
Félix María Samaniego
Poeta y Escritor Español cuyo nombre completo es Félix María Serafín Sánchez de Samaniego Zabala
Laguardia, Álava, 12 de octubre de 1745-ibídem, 11 de agosto de 1801
78 Poesías de Félix María Samaniego
- El Viejo y la Muerte
- La melindrosa, -soneto-
- La gallega, -soneto-
- El país de afloja y aprieta
- La fregona, -soneto-
- El gallo y el zorro
- La vieja y el gato
- El fraile y la monja
- El panadizo
- Soneto de Manuel, -soneto-
- Los calzones de san Francisco
- El sombrerero
- La pulga
- La campanilla
- El loro y la cotorra
- Soneto a Nice, -soneto-
- El inquisidor y la supuesta hechicera, -soneto-
- La vergüenza
- Las beatas
- El matrimonio incauto
- El pastor enamorado
- A Roma por todo
- El avaro y su mujer
- El conjuro (Samaniego)
- El cura y el muchacho
- El cañamón
- El abad y el monje, -soneto-
- La fuerza del viento
- El sueño (El jardín de Venus, Samaniego)
- Las hijas del pobre
- Diógenes en el Averno
- Las bendiciones en aumento
- El cuervo (Samaniego)
- La confesión (Samaniego)
- El onanismo
- La paga adelantada
- Décimas (El jardín de Venus, Samaniego)
- El miedo de las tormentas
- La mercadera y el tuno
- El brocal
- La semana
- Los nudos
- El raigón
- La limosna
- La postema
- El voto de los benitos
- Dora y Dido
- El resfriado
- El piñón
- El ciego en el sermón
- La procuradora y el escribiente
- Coplas del pájaro
- Las tijeras del fraile
- Los gozos de los elegidos
- La medicina de san Agustín
- Las entradas de tortuga
- El «¿pues y qué?»
- El cabo de vela
- El dios Escamandro
- La reliquia
- Quintillas
- La linterna mágica (Samaniego)
- Las lavativas
- La receta (Samaniego)
- Los relojes del soldado
- La oración de san Gregorio
- El ajuste doble
- La peregrinación
- Cualquier cosa
- Diálogo entre un tío y un sobrino
- El modo de hacer pontífices
- Al maestro, cuchillada
- Las gollerías
- El reconocimiento
- La poca religión
- La sentencia justa
- Antonio y Pepa
- Las penitencias calculadas
Poemas más populares de Félix María Samaniego
El Viejo y la Muerte
NTRE montes, por áspero camino,
Tropezando con una y otra peña,
Iba un viejo cargado con su leña.
Maldiciendo su mísero destino.
Al fin cayó, y viéndose de suerte
Que apenas levantarse ya podía.
Llamaba con colérica porfía
Una, dos y tres veces a la muerte.
Armada de guadaña, en esqueleto,
La Parca se le ofrece en aquel punto;
Pero el viejo, temiendo ser difunto.
Lleno más de terror que de respeto.
Trémulo la decía y balbuciente:
i Yo... Señora... Os llamé desesperado;
Pero...» — «Acaba; ¿qué quieres, desdichado?»
— «Que me cargues la leña solamente».
Tenga paciencia quien se crea infelice;
Que, aun en la situación más lamentable ,
Es la vida del hombre siempre amable.
El viejo de la leña nos lo dice.
Poema "El Viejo y la Muerte" de Félix María Samaniego
La melindrosa
Señor don Juan, quedito, que me enfado.
¿Besar la cara? Es mucho atrevimiento.
¿Abrazos? ¡Ay Jesús!, no lo consiento.
¿Cosquillas? No las hay por ese lado.
¿Remangarme? ¡Ay, Juanito!, ¿y el pecado?
¡Qué malos sois los hombres!... Pasos siento.
¿No es nadie? Pues, bien, vaya en un momento;
mas ¡cuidado!, no venga algún criado.
¡Jesús!, que loca soy! ¡Quién lo diría
que con un hombre yo!... ¿Cómo cristiana?,
que ya de puro gusto... ¡Ay, alma mía!
¡Traidor, déjame, vete...!, ¿Aún tienes gana?
Pues cuando tú lo logres otro día...
Pero, Juanito, ¿volverás mañana?
Poema "La melindrosa" de Félix María Samaniego
La gallega
Casó Maruxa, gruesa gallegota
de luenga agigantada catadura,
con Domingo Chaveila, tal ventura
se celebró con zambra y con chacota.
Hubo gaita, garrote, danza y bota
que festejó la posesión futura
y ella, caliente, finge una apretura
para irse a la cama sin dar nota.
Despídese la turba lastimada,
y ella, sus atavíos deponiendo,
toda la cama ocupa esparrancada.
El la dice: -Muller, eu non intiendo
donde acostarme. ¿Non?, dice agitada,
pues ella propio sellu está diciendo.
Poema "La gallega" de Félix María Samaniego