La vida es como un trompo, compañeros. La vida gira como todo gira, y tiene colores como los del cielo. La vida es un juguete, compañeros.
A trabajar jugamos muchos años, a estar tristes o alegres, mucho tiempo. La vida es lo poco y lo mucho que tenemos; la moneda del pobre, compañeros.
A gastarla jugamos muchos años entre risas, trabajos y canciones. Así vivimos días y compartimos noches. Mas, se acerca el invierno que esperó tantos años.
Cuando el Sol se levanta despertando la vida y penetra humedades y delirios nocturnos, cómo quisiera, de nuevo, estar junto a vosotros con mi antigua moneda brillando entre las manos!
Mas, se acerca el invierno que esperó tantos años. Adiós, adiós, adiós, os saluda un hermano que gastó su moneda de un tiempo ya pasado. Adiós, ya se acerca el invierno que esperó tantos años.
Yo nací en Jacinto Vera. ¡Qué barrio Jacinto Vera! Ranchos de lata por fuera y por adentro madera.
De noche blanca corría, blanca corría la luna y yo corría tras ella. De repente la perdía de repente aparecía, entre los ranchos de lata y por adentro madera.
La tarde declinaba buscando lentamente los pliegues de la noche.
Las gentes pasaban presurosas. Todo en el mundo cumplía su destino. Sólo tú y yo quedamos en sus bordes. Mas, miré a mi costado, te busqué, y ya no estabas a mi lado.