Refranes de del

A bebedor fino después del dulce, ofrécele vino

A bebedor fino, después del dulce, vino

A bordo no hay más cuerda que la del reloj

A borracho o mujeriego, no fíes la bolsa del dinero

A casa de tu amigo rico irás siempre requerido, y a la del necesitado irás sin ser llamado

A casa del amigo rico, irás siendo requerido, y a casa del necesitado, irás sin ser llamado

A casa del cura, ni por lumbre vas segura

A cuenta del tío rico trabajaba perico

A Dios lo mejor del mundo, pues es señor sin segundo

A este son, comen los del ron, ron

A fuer del potro, un maravedí da otro

A fuerza de pan, como el royo del arrabal

A la arrogancia en el pedir, la virtud del no dar

A la bardena del rey ya vienen los roncaleses, a comer migas con sebo por lo menos siete meses

A la boda del herrero, cada cual con su dinero

A la boda del herrero, cada cual con su hierro

A la bota dale el beso después del queso

A la bota, darle el beso después del queso

A la garganta del perro, échale un hueso si le quieres amansar presto

A la miel del modorro

A la mujer del carnicero le medra la carne en la mano

A la nieve del treinta de noviembre, le sigue el hielo hasta el treinta de diciembre

A la orilla del río te espero, galapaguero

A la puerta del rezador, no pongas el trigo al sol

A la sombra del favor, crecen vicios

A la sombra del gitano, medra el villano

A la sombra del nogal no te pongas a recostar

A la sombra del nogal, no te sientes a descansar

A la sombra del que camina se para el que está gateando

A la virgen del henar, unos van por ver y otros por mirar

A la vuelta del cerrillo está el ventorrillo

A los cincuenta, el mal del mes ya no lo ves

A los galgos del rey no se les escapa liebre alguna

A medida del santo son las cortinas

A partir de mañana comenzarás el primer día del resto de tu vida

A quien nace con martillo, del cielo le caen los clavos

A su costa aprende el necio, y a costa del necio el cuerdo

A tres del mes, toros en jerez

A tu hijo dale oficio, que el ocio es padre del vicio

A tu marido muéstrale el culo, pero no del todo

A tu marido, muéstrale lo otro, más no del todo

A veces el echar a andar es lo más difícil del caminar

A veces el necio se acuesta con la mujer del cuerdo

A veces los buenos nadadores se ahogan, y los mejores jinetes caen del caballo

Abre abril las puertas del santo rocío y no abras las del frío

Abril, abriluco, el mes del cuco

Abril del más sabroso dormir, dos veces al año deberías venir

Abril tiene la llave del toril

Abril y mayo tienen la llave del campo

Aceite lo de encima, vino lo del medio, miel la del hondón

Aceite para las espinacas y vino del de la tinaja

Aceituneras del pío-pío, ¿cuánta aceituna habéis cogío? -¡fanega y media y el culo frío!

Aceitunero del pío-pío ¿cuánta aceituna habéis cogío? -fanega y media, por que ha llovío

Adiós alcalá de henares, adiós querida morena, adiós plaza de cervantes, adiós cuesta del zulema

Adiós, alcalá de henares, al presidio y la galera: adiós, plaza de cervantes, y adiós, cuesta del zulema

Adiós, alcalá de henares, con tus torres y molinos, adiós a la virgen del val y al cristo de los doctrinos

Adiós alcalá del alma, adiós pero no pa siempre, cien años que yo viviera, cien años volviera a verte

Afilar el rabo del gato, es de mentecato

Agua de mayo, del cielo cae el milagro

Agua del cielo moja hasta el suelo

Agua del cielo no hace agujero

Agua del cielo, no quita riego

Agua del duero, caldo de pollo

Agua del ega y del arga, del ebro y del aragón, corred decirle al mundo cuanto bien hago yo

Agua del tajo, infla la tripa y afloja el badajo

Agua pide la niña, ¡quién se la diera del cañito dorado de la alameda!

Aguadores y taberneros, del agua hacen dineros

Ahí del que dice ¡ay!, y lo dice porque hay

Ahí esta la madre del cordero

Ahorrador del salvado y derrochador de la harina

Aire del tajo, agua abajo

Aire gallego, escoba del cielo

Ajo que del hornillo salta, al diablo vaya

Ajo que salta del mortero, ya no lo quiero

Al aguador, su cuba y no la borla del doctor

Al alba del puerco, que da el sol a medio cuerpo

Al amigo que no sea de ley, plántalo en lo del rey

Al amo del hurón doble ración

Al arrimo del dinero, hablamos con esmero

Al asno atollado todos le tiran del rabo, pero más su amo

Al bueno buscarás y del malo te apartarás

Al bueno darás y del malo te apartarás

Al cabo de un año toma el mozo las mañas del amo

Al caso repentino, el consejo de la mujer, y al pensado, el del más barbado

Al césar lo que es del césar

Al cesar lo que es del cesar y a Dios lo que es de Dios

Al comprar una casa piensa en el vecino que adquirirás con ella. antes de que la luz del sol pueda brillar a través de la ventana, deben levantarse las persianas

Al enviDioso lo enflaquece la gordura del vecino

Al hijo del azor no le falta carne

Al hijo del herrero, de balde le machacan el hierro

Al hijo del rico no le toques el vestido

Al hombre del campo, tiempo largo

Al ingrato, con la punta del zapato

Al llamado del que le piensa, viene el buey a la melena

Al marido malo, ceballo con las gallinas de par del gallo

Al necio, del diestro, al loco, del cabestro

Al ojo del amo, engorda el caballo

Al pasar por guadarrama volví el ala del sombrero: adiós, hijas de madrid, la ilusión de mi dinero

Al perro muerto, échale del huerto

Al pie del monte, se ahuma el capote

Al que es fraile, todos le parecen del mismo aire

Al que huye del trabajo, el trabajo le persigue

Al que nace para martillo, del cielo le caen los clavos

Al que nace para tamal, del cielo le caen las hojas

Al rico no le pidas, al pobre no le des, y del cura no te fíes que te han de fastidiar los tres

Al tiempo del higo, no hay amigo

Al vino llamamos vino, porque del cielo nos vino

Al zurrón del peregrino, que no le falte el agua ni el vino

álamos del prado, fuentes de madrid, como estoy ausente murmuráis de mí

Alguacil del campo, cojo o manco

Alquimista certero, del hierro pensó hacer oro e hizo del oro hierro

Allá va la despedida, la que echan en alcalá, por la vega del henares, se va poniendo el sol ya

Allí está la madre del cordero

Amigo bueno, sólo Dios del cielo

Amigo del buen tiempo, múdese con el viento

Amigo del buen tiempo, se muda con el viento

Amigo del yerno, sol en invierno

Amistad del poderoso, sol de invierno y amor de mujer, duraderos no pueden ser

Amistades que del vino se hacen, al dormir la mona se deshacen

Amor de yerno, como el calor del sol en invierno

Amor es el verdadero precio del amor

Amor que del alma nace, al pie de la tumba muere

Amor y dolor, son del mismo color

Andar como en el lomo del camello

Animal en campo raso, es del que le ponga el lazo

Ante la duda, a favor del acusado

Antes fiarás del terrón que del señor

Antes huirás del señor que del terrón

Antes que la ley nació la trampa, y antes el ladrón que la llave del arca

Antifaz embustero es la cara del lisonjero

Año de piedras no es mal año, pero pobre del que le toca

Apartadle del manzano, no sea lo de antaño

Aquél sabe del bien, que sabe del mal

Aramos, dijo la mosca, y estaba en el cuerno del buey

Arco iris al amanecer, agua antes del anochecer

Aremos, dijo la mosca, y estaba en la oreja del buey

Arga, ega y aragón, hacen del ebro varón

Arganda mía -dicen los argandeños-, arganda mía. yo digo: ¡carabaña del alma mía!

Arre burro, no te pares, que aquí no venden panizo, las mozas del cucharal, tienen el culo pajizo

Arrimarse a la boca del lobo es de hombre bobo

Así como el pescado, las visitas después del tercer día huelen

Atanzón, en cada casa un ladrón, en casa del alcalde, el hijo y el padre, y en casa del alguacil, hasta el candil

Atiende más a la mirada del sabio que al discurso del necio

Aún no eres bienaventurado si del pueblo no eres burlado

Aún no ha salido del cascarón y ya tiene espolón

Aún no ha salido del cascarón, y ya tiene presunción

Aunque me den con la mano del metate

Aunque veas salir humo del pueblo de marañón no pienses que asan carneros, que pucheros y ollas son

¡ay del ay que al alma llega y en llegando allí se queda!

¡ay del que dice '¡ay!' y lo dice porque no hay