Ramón María del Valle Inclán

Ramón María del Valle Inclán

Poeta, Dramaturgo y Novelista Español cuyo nombre completo es Ramón José Simón Valle Peña

Villanueva de Arosa, 28 de octubre de 1866 - Santiago de Compostela, 5 de enero de 1936

35 Poesías de Ramón María del Valle Inclán

Poemas más populares de Ramón María del Valle Inclán


rosa de llamas

Ráfagas de ocaso, dunas escampadas.
La luz y la sombra gladiando en el monte:
tragedia de rojas espadas
y alados mancebos, sobre el horizonte.

La culebra de un sendero tenebroso,
la sombra lejana de uno que camina,
en medio del yermo el perro rabioso,
terrible el gañido de su sed canina.

¡Venteaban los canes de la duna ascética
la sombra sombría del que va sin bienes,
alma en combate, la expresión frenética,
un ramo de venas saltante en las sienes!

lóbrega su estrella le alumbra el sendero
con un torbellino de acciones y ciencias:
las torvas blasfemias por pan justiciero,
y las utopías de nuevas conciencias.

Ráfagas de ocaso, dunas escampadas,
la luz y la sombra gladiando en el monte:
mítica tragedia de rojas espadas
y alados mancebos, sobre el horizonte.


Poema rosa de llamas de Ramón María del Valle Inclán con fondo de libro

karma

Quiero una casa edificar
como el sentido de mi vida,
quiero en piedra mi alma dejar
erigida.

Quiero labrar mi eremitorio
en medio de un huerto latino,
latín horaciano y grimorio
bizantino.

Quiero mi honesta varonía
transmitir al hijo y al nieto,
renovar en la vara mía
el respeto.

Mi casa como una pirámide
ha de ser templo funerario,
el tumor que mueve mi clámide
es de terciario.

Quiero hacer mi casa aldeana
con una solana al oriente,
y meditar en la solana
devotamente.

Quiero hacer una casa estoica
murada en piedra de barbanza,
la casa de séneca, heroica
de templanza.

Y sea labrada de piedra
mi casa, karma de mi clan,
y un día decore la hiedra
sobre el dolmen de valle-inclán.


Poema karma de Ramón María del Valle Inclán con fondo de libro

rosa gnóstica

Nada será que no haya sido antes.
Nada será para no ser mañana.
Eternidad son todos los instantes,
que mide el grano que el reloj desgrana.

Eternidad la gracia de la rosa,
y la alondra primera que abre el día,
y la oruga, y su flor la mariposa.
¡Eterna en culpa la conciencia mía!

al borde del camino, recostado
como gusano que germina en lodo,
siento la negra angustia del pecado,
con la divina aspiración al todo.

El gnóstico misterio está presente
en el quieto volar de la paloma,
y el pecado del mundo en la serpiente
que muerde el pie del ángel que la doma.

Sobre la eterna noche del pasado
se abre la eterna noche del mañana.
¡Cada hora, una larva del pecado!
¡y el símbolo la sierpe y la manzana!

guarda el tiempo el enigma de las formas,
como un dragón sobre los mundos vela,
y el todo y la unidad, supremas normas,
tejen el infinito de su estela.

Nada apaga el hervor de los crisoles,
en su fondo, sellada está la eterna
idea de platón. Lejanos soles un día
encenderán nuestra caverna.

Mientras hilan las parcas mi mortaja,
una cruz de ceniza hago en la frente.
El tiempo es la carcoma que trabaja
por satanás. ¡Y dios es el presente!

¡todo es eternidad! ¡todo fue antes!
¡y todo lo que es hoy será después,
en el instante que abre los instantes,
y el hoyo de la muerte a nuestros pies!


Poema rosa gnóstica de Ramón María del Valle Inclán con fondo de libro

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