Sinónimos de Borrándole

A continuación se muestran los Sinónimos de borrándole ordenados por sentidos. Si tienes duda sobre alguna palabra, puedes hacer clic sobre ella para conocer su significado.

Sinónimos de borrándole

Borrándole Como verbo, conjugación de borrar, gerundio de borrar: borrando +le.

1 En el sentido de Quitándole

Ejemplo: Superman, Supergirl y Power Girl logran destruir la armadura de Prime, quitándole sus poderes.

  • Quitándole conjugación de quitar, gerundio de quitar: quitando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de quitar
  • Deshaciéndole conjugación de deshacer, gerundio de deshacer: deshaciendo +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de deshacer

2 En el sentido de Tachándole

Ejemplo: Desnoyers y su esposa tomaban la defensa de sus sobrinos, tachándole de injusto.

  • Tachándole conjugación de tachar, gerundio de tachar: tachando +le, verbo transitivo, gerundio de tachar
  • Rayándole conjugación de rayar, gerundio de rayar: rayando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, verbo intransitivo, gerundio de rayar

3 En el sentido de Desapareciéndole

Ejemplo: Su salvador había vuelto y bendecía a la multi-tud que no dejaba de mirarlo sorprendida, mas cuando sintió la fijación de tantos rostros en su ser, fue desapareciéndole el antifaz y quedó al descubierto.

  • Desapareciéndole conjugación de desaparecer, gerundio de desaparecer: desapareciendo +le, verbo intransitivo, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de desaparecer
  • Quitándole conjugación de quitar, gerundio de quitar: quitando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de quitar
  • Disipándole conjugación de disipar, gerundio de disipar: disipando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de disipar
  • Desvaneciéndole conjugación de desvanecer, gerundio de desvanecer: desvaneciendo +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de desvanecer

4 En el sentido de Olvidándole

Ejemplo: -Por no cortar el hilo, discreta Jacinta, a tus lastimosos sucesos, tan bien sentidos, como bien dichos, no he querido decirte, hasta que les dieses fin, que soy Fabio el amigo de Celio que dixiste que estaba tan lastimado de tu empleo, cuanto deseoso de conocerte. Con tales colores has pintado su retrato, que cuando yo no supiera tus desdichas, y por ellas conociese desde que le nombraste, que eras el dueño de las que yo tengo tan sentidas como tú, conociera luego tu ingrato amante, a quien no culpo por ser esa su condición, y tan sujeto a ella, que jamás en eso se valió de su entendimiento, ni se inclina a vencerla. Muchas prendas le he conocido, y a todas ha dado ese mismo pago, y tenido esa misma correspondencia. De lo que puedo asegurarte, después de decirte que pienso que su estrella le inclina a querer donde es aborrecido, y aborrecer donde le quieren, es que siempre oí en su boca tus alabanzas, y en su veneración tu persona, tratando de ti con aquel respeto que mereces. Señal de que te estima, y si tú le quisieras menos de lo que le has querido, o no lo mostraras por lo menos, ni tú estuvieras tan quexosa, ni él hubiera sido tan ingrato. Mas ya no tiene remedio, porque si amas a Celio con intención de hacerle tu dueño, como de ser quien eres creo, y de tu discreción siempre presumí, ya es imposible, porque él tiene ya las puertas cerradas a esas pretensiones y a cualesquiera que sean desta calidad por tener ya órdenes, impedimento para casarse, como sabes. Para su condición, sólo este estado le conviene, porque imagino que si tuviera mujer propia, a puros rigores y desdenes la matara, por no poder sufrir estar siempre en una misma parte, ni gozar una misma cosa. Pues que quieras forzada de tu amor, lograrle de otra suerte, no lo consentirá el ser cristiana, tu nobleza y opinión, que será desdecir mucho della, pues no es justo que ni el padre de don Félix, ni su hermana, tus deudos, y el monasterio, donde estuviste y fuiste tanto tiempo verdadera religiosa, sepan de ti esa flaqueza, que imposible será incubrirse, y estar aquí, donde estás a peligro de ser conocida de los bandoleros desta montaña, y de la gente que para visitar estas Santas Ermitas la pasan, ni es decente, ni seguro, pues como yo te conocí, escuché y busqué, lo podrán hacer los demás. Tu hacienda está perdida, tus deudos, y los de tu muerto esposo confusos, y quizás sospechando de ti mayores males de los que tú piensas, ciega con la desesperación de amor, y la pasión de tus celos, tanto, que no das lugar a tu entendimiento para que te aconseje, y que elijas mejor modo de vida. Yo, que miro las cosas sin pasión, te suplico que consideres y que pienses que no me he de apartar de aquí sin llevarte conmigo, porque de lo contrario entendiera que el cielo me había de pedir cuenta de tu vida, pues antes que haga acción tan cruel, me quedaré aquí contigo, esto sin más interés, que el de la obligación en que me has puesto con decirme tu historia, y descubrirme tus pensamientos, la que tengo a ser quien soy, y la que debo a Celio, mi amigo, del cual pienso llevar muchos agradecimientos, si tengo suerte de apartarte deste intento, tan contrario a tu honor y fama, porque no me quiero persuadir a que te aborrece tanto, que no estime tu sosiego, tu vida y honra tanto como la suya. Esto te obligue, Jacinta hermosa, a desviarte de semejante disinio. Vamos a la Corte, donde en un Monasterio principal della estarás más conforme a quien eres, y si acaso allí te saliese ocasión de casarte, hacienda tienes con que poder hacerlo, y vivir descansada, y discreción para olvidar, con las caricias verdaderas de tu legítimo esposo, las falsas y tibias de tu amante, y si olvidándole y conociendo las desdichas que has pasado, y las malas correspondencias de los hombres, tomases estado de religiosa, pues ya sabes la vida que es, y conoces que es la más perfeta, tanto más gusto darías a los que te conocemos. Ea, bella Jacinta, vamos al convento que se viene la noche, y entregarás a los frailes sus corderos, dichosos de ser apacentados de tal zagal, porque mañana poniéndote en tu traxe, pues ése no es decente a lo que mereces, recibirás una criada que te acompañe, y alquilaremos un coche para volver a Madrid, que desde hoy, con tu licencia, quiero que corra por mi cuenta tu opinión, y agradecerme a mí mismo el ser causa de tu remedio. Y si no puedes vivir sin Celio, yo haré que Celio te visite, trocando el amor imperfecto en amor de hermanos. Y mientras con esto entretienes tu amorosa pasión, querrá el cielo que mudes intento, y te envíe el remedio que yo deseo, al cual ayudaré, como si fueras mi hermana, y como tal irás en mi compañía.

  • Olvidándole conjugación de olvidar, gerundio de olvidar: olvidando +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, verbo pronominal, gerundio de olvidar

5 En el sentido de Eliminándole

Ejemplo: La gallina se cuece eliminándole la piel y se guarda el caldo resultante para usarlo posteriormente.

  • Eliminándole conjugación de eliminar, gerundio de eliminar: eliminando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de eliminar
  • Callándole conjugación de callar, gerundio de callar: callando +le, verbo transitivo, verbo pronominal, verbo intransitivo, gerundio de callar
  • Suprimiéndole conjugación de suprimir, gerundio de suprimir: suprimiendo +le, verbo transitivo, gerundio de suprimir
  • Cancelándole conjugación de cancelar, gerundio de cancelar: cancelando +le, verbo transitivo, gerundio de cancelar
  • Disolviéndole conjugación de disolver, gerundio de disolver: disolviendo +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de disolver
  • Omitiéndole conjugación de omitir, gerundio de omitir: omitiendo +le, verbo transitivo, verbo pronominal, gerundio de omitir
  • Revocándole conjugación de revocar, gerundio de revocar: revocando +le, verbo transitivo, verbo intransitivo, gerundio de revocar
  • Censurándole conjugación de censurar, gerundio de censurar: censurando +le, verbo transitivo, gerundio de censurar
Sinónimo de borrándole

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