Buscar Poemas con Perdonado


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Se han encontrado 8 poemas con la palabra perdonado

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Diego Hurtado de Mendoza

Como el triste que a muerte es condenado

-- de Diego Hurtado de Mendoza --

Como el triste que á muerte es condenado
Gran tiempo há, y lo sabe y se consuela,
Que el uso de vivir siempre en cuidado
Hace que no se sienta ni se duela,

Si le hacen creer que es perdonado
De morir cuando menos se recela,
La congoja y dolor siente doblado,
Y mas el sobresalto lo desvevla;

Ansí yo, que en miserias hice callo,
Si alguna vanagloria me era dada,
Presto me vi sin ella y olvidado.

Amor lo dió y amor pudo quitallo;
La vida congojosa toda es nada,
Y ríese la muerte del cuidado.

Poema Como el triste que a muerte es condenado de Diego Hurtado de Mendoza con fondo de libro

Juan Boscán

Como el triste que a muerte está juzgado

-- de Juan Boscán --

SONETO CVIII

Como el triste que a muerte está juzgado,
y de esto es sabidor de cierta ciencia,
y la traga y la toma en paciencia,
poniéndose al morir determinado.

Tras esto dícenle que es perdonado,
y estando así se halla en su presencia
el fuerte secutor de la sentencia
con ánimo y cuchillo aparejado:

así yo, condenado a mi tormento,
de tenelle tragado no me duelo,
pero, después, si el falso pensamiento

me da seguridad de algún consuelo,
volviendo el mal, mi triste sentimiento
queda envuelto en su sangre por el suelo.

Poema Como el triste que a muerte está juzgado de Juan Boscán con fondo de libro

Teófilo V. Méndez Ramos

Flores de cementerio

-- de Teófilo V. Méndez Ramos --

Florecerán las rosas... Pero al cierzo
del invierno estarán descoloridas.

Al contemplarlas mustias,
cual enjambre de negras mariposas
se posarán en tu alma
los recuerdos de dichas que ya huyeron,
de muertas ilusiones.

Y evocaras, a solas,
mis instantes de angustia, de hondo anhelo,
de un poco de tu amor que no llegaba
y el mundo de ilusiones que forjara
para ti, solamente, mi alma enferma.

Al fin comprenderás que fui sincero,
que te amé sobre todas las mudables
y efímeras cosas de la vida;
y al fin comprenderás que soy el mismo,
porque te he perdonado de la herida
que abriste sin saberlo en mi pobre alma.

Florecerán las rosas... Pero al cierzo
del invierno estarán descoloridas.

Poema Flores de cementerio de Teófilo V. Méndez Ramos con fondo de libro

Julio Flórez

¿quién oye

-- de Julio Flórez --

De noche, bajo el cielo desolado,
pienso en tu amor y pienso en tu abandono,
y miro, en mi interior, deshecho el trono
que te alcé como a un ídolo sagrado.
Al ver mi porvenir despedazado
por tu infidelidad, crece mi encono;
mas, como sé que sufres, te perdono.
¡Oh!... ¡Tú, jamás me hubieras perdonado!
mis lágrimas, en trémulo derroche,
ruedan al fin.. Y al punto, en inaudito
arranque, a dios elevo mi reproche.
Pero se pierde, entre el negror mi grito
y sólo escucho, en medio de la noche,
del silencio el monólogo infinito.
Julio flórez



Julio Flórez

¿Quién oye?

-- de Julio Flórez --

Poem

De noche, bajo el cielo desolado, pienso en tu amor y pienso en tu abandono, ¡y miro en mi interior deshecho el trono que te alcé como a un ídolo sagrado!

¡Al ver mi porvenir despedazado por tu infidelidad, crece mi encono! Mas, como sé que sufres, te perdono... ¡Oh, tú jamás me hubieras perdonado!

Mis lágrimas, en trémulo derroche, ruedan al fin, y luego, en inaudito arranque, a Dios elevo mi reproche...

¡Pero se pierde entre el negror mi grito y sólo escucho, en medio de la noche, del silencio el monólogo infinito!



Francisco de Quevedo

parnaso español 37

-- de Francisco de Quevedo --

Porque el azufre sacro no te queme,
y toque el robre, sin haber pecado,
¿será razón que digas, obstinado,
cuando jove te sufre, que te teme?
¿qué tu boca sacrílega blasfeme
porque no eres bidéntal evitado?
¿qué en lugar de enmendarte, perdonado,
tu obstinación contra el perdón se extreme?
¿por eso jove te dará algún día
la barba tonta y las dormidas cejas,
para que las repele tu osadía?
a dios, ¿con qué le compras las orejas?
que parece asquerosa mercancía
intestinos de toros y de ovejas.



Francisco Sosa Escalante

La pecadora

-- de Francisco Sosa Escalante --

Si fuera cierto que el amor redime,
Y la angustia y dolor en paz serena
Se tornan, una vez que el alma llena
De encanto celestial pasión sublime,

Oh Laura seductora! acaso, dime
¿No serias contrita Magdalena?
Allí en tu frente blanca de azucena
¿Qué haria la mancha que el pecado imprime?

Amor te daba el corazón ardiente
Del hombre que te habia perdonado;
Mas ay! en tu alma destructor torrente

Existe contenido, no cegado,
Y á pesar de los sueños del presente
Se mira que renace tu pasado.



Roque Dalton García

estudio con algo de tedio

-- de Roque Dalton García --

Clov: llora
hamm: luego vive.
(Diálogo de fin de partida de beckett).
Tengo quince años y lloro por las noches.
Yo sé que ello no es en manera alguna peculiar
y que antes bien hay otras cosas en el mundo
más apropiadas para decíroslas cantando.
Sin embargo hoy he bebido vino por primera vez
y me he quedado desnudo en mis habitaciones para sorber la tarde
hecha minúsculos pedazos
por el reloj.
Pensar a solas duele. No hay nadie a quien golpear.No hay nadie
a quien dejar piadosamente perdonado.
Está uno y su cara. Uno y su cara
de santón farsante.
Surge la cicatriz que nadie ha visto nunca,
el gesto que escondemos todo el día,
el perfil insepulto que nos hará llorar y hundirnos
el día en que lo sepan todo las buenas gentes
y nos retiren el amor y el saludo hasta los pájaros.
Tengo quince años de cansarme
y lloro por las noches para fingir que vivo.
En ocasiones, cansado de las lágrimas,
hasta sueño que vivo.
Puede ser que vosotros no entendáis lo queson estas cosas.
Os habla, más que yo, mi primer vino mientras la piel que
sufro bebe sombra



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