Vino a mí en espiral, con vuelo de mañana, su voz hecha sonrisa de lucero del alba. Mi sangre baña el río en aleteo de agallas; queda el cuerpo sin sangre y oye la voz del alba. Está mi cuerpo frío ya tendido en la playa, y huyendo de la luz desaparece el alba. Su voz hecha sonrisa vino a mí en espiral; mi gesto sin aristas fue a ella en espiral.
Yo solo me embarqué, adónde llegaré? si el globo se perdiera, caería, en qué tierra? si el barco naufragara, me hundiría, en qué agua? yo solo me embarqué, nadie sabe porqué. ¡Pero yo sí lo sé!
Vuela mi corazón unido con los pájaros y deja entre los árboles un invisible rastro de alegría y de sangre. Las gotas de rocío se helaron en las manos abiertas y floridas de los enamorados perdidos en la brisa. Vuela mi corazón, mi corazón atado con cadenas de estrellas a la sombra de un árbol atado con cadenas y con cantos de pájaros.