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Nicanor Parra

yo jehová decreto

-- de Nicanor Parra --

Yo jehová decreto
que se termine todo de una vez
hago la cruz al sistema solar
hay que volver al útero materno
doy por finiquitada la cosa
que no se escape nadie
que se termine todo de golpe
para qué vamos a andar con rodeos
está muy bien la guerra de viet-nam
está muy bien la operación a la próstata
yo jehová decreto la vejez
ustedes me dan risa
ustedes me ponen los nervios de punta
sólo un cretino de nacimiento
se arrodilla a venerar una estatua
francamente no sé qué decirles
estamos al borde de la tercera guerra mundial
y nadie parece darse cuenta de nada
si destruyen el mundo
¿creen que yo voy a volver a crearlo?

Poema yo jehová decreto de Nicanor Parra con fondo de libro

Juan Gelman

referencias, datos personales

-- de Juan Gelman --

A mí me han hecho los hombres que andan bajo
el cielo del mundo
buscan el brillo de la madrugada
cuidan la vida como un fuego.

Me han enseñado a defender la luz que canta conmovida
me han traído una esperanza que no basta soñar
y por esa esperanza conozco a mis hermanos.

Entonces río contemplando mi apellido, mi rostro en
el espejo
yo sé que no me pertenecen
en ellos ustedes agitan un pañuelo
alargan una mano por la que no estoy solo.

En ustedes mi muerte termina de morir.
Años futuros que habremos preparado
conservarán mi dulce creencia en la ternura,
la asamblea del mundo será un niño reunido.

Poema referencias, datos personales de Juan Gelman con fondo de libro

Manuel del Palacio

Brindis

-- de Manuel del Palacio --

Ni yo brindé jamás con vino blanco,
Ni se me ocurren versos cuando trinco,
Ni hago otra cosa que beber por cinco
Y ser cual siempre bullicioso y franco.

Pero si he de probar que no estoy manco
Y debo hasta el Parnaso dar el brinco,
Lo daré con la fuerza y el ahinco
Del que por precisión salta un barranco.

¿Qué me pedís? ¿romances ó tercetos?
¿Canto llano, ó alegre sinfonía?
¿Tristes odas, ó epigramas discretos?,

— ¿Un brindis nada más? ¡qué tontería!
Os diré como dicen los paletos:
¡Brindo por la de ustedes y la mia!

Poema Brindis de Manuel del Palacio con fondo de libro

Manuel del Palacio

Los diamantes de la corona

-- de Manuel del Palacio --

Que hubo en Palacio joyas es sabido,
Y aun se sabe también que eran muy bellas:
Solamente se ignora qué fué de ellas,
Pues, como ustedes saben, se han perdido.

Quién dice que Isabel las ha vendido,
Quién que se las llevó Pepe Botellas,
Quién que las han limpiado las doncellas,
Quién que al partir las empeñó el marido.

En esta confusión pasan las horas,
Crecen las dudas, los insultos crecen,
Hablan de honor cien voces seductoras,

Y al fin ¿qué resultado nos ofrecen?
Que hay muchos caballeros y señoras,
Pero que las alhajas no parecen.



Jaime Sabines

soy mi cuerpo

-- de Jaime Sabines --

Dispongo a dormir una semana, un mes; no me hablen.
Que cuando abra los ojos hayan crecido los niños y todas lascosas sonrían.
Quiero dejar de pisar con los pies desnudos el frío. Échenmeencima todo lo que tenga calor, las sábanas, las mantas, algunospapeles y recuerdos, y cierren todas las puertas para que no se vaya misoledad.
Quiero dormir un mes, un año, dormirme. Y si hablo dormido nome hagan caso, si digo algún nombre, si me quejo. Quiero que hagande cuenta que estoy enterrado, y que ustedes no pueden hacer nada hastael día de la resurrección.
Ahora quiero dormir un año, nada más dormir.



Mario Benedetti

grietas

-- de Mario Benedetti --

La verdad es que
grietas
no faltan
así al pasar recuerdo
las que separan a zurdos y diestros
a pequineses y moscovitas
a présbites y miopes
a gendarmes y prostitutas
a optimistas y abstemios
a sacerdortes y aduaneros
a exorcistas y maricones
a baratos e insobornables
a hijos pródigos y detectives
a borges y sábato
a mayúsculas y minúsculas
a pirotécnicos y bomberos
a mujeres y feministas
a aquarianos y taurinos
a profilácticos y revolucionarios
a vírgenes e impotentes
a agnósticos y monaguillos
a inmortales y suicidas
a franceses y no franceses
a corto o a larguísimo plazo
todas son sin embargo
remediables
hay una sola grieta
decididamente profunda
y es la que media entre la maravilla del hombre
y los desmaravilladores
aún es posible saltar de uno a otro borde
pero cuidado
aquí estamos todos
ustedes y nosotros
para ahondarla
señoras y señores
a elegir
a elegir de qué lado
ponen el pie.



Nicanor Parra

ahora que ya revelé mi secreto

-- de Nicanor Parra --

Ahora que ya revelé mi secreto
quisiera despedirme de todos ustedes
en total armonía conmigo mismo
con un abrazo bien apretado
por haber llevado a feliz término
la misión que el señor me encomendó
cuando se me apareció en sueños
hace la miseria de 22 años
juro que no le guardo rencor a nadie
ni siquiera a los que pusieron en duda mi virilidad
sepan esos reverendos señores
que soy un hombre totalmente normal
y perdonen si me he expresado en lengua vulgar
es que esa es la lengua de la gente.



Evaristo Carriego

La apostosía de Andresillo

-- de Evaristo Carriego --

Pues, aquí estoy, señores. Pues... Yo soy Andresillo,
¿no recuerdan ustedes? Yo soy aquel chiquillo
a quien el gran Quijote librara cierto día
— porque ahí encajaba bien su caballería —
de la nube de palos, que mi amo, furioso,
sobre mí descargaba ferozmente donoso.
Al pobre señor loco le hice una ruin ofensa,
maldiciendo, más tarde, su gallarda defensa,
dejándole mohino, cabizbajo y corrido —.
(Sé que fuí un mentecato). Después, arrepentido,
al correr de los años, comprendiendo la humana
obra que yo pagase con acción tan villana,
deseoso de la gracia del noble caballero,
sobre su incierto rumbo interrogué al ventero
y el muy bellaco, riendo, me relató su muerte...
(Desde entonces empieza lo malo de mi suerte.)



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