Sinónimos y Antónimos de Adornadísima

A continuación se muestran los Sinónimos y Antónimos de adornadísima ordenados por sentidos. Si tienes duda sobre alguna palabra, puedes hacer clic sobre ella para conocer su significado.

Sinónimos de adornadísima

Adornadísima Como verbo, superlativo del femenino de adornado.

1 En el sentido de Pulidísima

  • Pulidísima superlativo del femenino de pulido, adjetivo superlativo femenino

2 En el sentido de Recargadísima

Ejemplo: Su fachada, recargadísima de adornos, marca la transición del gótico al plateresco, y luce todas las galas y fantasías de este singular estilo, medio gentil y medio cristiano.

  • Recargadísima superlativo del femenino de recargado, verbo transitivo, verbo intransitivo, verbo pronominal, adjetivo femenino superlativo

3 En el sentido de Trabajadísima

  • Trabajadísima superlativo del femenino de trabajado, adjetivo superlativo femenino

4 En el sentido de Dotadísima

  • Dotadísima superlativo del femenino de dotado, adjetivo superlativo femenino

5 En el sentido de Clavadísima

  • Clavadísima superlativo del femenino de clavado, adjetivo superlativo femenino

6 En el sentido de Aseadísima

Ejemplo: La falda la tenía remendada, pero aseadísima, los zapatos eran viejos, pero bien defendidos, y el delantal una obra maestra de pulcritud.

  • Aseadísima superlativo del femenino de aseado, adjetivo superlativo femenino

7 En el sentido de Impresionadísima

  • Impresionadísima superlativo del femenino de impresionado, verbo transitivo, verbo pronominal, adjetivo femenino superlativo
  • Emocionadísima superlativo del femenino de emocionado, verbo transitivo, verbo pronominal, adjetivo femenino superlativo
  • Abultadísima superlativo del femenino de abultado, adjetivo superlativo femenino

8 En el sentido de Maquilladísima

  • Maquilladísima superlativo del femenino de maquillado, verbo transitivo, verbo pronominal, adjetivo femenino superlativo

9 En el sentido de Arregladísima

Ejemplo: Dígolo porque ahora trae mi narración cosas tan estupendas, que no las va a creer nadie. Y no porque en ellas entre ni un adarme de ingrediente maravilloso, ni tenga el artificio más parte que la necesaria para presentar agradable y bien ataviada la verdad, sino porque esta, haciéndose tan juguetona como la loca de la casa, dispuso una serie de acontecimientos aparentemente contrarios a las propias leyes de ella, de la misma verdad, con lo que padecí nuevas confusiones. Empezó la fiesta por aquello de tener apetito fuera de sazón, contraviniendo todo lo que ordenan la idealidad, la finura en cosas de comer y hasta el buen gusto, después vino lo de volverme yo elocuente en mi cátedra, luego pasó una cosa muy rara: Doña Javiera se me presentó en mi casa a decirme que había roto toda clase de relaciones con aquel marido provisional y temporero que llamaban Ponce. Era, según ella decía, hombre ordinario, gastador, vicioso. Tiempo hacía que la señora estaba harta de él, y al fin todo acabó. Arrepentidísima de aquella larga distracción de mal género, la señora pensaba hacerla olvidar con una vida arregladísima, de intachables apariencias. El porvenir de su hijo, que entraba en el mundo rodeado de esperanzas, lo exigía así. Ya la carnicería había sido traspasada, y tal es la fuerza reparatriz del olvido, que aun la misma doña Javiera no se acordaba de haber pesado chuletas en su vida. El mundo y las relaciones hacían lo mismo. No hay cosa que tan pronto entre en la historia como un pasado mercantil que al huir ha dejado dinero. Yo observé en mi amiga visibles esfuerzos por plegar la boca, hablar bajito, escoger vocablos finos y evitar un dejo demasiado popular. Su vestido respondía bien a este plan de regeneración, que había empezado por tormento de lengua y gimnasia de laringe. Todo ello me parecía muy bien. La señora, sumamente expansiva conmigo, me dijo que parte de su capital había sido empleado en comprar una casa, hermosa finca, allá por los holgados barrios próximos al Retiro. Se reservaba el principal y las cocheras, y alquilaría lo demás. Yo le daría un disgusto si no aceptaba un tercerito muy mono que me destinaba, y que me alquilaría en el mismo precio del de la calle del Espíritu Santo.

  • Arregladísima superlativo del femenino de arreglado, adjetivo superlativo femenino
  • Agraciadísima superlativo del femenino de agraciado, adjetivo superlativo femenino

10 En el sentido de Marcadísima

Ejemplo: La marquesa dio entonces el primer paso, diciendo con intención marcadísima:

  • Marcadísima superlativo del femenino de marcado, adjetivo superlativo femenino

11 En el sentido de Cuidadísima

Ejemplo: Además de su impresionante motor gráfico, que proporcionaba impresionantes imagenes, su muy cuidadísima banda sonora y sobre todo su mecanica totalmente arcade: correr para disfrutar, correr para ganar.

  • Cuidadísima superlativo del femenino de cuidado, verbo transitivo, verbo intransitivo, verbo pronominal, adjetivo femenino superlativo
  • Atildadísima superlativo del femenino de atildado, adjetivo superlativo femenino
Sinónimo de adornadísima

Antónimos de adornadísima

Adornadísima Como verbo, superlativo del femenino de adornado.

1 En el sentido de Estropeadísima

  • Estropeadísima superlativo del femenino de estropeado, verbo transitivo, verbo pronominal, adjetivo femenino superlativo
Antónimos de adornadísima

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba