Ricardo Rossel
Poeta, Escritor, Empresario y Político Peruano cuyo nombre completo es Ricardo Rossel Sirot
Lima, 12 de mayo de 1841 - Barranco, 6 de diciembre de 1909
2 Poesías de Ricardo Rossel
Poemas más populares de Ricardo Rossel
No morirá
Se apagará la misteriosa llama
Que aquí encendida en mi cerebro siento,
Mi fe, mi inspiración;
Se helará el corazón que ahora derrama
Dentro del pecho, con latir violento,
La vida y el amor.
Esta envoltura material, que vive
Sólo al calor de la inmortal centella
Esencia de mi sér,
Perecerá; y la mano que esto escribe,
Como toda esta máquina, sin ella,
Tornará á lo que fué.
El tiempo pasará....Sobre mi losa
De sus alas el roce habrá borrado
Mi funebre inscripción;
Y nadie entónces del que allí reposa
Se acordara, que al fin, solo un puñado
De polvo seré yo.
¿Todo acaso habrá muerto? ¿Eterno olvido,
Como la piedra que a mi tumba cierra,
Mi nombre cubrira?....
¡Ah! no! mi pensamiento aquí esculpido
Vivirá en esta página. En la tierra
¡No morirá jamás!
Poema "No morirá" de Ricardo Rossel
¿Te acuerdas?
Yo sé que del tiempo la mano implacable
Dolores y dichas borrar logra al fin;
Que todo se olvida, que todo es mudable,
Que sólo es constante mi amor para tí.
Tu ingrata memoria quizás ya no guarde
El vivo recuerdo, la casta visión
De aquella bendita poética tarde
En que nos juramos para siempre amor!..
Si tú lo olvidaste, deja ¡oh, cara prenda!
Que hoy te lo recuerde mi amorosa voz;
Que el fuego extinguido de tu pecho encienda
El soplo abrasado de mi fiel pasión.
Tibio era el ambiente, la luz era escasa,
La mar sosegada dormía en quietud;
Dorados, flotantes celajes de gasa
Del cielo bordaban el límpido azul.
Las palmas y sauces sus ramas mecían
Con blandos murmullos y lento compás;
Las aves marinas el vuelo tendían,
Buscando en las peñas abrigo y hogar.
Brillaba en la cumbre del monte lejano .
De vivida lumbre rojizo fulgor,
Cual beso postrero que á hundirse cercano,
Enviaba á la tierra moribundo el sol.
Y el grato silencio tan solo turbaba,
Cual queja doliente, cual fúnebre són,
El ¡ay! que Natura penosa lanzaba,
Al astro del día diciéndole: ¡adiós! . . . .
Sentado en las rocas, del mar en la orilla,
Yo estaba contigo—¿Te acuerdas, mi bien?
Tu frente esmaltaba la luz amarilla,
La ola espiraba besando tus pies.
La brisa agitaba tus negros cabellos,
Jugando en sus rizos con gozo infantil;
Callábamos ambos: tus ojos, tan bellos,
Lánguidos fijabas de ocaso al confín.
Mas vi tu mirada posarse en la mía;
Y mi alma y tu alma sentí estremecer:
De amor infinito yo en ambas leía
Poema viviente que no olvidaré!
Tu mano estrechando, rodeé tu cintura,
La frente doblaste, y en mi hombro tu sién,
Mis labios secaron la lágrima pura,
Que vi en tus pestañas temblando caer.
La playa dejamos; la sombra crecía,
La tierra cubriendo con negro capuz;
Bramaba el océano, el viento rujia;
La noche infundía terror é inquietud.
Entonces-¿te acuerdas?-pregunté yo triste:
«¿Como cambia el tiempo cambia el corazón?»
Y, con firme acento, tú me respondiste:
«¡Nó; nó tendrá ocaso el sol de mi amor!»
Poema "¿Te acuerdas?" de Ricardo Rossel