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-- de Adelardo López de Ayala --
¡Dame, Señor, la firme voluntad,
compañera y sostén de la virtud;
la que sabe en el golfo hallar quietud
y en medio de las sombras claridad:
la que trueca en tesón la veleidad
y el ocio en perenal solicitud,
y las ásperas fiebres en salud,
y los torpes engaños en verdad!
Y así conseguirá mi corazón
que los favores que a tu amor debí,
te ofrezcan algún fruto en galardón...
Y aun tú, Señor, conseguirás así
que no llegue a romper mi confusión
la imagen tuya que pusiste en mí.
Poema "Plegaria (López de Ayala)" de Adelardo López de Ayala
-- de Adelardo López de Ayala --
AME, Señor, la firme voluntad,
Compañera y sostén de la virtud;
La que sabe en el golfo hallar quietud
Y en medio de las sombras claridad:
La que trueca en tesón la veleidad
Y el ocio en perennal solicitud,
Y las ásperas fiebres en salud,
Y los torpes engaños en verdad!
Y así conseguirá mi corazón
Oue los favores que a tu amor debí
Te ofrezcan algún fruto en galardón...
Y aun tú, Señor, conseguirás así
Que no llegue a romper mi confusión
La imagen tuya que pusiste en mí.
Poema "Plegaria." de Adelardo López de Ayala
-- de Amado Nervo --
¿por qué tú que me amabas con esa multiforme
solicitud celeste, me dejas hoy? ¿por qué
no acudes a mis lágrimas?
es un misterio enorme...
Es un misterio enorme..., ¡Pero yo lo sabré!
Poema "¿por qué" de Amado Nervo
-- de Salomé Ureña --
¿por qué te asustas, ave sencilla?
¿por qué tus ojos fijas en mí?
yo no pretendo, pobre avecilla,
llevar tu nido lejos de aquí.
Aquí, en el hueco de piedra dura,
tranquila y sola te vi al pasar,
y traigo flores de la llanura
para que adornes tu libre hogar.
Pero me miras y te estremeces,
y el ala bates con inquietud,
y te adelantas, resuelta, a veces,
con amorosa solicitud.
Porque no sabes hasta qué grado
yo la inocencia sé respetar,
que es, para el alma tierna, sagrado
de tus amores el libre hogar.
¡Pobre avecilla! vuelve a tu nido
mientras del prado me alejo yo;
en él mi mano lecho mullido
de hojas y flores te preparó.
Mas si tu tierna prole futura
en duro lecho miro al pasar,
con flores y hojas de la llanura
deja que adorne tu libre hogar.
Poema "el ave y el nido" de Salomé Ureña
-- de Baltasar del Alcázar --
A Job el diablo tentó
con tanta solicitud,
que los bienes, la salud
y los hijos le quitó.
Más no pudiendo vencer
su virtud, por inquietarle,
trató de desesperarle
y le dejó... La mujer.
Poema "Job (Epigrama)" de Baltasar del Alcázar