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Se han encontrado 20 poemas con la palabra pinta

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José Martí

pinta mi amigo el pintor

-- de José Martí --

xl
pinta mi amigo el pintor
sus angelones dorados,
en nubes arrodillados,
con soles alrededor.
Pínteme con sus pinceles
los angelitos medrosos
que me trajeron, piadosos,
sus dos ramos de claveles.

Poema pinta mi amigo el pintor de José Martí con fondo de libro

Adelardo López de Ayala

La rosa de la aldeana

-- de Adelardo López de Ayala --

Donosa aldeana
de negro cabello,
de rostro más bello
que fresca mañana:
detente; te llamo
temblando de amor;
desata ese ramo
y dame una flor.

Marchito y sin vida
tu ramo, aldeana,
acaso mañana
ninguno lo pida;
mas hoy que lo pinta
la luz del amor,
desata esa cinta
y dame una flor.

No llores, amada,
no muestres despecho;
que llevo en el pecho
tu imagen grabada.
¡Dichosa mañana!
¡Dichoso mi amor!
Me dio la aldeana
la rosa mejor.

Poema La rosa de la aldeana de Adelardo López de Ayala con fondo de libro

Alfonsina Storni

Cara copiada

-- de Alfonsina Storni --

Es la cara de un niño transparente, azulosa,
Como si entre los músculos y la piel de la cara
Una napa de leche lentamente rodara.
En ella solamente la boca es una rosa.

Y detrás de ese cutis de lavada azucena
Otra cara se esconde, fuertemente esculpida;
Es aquella del hombre que le ha dado la vida
Y se mueve en sus rasgos y los gestos le ordena:

Mira con inocencia y es dura su mirada.
Su sonrisa es tranquila y en el fondo es taimada:
Hay huellas en la fresca ternura de su pulpa.

Ya en la boca se pinta la blandura redonda
Que dan los besos largos y en su nariz la honda
Codicia de la especie. ¡Y carece de culpa!

Poema Cara copiada de Alfonsina Storni con fondo de libro

Leandro Fernández de Moratín

Sabia Polimnia

-- de Leandro Fernández de Moratín --

Sabia Polimnia en razonar sonoro
verdades dicta, disipando errores;
mide Urania los cercos superiores
de los planetas y el luciente coro.

Une en la historia el interés decoro
Clío y Euterpe canta los pastores;
mudanzas de la suerte y sus rigores
Melpómene feroz, bañada en lloro;

Calíope victorias; danzas guía
Terpsícore gentil; Erato en rosas
cubre las flechas del amor y el arco;

pinta vicios ridículos Talía
en fábulas que anima deleitosas;
y ésta le inspira al español Inarco.



Leopoldo Lugones

Las horas doradas

-- de Leopoldo Lugones --

Cuatro bellezas tiene el año,
Cuatro bellezas como tú,
Que me enumera el bonzo extraño
Con su puntero de bambú.

Es la primera, al desperezo
De un amor todavía leve,
La temprana flor del cerezo
Que se mezcla a la última nieve.

La segunda es el sol del estío,
Que en el kaki de fuego y miel,
Pinta al amante desvarío
La mordedura dulce y cruel.

Cuando el amor se acendra en lloro
Y el otoño agobia la rama,
La tercera es la luna de oro
Sobre el lejano Fuziyama.

Y la belleza del invierno
Es el frío, el frío sutil
Que refugia en mi pecho tierno
Tus lentas manos de marfil.

Mas se equivoca el bonzo extraño
Con su doctrina y su bambú.
Cuatro bellezas tiene el año,
Pero ninguna como tú.



Pablo Neruda

cuál es el trabajo forzado

-- de Pablo Neruda --

Cuál es el trabajo forzado
de hitler en el infierno?
pinta paredes o cadáveres?
olfatea el gas de sus muertos?
le dan a comer las cenizas
de tantos niños calcinados?
o le han dado desde su muerte
de beber sangre en un embudo?
o le martillan en la boca
los arrancados dientes de oro?



Gabino Alejandro Carriedo

recomendaciones para domesticar a un avestruz

-- de Gabino Alejandro Carriedo --

Primero se le coge de una pata,
luego se le propina un puntapié,
más tarde se le da un terrón de azúcar
y acto seguido pan y leche y palos.
Transcurridos seis meses por lo menos
diciendo abracadabra se le cuelga
de un árbol muy frondoso de tal guisa
que pasar pueda ver los autobuses.
Después de encomendarle a san pancracio
patrono de las aves de corral,
se le cortan las alas, se le pinta
de amarillo y azul la cresta y basta.
Y a esperar, esperar... Todo en la vida
ya sabemos que es cosa de paciencia.
Si esto hacéis, yo os prometo que algún día
podréis llevar a un avestruz al cine.



Gutierre de Cetina

si no fuese juzgado atrevimiento

-- de Gutierre de Cetina --

Si vuestra crueldad lo comportase,
que vuestro servidor llamar osase,
de solo el nombre viviría contento.
Tal os pinta en mi alma el pensamiento
que no os miré jamás que no juzgase
temeridad el bien que desease,
y de tal desvarío me arrepiento.
Enójome de haber más deseado,
y acusando a mí mismo mi locura,
de cuanto deseé no quiero nada.
Sólo en veros consiste mi ventura;
todo lo por venir me desagrada;
el bien presente es más que el mal pasado.



Gutierre de Cetina

luz que en el fuego vivo, en el tormento

-- de Gutierre de Cetina --

Mayor que se haya visto entre mortales,
ardéis mi corazón con ansias tales
que en medio de su mal vive contento;
si las partes que en vos escribo y siento
a vuestro merescer no son iguales,
excúsenme con vos mis propios males,
que embarazan el flaco entendimiento.
Y si no puede haber cosa que sea
igual a lo que sois, ¿cómo podría
mostraros comparando al que no os vea?,
salvo pintando un bien la fantasía
con la imaginación, cual lo desea
y cual os pinta agora el alma mía.



Salvador Díaz Mirón

A una dama (Salvador Díaz Mirón)

-- de Salvador Díaz Mirón --

Bailas por antojo que al mancebo engríe;
y "escotada" luces dos hechizos fuera,
y en el rubio monte de tu cabellera
una flor de grana bruscamente ríe.

¡Pasas, huyes, tornas y el placer deslíe
fósforo combusto que te pinta ojera,
y tu maridazo mira errar la hoguera
y nada barrunta que le contraríe!

¡Y en el rubio monte de tu cabellera
una flor de grana bruscamente ríe!



Salvador Díaz Mirón

Lance

-- de Salvador Díaz Mirón --

Es un viejo borracho que me provoca,
que me cierra el camino y al diablo evoca,
recio, locuaz, inmundo, descalzo y fiero,
con terribles ojazos de un gris de acero
y con una calvicie de yerma roca.
-La testa perdió greña, razón y toca.

Hasta el pecho la barba se le desliza,
como espuma de arroyo por cana y riza.
La diestra dura y fuerte, como una marra,
enseña entre uñas corvas, como de garra,
pipa roja con aire de cruenta triza.
-La mano es tan aleve como maciza.

Paro el corcel fogoso y alzo la fusta...
-Occiduo el Sol corona cúspide augusta,
y el ebrio tiene al rubro y oblicuo rayo
sangre a linfas rebelde que aun pinta el sayo-.
Y me afirmo en el potro, y él se me asusta,
y el anciano derriba y en lodo incrusta.



Antonio Machado

La luna, la sombra y el bufón

-- de Antonio Machado --

I
Fuera, la luna platea
cúpulas, torres, tejados;
dentro, mi sombra pasea
por los muros encalados.
Con esta luna parece
que hasta la sombra envejece.
Ahorremos la serenata
de una cenestesia ingrata,
y una vejez intranquila,
y una luna de hojalata.
Cierra tu balcón, Lucila.

II
Se pinta panza y joroba
en la pared de mi alcoba.
Canta el bufón:
¡Qué bien van,
en un rostro de cartón,
unas barbas de azafrán!
Lucila, cierra el balcón.



Meira Delmar

sombra y vuelo

-- de Meira Delmar --

Por el camino,
junto a mi sombra,
el mediodía pinta el vuelo
de una mariposa.
Pienso en tu recuerdo
que va conmigo.
!--Img



Fernando de Herrera

En tu cristal movible la belleza

-- de Fernando de Herrera --

En tu cristal movible la belleza
veo, Nereo padre, figurada
de mi luz, que de rayos coronada,
muestra alegre su gracia y su grandeza.

Tus ondas vibran y arden con la alteza
de la llama titania, y la rosada
frente alabo, y de púrpura imitada
en ellas, y de nieve la pureza.

Si alzo al polo los ojos, donde junto
te pinta su color, presente miro
de mi lucero el dulce ardor florido.

Y dudoso del bien, al mismo punto
vuelvo, y en tu fulgente ponto admiro
su esplendor, y en el cielo dividido.



José de Espronceda

a

-- de José de Espronceda --

Marchitas ya las juveniles flores,
nublado el sol de la esperanza mía,
hora tras hora cuento y mi agonía
crecen y mi ansiedad y mis dolores.
Sobre terso cristal ricos colores,
pinta alegre tal vez mi fantasía,
cuando la triste realidad sombría
mancha el cristal y empaña sus fulgores.
Los ojos vuelvo en incesante anhelo,
y gira entorno indiferente el mundo,
y entorno gira indiferente el cielo.
A ti las quejas de mi mal profundo,
hermosa sin ventura, yo te envío:
mis versos son tu corazón y el mío.



José de Espronceda

A *** (Espronceda)

-- de José de Espronceda --

Marchitas ya las juveniles flores,
Nublado el sol de la esperanza mía,
Hora tras hora cuento y mi agonía
Crecen y mi ansiedad y mis dolores.

Sobre terso cristal ricos colores,
Pinta alegre tal vez mi fantasía,
Cuando la triste realidad sombría
Mancha el cristal y empaña sus fulgores.

Los ojos vuelvo en incesante anhelo,
Y gira entorno indiferente el mundo,
Y entorno gira indiferente el cielo.

A ti las quejas de mi mal profundo,
Hermosa sin ventura, yo te envío:
Mis versos son tu corazón y el mío.



José Martí

a adelaida baralt

-- de José Martí --

De una novela sin arte
la comisión ahí le envío:
¡bien haya el pecado mío
ya que a vd. Le deja parte!
cincuenta y cinco fue el precio:
la quinta es de vd., La quinta
de cincuenta y cinco, pinta
once, si yo no soy necio.
Para alivio de desgracias
¡sea! : de lo que yo no quiero
aliviarme es del sincero
deber de darle las gracias.



Clemente Althaus

Imitaciones

-- de Clemente Althaus --

I

Breve carta, oh bella infiel,
mi inmensa pasión mal pinta:
y si la mar fuera tinta
y el cielo fuera papel,
antes que poder pintar
mi amor y constante duelo,
se llenara todo el cielo
y se secara la mar.

II

¿No te parece, di, mortal pecado
robarme y no volverme el corazón?
¿Qué sacerdote, di, te ha confesado,
que te ha podido dar la absolución?

III

A Roma la celebrada
para ver San Pedro fui,
y estuve casi en la entrada:
pero me acordé de ti
y me volví sin ver nada.

IV

A mirar el cielo ven:
¡Qué de estrellas! pues son más
los pesares que me das
con tu continuo desdén.

V

Dicen que a casarte vas:
¡Ah! no te cases: espera;
deja que ésta triste muera
Y después te casarás.

VI

Perdí mi corazón, y todos dicen
que tú lo has encontrado:
devuélvemelo pues, niña del alma,
o dame el tuyo en cambio.

VII

A ti pie siento llevar,
privado de mi albedrío,
como el arroyuelo al río
o como el río a la mar.



Rubén Darío

El reino interior

-- de Rubén Darío --

NA selva suntuosa
En el azul celeste su rudo perfil calca.
Un camino. La tierra es de color de rosa,
Cual la que pinta fra Doménico Cavalca
En sus Vidas de santos. Se ven extrañas flores



Rubén Darío

J. J. Palma

-- de Rubén Darío --

Ya de un corintio templo cincela una metopa,
Ya de un morisco alcázar el capitel sutil;
Ya, como Benvenuto, del oro de una copa
Forma un joyel artístico, prodigio del buril.

Pinta las dulces Gracias, o la desnuda Europa,
En el pulido borde de un vaso de marfil,
O a Diana, diosa virgen de desceñida ropa,
Con aire cinegético, o en grupo pastoril.

La musa que al poeta sus cánticos inspira
No lleva la vibrante trompeta de metal,
Ni es la bacante loca que canta y que delira,

En el amor fogosa, y en el placer triunfal:
Ella al cantor ofrece la septicorde lira,
O, rítmica y sonora, la flauta de cristal.



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