Buscar Poemas con Prodigioso


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Se han encontrado 7 poemas con la palabra prodigioso

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Lope de Vega

Tantas virtudes, honras, glorias, famas

-- de Lope de Vega --

Tantas virtudes, honras, glorias, famas,
sólo se hallarán, Álvaro famoso,
en sangre de Guzmán, que el generoso
tronco produce siempre iguales ramas.

Que muestre el sol al Austro ardientes llamas
es fuerza, está en la suya poderoso,
pero al Oriente es caso prodigioso;
tal es la luz con que al nacer te inflamas.

En el mirar al sol claro y sereno,
para que de sus dudas se confirme,
es del águila el hijo conocido.

Probándote a su sol, Guzmán el Bueno,
llamarte puede, viéndote tan firme,
corona y gloria de su excelso nido.

Poema Tantas virtudes, honras, glorias, famas de Lope de Vega con fondo de libro

Jorge Guillén

desnudo

-- de Jorge Guillén --

Blancos, rosas... Azules casi en veta,
retraídos, mentales.
Puntos de luz latente dan señales
de una sombra secreta.
Pero el color, infiel a la penumbra,
se consolida en masa.
Yacente en el verano de la casa,
una forma se alumbra.
Claridad aguzada entre perfiles,
de tan puros tranquilos
que cortan y aniquilan con sus filos
las confusiones viles.
Desnuda está la carne. Su evidencia
se resuelve en reposo.
Monotonía justa: prodigioso
colmo de la presencia.
¡Plenitud inmediata, sin ambiente,
del cuerpo femenino!
ningún primor: ni voz ni flor. ¿Destino?
¡oh absoluto presente!

Poema desnudo de Jorge Guillén con fondo de libro

Juan de Arguijo

Horacio Cocles

-- de Juan de Arguijo --

Con prodigioso ejemplo de osadía
Un hombre miro en la romana puente
Resistir solo de la etrusca gente
El grueso campo que pasar porfia.

Ni la enemiga fuerza le desvia,
Ni de su vida el cierto fin presente;
Que su valor dejar no lo consiente
La difícil empresa en que insistía.

Oigo del roto puente el son fragoso
Cuando al Tibre el varon se precipita
Armado, y sale de él con nueva gloria;

Y al mismo punto escucho del gozoso
Pueblo las voces, que aclamando grita:
«¡Viva Horacio; de Horacio es la vitoria!»

Poema Horacio Cocles de Juan de Arguijo con fondo de libro

Gaspar María de Nava Álvarez

Retrato de la tristeza del doctor Young

-- de Gaspar María de Nava Álvarez --

Sobre la negra tumba recostado
está el anciano Young. Contempla atento
bajo la losa todo su contento,
porque nada la Muerte le ha dejado.

Con lágrimas su rostro está bañado,
y temblando su cuerpo macilento.
Sólo consta de un ¡ay! su triste acento,
que resuena en el techo embovedado.

Supremo Ser, exclama que, subido
sobre el cerco de estrellas prodigioso,
ves con tedio al que gusta de esta vida,

¿cuándo será mi espíritu impelido
de tu potente diestra y con reposo
hará junto a tu trono su manida?



El anillo (Calderón)

-- de El Solitario --

Ve, pobre anillo, hasta la linda mano
de la hermosa que adora mi fiel pecho.
Ve, ve, cumple y disfruta satisfecho
de galardón tan alto y soberano.

Dile pues que en tu óvalo galano
quisiera yo enlazar con dulce estrecho
mi blando corazón, de cera hecho,
con el suyo, aunque helado y tan tirano.

En tu círculo de oro misterioso,
y en el firme diamante que te adorna,
el más constante eterno amor aprenda:

Mas si me vende, el cerco prodigioso,
tú mismo con estrépito trastorna,
y así esta magia su traición reprenda.



Nicasio Álvarez de Cienfuegos

Por su carrera el sol iba corriendo

-- de Nicasio Álvarez de Cienfuegos --

Por su carrera el sol iba corriendo
cual acostumbra a hacer todos los días
y salido, mi Files, aún no habías
para irte con tus soles encubriendo.

Yo me estaba allá adentro consumiendo
al ver que tú de casa no salías
y por lo mismo el sol no oscurecías
antes bien le dejabas ir luciendo.

Mas al fin advertí ya venturoso
que ibas por la escalera ya bajando.
Saliste pues al fin con traje airoso,

quédeme al sol atento yo mirando
y noto ¡caso raro y prodigioso!
que como antes seguí iluminando.



Francisco Villaespesa

la dama vestida de blanco

-- de Francisco Villaespesa --

Jardín blanco de luna, misterioso
jardín a toda indagación cerrado,
¿qué palabra fragante ha perfumado
de jazmines la paz de tu reposo?
es un desgranamiento prodigioso
de perlas, sobre el mármol ovalado
de la fontana clásica: un callado
suspirar; un arrullo tembloroso...
Es el amor, la vida... ¡Todo eso
hecho canción! la noche se ilumina;
florecen astros sobre la laguna...
¿Es la luna que canta al darte un beso,
o el ruiseñor que estremecido trina
al recibir los besos de la luna?



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