Sinónimos de Desordenadísimo

Sinónimos de desordenadísimo

Desordenadísimo Como adjetivo, superlativo de desordenado.

1 En el sentido de Embrolladísimo

• Embrolladísimo superlativo de embrollado, verbo transitivo, verbo pronominal, adjetivo masculino superlativo

2 En el sentido de Perturbadísimo

• Perturbadísimo superlativo de perturbado, adjetivo superlativo masculino
• Destempladísimo superlativo de destemplado, adjetivo superlativo masculino

3 En el sentido de Revueltísimo

• Revueltísimo superlativo de revuelto, adjetivo superlativo masculino
• Enmarañadísimo superlativo de enmarañado, verbo transitivo, verbo pronominal, adjetivo masculino superlativo

4 En el sentido de Enredadísimo

• Enredadísimo superlativo de enredado, verbo transitivo, verbo pronominal, verbo intransitivo, adjetivo masculino superlativo

5 En el sentido de Deterioradísimo

• Deterioradísimo superlativo de deteriorado, verbo transitivo, verbo pronominal, adjetivo masculino superlativo

6 En el sentido de Alteradísimo

• Alteradísimo superlativo de alterado, adjetivo masculino superlativo

7 En el sentido de Alborotadísimo

• Alborotadísimo superlativo de alborotado, adjetivo superlativo masculino

8 En el sentido de Cambiadísimo

• Cambiadísimo superlativo de cambiado, adjetivo superlativo masculino

9 En el sentido de Complicadísimo

Ejemplo: Únicamente llama allí la atención el , por lo enorme, colosal y complicadísimo de su estructura.

• Complicadísimo superlativo de complicado, adjetivo superlativo masculino

10 En el sentido de Alarmadísimo

Ejemplo: «Vámonos -dijo Felipe, alarmadísimo-.

• Alarmadísimo superlativo de alarmado, verbo transitivo, verbo pronominal, adjetivo masculino superlativo

11 En el sentido de Desconcertadísimo

Ejemplo: Sin embargo, no conocía nada absolutamente de la ciencia de los venenos y, como el criado era, por lo visto, incapaz de encontrar algo en la biblioteca que no fuera la Ruffs-Guide o el Bailey' Magazine, examinó por si mismo los estantes llenos de libros y acabó por encontrar una edición muy bien encuadernada de la Farmacopea y un ejemplar de la Toxicología de Erskine, editada por sir Mathew Reid, presidente de la Real Academia de Medici­na y uno de los miembros más antiguos del Buckingham­ Club, para el que fue elegido por confusión con otro can­didato, contratiempo que disgustó tanto a la junta que, cuando el candidato auténtico se presentó, fue derrotado por unanimidad. Lord Arthur se quedó desconcertadísimo ante los términos técnicos empleados en los dos libros y empezaba a recriminarse por no haber prestado más atención a sus estudios en Oxford, cuando en el to­mo segundo de Erskine encontró una explicación acerta­disíma y muy completa de las propiedades del acónito, redactada en un inglés clarísimo. Le pareció aquél el vene­no que le convenía por todos los conceptos, era muy acti­vo, por no decir casi instantáneo, en sus efectos no causa­ba dolores y, tomado en forma de cápsula de gelatina, como recomendaba sir Mathew, era insípido al paladar. Por tanto, anotó en el puño de la camisa la dosis necesaria para ocasionar la muerte, devolvió los libros a su sitio y se encaminó por la calle de Saint-James hasta casa de Pestle y Humbey, los grandes farmacéuticos. Míster Pestle, que servia siempre personalmente a sus clientes de la aristo­cracia, se quedó muy sorprendido de su petición y, con to­no amabilísimo, murmuró algo respecto a la necesidad de una receta médica. Sin embargo, no bien lord Arthur le explicó que era para dárselo a un gran perro danés, del cual se veía obligado a desembarazarse porque presentaba síntomas de hidrofobia, habiendo intentado por dos veces morder a su cochero en una pantorrilla, pareció completa­mente satisfecho y, después de felicitar a lord Arthur por sus extraordinarios conocimientos de toxicología, confec­cionó inmediatamente la preparación.

• Desconcertadísimo superlativo de desconcertado, adjetivo superlativo masculino