Buscar Poemas con Señor


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Se han encontrado 21 poemas cortos con la palabra señor

Caridad (Castro)

-- de Vicenta Castro Cambón --

Señor, cuando a la busca de una oveja perdida
al camino te lanzas, el alma agradecida
se anonada y no acierta la palabra de amor.
Señor, yo sé que vienes en busca de mi hada
y a la puerta te aguardo de mi pobre morada;
más sólo sé decirte: ¡Heme a tus pies, Señor!

Poema Caridad (Castro) de Vicenta Castro Cambón con fondo de libro

Antonio Machado

Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería

-- de Antonio Machado --

Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería.
Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar.
Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía.
Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar.

Poema Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería de Antonio Machado con fondo de libro

José Asunción Silva

Idilio - 2

-- de José Asunción Silva --

—Ella lo idolatró y Él la adoraba...
—¿Se casaron al fin?
—No, señor, Ella se casó con otro
—¿Y murió de sufrir?
—No, señor, de un aborto.
—¿Y Él, el pobre, puso a su vida fin?
—No, señor, se casó seis meses antes
del matrimonio de Ella, y es feliz.

Poema Idilio - 2 de José Asunción Silva con fondo de libro

José Martí

señor, aún no ha caído

-- de José Martí --

Señor, aún no ha caído
el roble, a padecer por ti elegido;
aún suena por su fibra
rota el eco del golpe: aún tiembla y vibra
dentro el tronco el acero, al aire el cabo:
aún es por la raíz del suelo esclavo:
señor, el hacha fiera
blande y retiemble, y este roble muera.



Alfonsina Storni

La que comprende

-- de Alfonsina Storni --

Con la cabeza negra caída hacia adelante
Está la mujer bella, la de mediana edad,
Postrada de rodillas, y un Cristo agonizante
Desde su duro leño la mira con piedad.

En los ojos la carga de una enorme tristeza,
En el seno la carga del hijo por nacer,
Al pie del blanco Cristo que está sangrando reza:
Señor, el hijo mío que no nazca mujer!



Amado Nervo

resurrección

-- de Amado Nervo --

Yo soy tan poca cosa, que ni un dolor merezco...
Mas tú, padre, me hiciste merced de un gran dolor.
Ha un año que lo sufro, y un año ya que crezco
por él en estatura espiritual, señor.
¡Oh dios, no me lo quites! él es la sola puerta
de luz que yo vislumbro para llegar a ti.
Él es la sola vida que vive ya mi muerta:
mi llanto, diariamente, la resucita en mí.



César Vallejo

es lo contrario de lo que quiero decir

-- de César Vallejo --

Este mármol no es escultura
y este cuadro no es pintura
igual a:
este señor no es un hombre
ya está
ya está
se acabó



José Tomás de Cuellar

Al poeta mexicano D. Juan Ruiz de Alarcón

-- de José Tomás de Cuellar --

BROTÓ en el primer día
De la mirada del Señor radiante,
Cual torrente fecundo,
La luz que inunda el anchuroso mundo;
A sus reflejos mil, aparecieron
Nubes de vistosísimos colores
Que en el diáfano espacio se extendieron
A los primeros fúlgidos albores.



Antonio Lussich

Dedicatoria (Lussich)

-- de Antonio Lussich --

Al señor don Rafael Hernández



Miguel Moreno

Perdida

-- de Miguel Moreno --

¿Qué he perdido? ¡Mi lengua se resiste
a pronunciar el adorado nombre!
Corazón, ¿qué perdiste?
-Lo que más dulce en la pasión existe,
Señor, lo más querido para el hombre:
¡Una alma! ¡Esa alma tuya que me diste!



Miguel Unamuno

A mi ángel

-- de Miguel Unamuno --

Cúbreme con tus alas, ángel mío,
haciendo de ellas nube que no pasa;
tú proteges la mente á la que abrasa
la cara del Señor, mientras el río

del destino bajamos. Pues confío
que cuando vuelva á la paterna casa,
no ya velada la verdad, mas rasa
contemplar pueda á todo mi albedrío.



Miguel Unamuno

En la mano de Dios

-- de Miguel Unamuno --

Cuando, Señor, nos besas con tu beso
que nos quita el aliento, el de la muerte,
el corazón bajo el aprieto fuerte
de tu mano derecha queda opreso.

Y en tu izquierda, rendida por su peso
quedando la cabeza, á que revierte
el sueñio eterno, aun lucha por cojerte
al disiparse su angustiado seso.



Miguel Unamuno

En mi cuadragésimo sexto cumpleaños

-- de Miguel Unamuno --

Ahora que ya por fin ganó la cumbre,
á mis ojos la niebla cubre el valle
y no distingo á donde va la calle
de mi descenso. Con la pesadumbre

de los agüeros vuelvo hacia la lumbre
que mengua la mirada. Que se acalle
te pido esta mi ansión y que tu dalle
siegue al cabo, Señor, toda mi herrumbre.



Miguel Unamuno

La manifestación antiliberal

-- de Miguel Unamuno --

Válanos el Señor y nos socorra
ante esta energuménica avalancha,
y quién los ilumina y los engancha?
que ya no es la paloma, es una zorra.

Ni eso tampoco es cruz, Es cachiporra
que rompiendo cabezas las ensancha
y en bautismo de sangre así las mancha;
ni evangelio eso es, si no camorra.



Miguel Unamuno

Mi cielo

-- de Miguel Unamuno --

Días de ayer que en procesión de olvido
llevais á las estrellas mi tesoro,
no formareis en el celeste coro
que ha de cantar sobre mi eterno nido?

Oh Señor de la vida, no te pido
si no que ese pasado por que lloro
al cabo en rolde á mi vuelto sonoro
me dé el consuelo de mi bien perdido.



Miguel Unamuno

Satán

-- de Miguel Unamuno --

Pobre Satán! botado del escaño
del trono del Señor de las mercedes
tú que ablandar con lágrimas no puedes
el temple diamantino de tu daño.

Que no puedes llorar. Satán huraño,
preso del miedo único en las redes,
del miedo á la verdad, á que no cedes
pobre Satán, padre del desengaño!



Miguel Unamuno

Señor, no me desprecies

-- de Miguel Unamuno --

Señor, no me desprecies y conmigo
lucha; que sienta al quebrantar tu mano
la mía, que me tratas como á hermano.
Padre, pues beligerancia consigo

de tu parte; esa lucha es la testigo
del origen divino de lo humano.
Luchando así comprendo que el arcano
de tu poder es de mi fé el abrigo.



Miguel Unamuno

Y ¿qué es eso?

-- de Miguel Unamuno --

Y ¿qué es eso del Infierno?
me dirás.
Es el revés de lo eterno,
nada más.

Que yacer en el olvido
del Señor
es el infierno temido
del Amor.



Baltasar del Alcázar

La capa

-- de Baltasar del Alcázar --

No es delito contra el Papa
que os riáis, señor Centeno;
pero no tengo por bueno
que se ría vuestra capa.
Y si ropero que os fíe
otra capa no tenéis,
mejor será que lloréis,
cuando la capa se ríe.



Cristóbal de Castillejo

a un mal pagador

-- de Cristóbal de Castillejo --

Pues no se escusa perderos,
según que camino va,
yerro pienso que será
dexar perder mis dineros.

Y pues por tan poco precio
perderme, señor, queréis,
más quiero que me acuséis
de importuno que de necio.



Cristóbal de Castillejo

su chamarra a canseco

-- de Cristóbal de Castillejo --

Señor, vos buscáis mi mengua;
mucha queja de vos tengo,
pues sabiendo dó yo vengo,
no tenéis tiento en la lengua.

Mis tachas parecerán
que a vuestra causa mezquina
caballeros de medina
mal amenazado me han.



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