a sus movimientos, que el medio más poderoso de facilitarlos: de este modo la fuente del engrandecimiento de las naciones, lo que hizo la celebridad remotísima del Egipto, lo que engrandeció a la Holanda y es la causa del rápido desenvolvimiento de Norte-América, la navegación de los ríos, o la canalización, es un elemento muerto, inexplotado por el habitante de las márgenes del Bermejo, Pilcomayo, Paraná, Paraguay y Uruguay. Desde el Plata remontan aguas arriba algunas navecillas tripuladas por italianos y carcamanes, pero el movimiento sube unas cuantas leguas y cesa casi de todo punto. No fue dado a los españoles el instinto de la navegación, que poseen en tan alto grado los sajones del norte. Otro espíritu se necesita que agite esas arterias en que hoy se estagnan los fluidos vivificantes de una nación. De todos estos ríos que debieran llevar la civilización, el poder y la riqueza hasta las profundidades más recónditas del continente, y hacer de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Córdoba, Salta, Tucumán y Jujuy otros tantos pueblos nadando en riquezas y rebosando población y cultura, sólo uno hay que es fecundo en beneficio para los que moran en sus riberas: el Plata, que los resume a todos juntos. En su embocadura están situadas dos ciudades, Montevideo y Buenos Aires, cosechando hoy alternativamente las ventajas de su envidiable posición. Buenos Aires está llamada a ser un día la ciudad más gigantesca de ambas Américas. Bajo un clima benigno, señora de la navegación de cien ríos que fluyen a sus pies, reclinada muellemente sobre un inmenso territorio, y con trece provincias interiores que no conocen otra salida para sus productos, fuera ya la Babilonia Americana, si el espíritu de la Pampa no hubiese soplado sobre ella, y si no ahogase en sus fuentes el tributo de riqueza que los ríos y las provincias tienen que llevarla siempre. Ella sola en la vasta extensión argentina, está en contacto con las naciones europeas, ella sola explota las ventajas del comercio extranjero, ella sola tiene poder y rentas. En vano le han pedido las provincias que les deje pasar un poco de civilización, de industria y de población europea: una política estúpida y colonial se hizo sorda a estos clamores. Pero las provincias se vengaron, mandándole en Rosas mucho y demasiado de la barbarie que a ellas les sobraba. Harto caro la han pagado los que decían: la República Argentina acaba en el Arroyo del Medio. Ahora llega desde los Andes hasta el mar: la barbarie y la violencia bajaron a Buenos Aires más allá del nivel de las provincias. No hay que quejarse de Buenos Aires, que es grande y lo será más, porque así le cupo en suerte. Debiéramos quejarnos antes de la Providencia, y pedirle que rectifique la configuración de la tierra. No siendo esto posible, demos por bien hecho lo que de mano de Maestro está hecho. Quejémonos de la ignorancia de este poder brutal que esteriliza para sí y para las provincias los dones que natura prodigó al pueblo que extravía. Buenos Aires, en lugar de mandar ahora luces, riqueza y prosperidad al interior, mándale sólo cadenas, hordas exterminadoras y tiranuelos subalternos. ¡También se venga del mal que las provincias le hicieron con prepararle a Rosas!

  • Exterminadoras plural del femenino de exterminador, adjetivo femenino plural, sustantivo femenino plural
  • Aniquiladoras plural del femenino de aniquilador, adjetivo femenino plural

10 En el sentido de Sombrías

Ejemplo: Crece en pantanos y áreas sombrías, bosques y matorrales, floreciendo entre junio y agosto.

  • Sombrías plural del femenino de sombrío, sustantivo femenino plural, adjetivo femenino plural
  • Luctuosas plural del femenino de luctuoso, sustantivo femenino plural, adjetivo femenino plural

11 En el sentido de Malas

Ejemplo: La pobrecilla pasaba muy malas noches.

  • Malas plural del femenino de malo, sustantivo femenino plural, adjetivo femenino plural
  • Dañinas plural del femenino de dañino, adjetivo femenino plural

12 En el sentido de Dolorosas

Ejemplo: Chichí interrumpió con su presencia las dolorosas reflexiones de los dos.

  • Dolorosas plural del femenino de doloroso, sustantivo femenino plural, adjetivo femenino plural
  • Angustiosas plural del femenino de angustioso, adjetivo femenino plural

13 En el sentido de Desastrosas

Ejemplo: Las noticias del campo de batalla seguían siendo desastrosas.

  • Desastrosas plural del femenino de desastroso, adjetivo femenino plural
  • Desafortunadas plural del femenino de desafortunado, adjetivo femenino plural
  • Fatídicas plural del femenino de fatídico, adjetivo femenino plural
  • Catastróficas plural del femenino de catastrófico, adjetivo femenino plural
  • Calamitosas plural del femenino de calamitoso, adjetivo femenino plural
Sinónimo de funestas

Antónimos de funestas

Funestas Como adjetivo, plural del femenino de funesto.

1 En el sentido de Venturosas

Ejemplo: Y aún más que todo, oh, almas venturosas,.

  • Venturosas plural del femenino de venturoso, adjetivo femenino plural
  • Afortunadas plural del femenino de afortunado, adjetivo femenino plural
Antónimos de funestas

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