Buscar Poemas con Trocando


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Se han encontrado 7 poemas con la palabra trocando

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Amado Nervo

hasta muriéndote

-- de Amado Nervo --

Hasta muriéndote me hiciste bien,
porque la pena de aquel edén
incomparable que se perdió,
trocando en ruego mi vieja rima,
llevó mis ímpetus hacia la cima,
pulió mi espíritu como una lima
y como acero mi fe templó.
Hoy, muy dolido, mas ya sereno,
por ti quisiera ser siempre bueno,
de los que sufren tengo piedad;
en mi alma huérfana, sólo dios priva,
nada mi vuelo mental cautiva,
y es mi esperanza cual siempreviva
que se se abre a un beso de eternidad.

Poema hasta muriéndote de Amado Nervo con fondo de libro

Lope de Vega

A la primera luz que al viento mueve

-- de Lope de Vega --

A la primera luz que al viento mueve,
trágico ruiseñor en la ribera,
joven almendro erró la primavera,
y, anticipado, a florecer se atreve.

Pero trocando en átomos de nieve
el blando soplo al céfiro, la fiera
mano del austro, en turbulenta esfera,
las flores desmayó fímera breve.

Así mozo infeliz, cuando le advierte
el valle, el prado en flor anticipada,
desmaya ramas y pimpollos vierte.

Siendo de aquella fábrica dorada
tan breve el fin, que aun ignoró la Muerte
si fue con la desdicha o con la espada.

Poema A la primera luz que al viento mueve de Lope de Vega con fondo de libro

Lope de Vega

Alta sangre real, claro Felipe

-- de Lope de Vega --

Alta sangre real, claro Felipe,
a cuyo heroico y generoso pecho
el límite africano vino estrecho,
aunque en grandeza a Europa se anticipe,

porque el cielo ordenó que participe
de otro imperio mayor vuestro derecho
y que se ocupen en tan alto hecho
los cisnes de las fuentes de Aganipe;

tanto os estima a vos, Príncipe, solo,
que un día aventuró para ganaros
con cuatro reyes veinte mil personas,

trocando el bajo por el alto polo,
a Fez en Fe, y a vuestros montes claros
por claros cielos y por mil coronas.

Poema Alta sangre real, claro Felipe de Lope de Vega con fondo de libro

Lope de Vega

Por convidado un sátiro tenía

-- de Lope de Vega --

Por convidado un sátiro tenía
un hombre, a cuyo rostro estando atento,
consideró que con un mismo aliento
calienta el frío y la comida enfría.

A las fieras después, «Guardaos decía
de un animal que con diverso intento,
trocando solamente el movimiento,
varios efectos de una causa cría.

Tal es la lengua, si aborrece o ama,
que lo que ama alaba y engrandece,
y vitupera aquello que desama.

Julio, ¿a qué fiera Antandro se parece,
que porque no se envidia no se infama,
y porque no se ve no se aborrece?



Manuel del Palacio

Despedida

-- de Manuel del Palacio --

Cual deja el ruiseñor la enamorada
Doncella de quien fué cautivo un día,
Trocando por el valle en que vivía
Tiernos halagos y prisión dorada:

Tal dejo yo vuestra amistad preciada,
Dulce consuelo de la pena mia,
Mi libertad buscando y mi alegría,
Únicos bienes de mi edad cansada.

Pronto entre brumas al perder el puerto
Soñaré con el puerto suspirado
De las iras del mar término incierto:

¡Voy á partir! Los que me habeis amado
Recibid estas lágrimas que vierto;
¡No tiene más que dar el desterrado!



Juan de Arguijo

Andrómeda y Perseo

-- de Juan de Arguijo --

Expuesta en firme escollo al mar insano
La no culpada hija de Cefeo,
Mueve á piedad el reino de Nereo,
Remedio á su dolor pidiendo en vano,

Cuando rompiendo el aire con liviano
Vuelo se muestra el vencedor Perseo,
Que con el gran despojo meduseo
Orna glorioso la triunfante mano.

De la doncella el llanto y la hermosura
Enviaron á un tiempo al pecho fuerte
De lástima y amor agudas flechas.

Del mar la libra y de la bestia dura,
Trocando en vida la temida muerte,
Y en nupciales cantares las endechas.



Juan de Tassis y Peralta

a la muerte de d. rodrigo calderón

-- de Juan de Tassis y Peralta --

Éste que en la fortuna más subida
no cupo en sí, ni cupo en él su suerte,
viviendo pareció digno de muerte,
muriendo pareció digno de vida.
¡Oh providencia nunca comprendida,
auxilio superior, aviso fuerte:
el humo en que el aplauso se convierte
hace la misma afrenta esclarecida!
purificó el cuchillo los perfectos
medios que religión celante ordena
para ascender a la mayor victoria,
y trocando las causas sus efectos,
si glorias le conducen a la pena,
penas le restituyen a la gloria.



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