Buscar Poemas con Movimientos


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Se han encontrado 8 poemas con la palabra movimientos

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Luis Palés Matos

fantasía (para la amada del haschich)

-- de Luis Palés Matos --

Bajo la pedrería de la noche estrellada,
borracho en el zafiro de un desmayo amoroso,
sueño en las pupilas morunas de mi amada
que habita en un castillo lejano y misterioso.

Nos amamos de lejos, pues un dragón rabioso
cuida los movimientos de mi novia encantada,
y ella, sin abatirse por su destino odioso,
hila místicamente tranquila y resignada.

¿La fuga? será noche, cuando la primavera
vierta su cornucopia de luz en la pradera
y suene del convento la romántica esquila,

cuando mi amada anónima, que ni una queja exhala,
concluya, con sus dedos delicados, la escala
que hace tiempo en la rueca de su silencio hila.

Poema fantasía (para la amada del haschich) de Luis Palés Matos con fondo de libro

Manuel de Zequeira

a la misma

-- de Manuel de Zequeira --

Entre un coro de ninfas
retozaba contento
cupidillo desnudo
de su carcax funesto:

dulcemente las unas
le estrechan en su seno,
imprimiendo las otras
en sus mejillas besos.

Cada cual a porfía
celebra al rapazuelo,
llenándole de flores
y cintas el cabello:

pasaba por acaso
carmelina a este tiempo
con inocentes risas
hechizando los cielos:

sus labios de corales,
sus dulces movimientos,
sus rosas, y sus lises,
sus mejillas y cuello.

Todo brillaba en ella
con más puros reflejos,
que febo cuando opaca
los astros y luceros.

Cupido avergonzado
batió veloz su vuelo,
al ver que carmelina
triunfaba en los afectos;

legó donde su madre,
lloroso del desprecio,
llenando de gemidos
el templo citereo:

mas venus al mirarle
con tan tristes lamentos,
tomándole en sus brazos
le consoló diciendo:

no llores, hijo mío,
serena el rostro bello,
¿no sabes que es tu hermana
la que causo tus celos?

Poema a la misma de Manuel de Zequeira con fondo de libro

Jorge Cuesta

tienes dos nombres, luz, dos pensamientos...*

-- de Jorge Cuesta --

Tienes dos nombres, luz, dos pensamientos,
en los más puro de mi voz centrados,
a retener tu imagen consagrados
en la frágil prisión de dos lamentos.

Espejos a tu noble gracia atentos
reproducen los dos, aunque empañados,
los contornos del ánfora, delgados,
en que bullen tus finos movimientos.

Así el uno te encierra en su estructura
de no más una sílaba madura
que, luz al fin, el corazón inflama,

y aunque también el otro te refleja
amor nunca respondes a su queja
¡ay, pues te nombra, pero no te llama!

*poema escrito a los 14 años.

Poema tienes dos nombres, luz, dos pensamientos...* de Jorge Cuesta con fondo de libro

Octavio Paz

piedra de toque

-- de Octavio Paz --

Aparece
ayúdame aexistir
ayúdate a existir
oh inexistente por la que existo
oh presentida que me presiente
soñada que me sueña
aparecida desvanecida
ven vuela adviene despierta
rompe diques avanza
maleza de blancuras
marea de armas blancas
mar sin brida galopando en la noche
estrella en pie
esplendor que te clavas en el pecho
(canta herida ciérrate boca)
aparece
hoja en blancotatuada de otoño
bello astro de pausados movimientos de tigre
perezoso relámpago
águila fija parpadeante
cae pluma flecha engalanada cae
da al fin la hora del encuentro
reloj de sangre
piedra de toque de esta vida



Pablo Neruda

hogueras

-- de Pablo Neruda --

Hogueras pálidas revolviéndose al borde de las noches
corren humos difuntos polvaredas invisibles
fraguas negras durmiendo detrás de los cerros anochecidos
la tristeza del hombre tirada entre los brazos del sueño
ciudad desde los cerros en la noche los segadores duermen
debatida a las últimas hogueras
pero estás allí pegada a tu horizonte
como una lancha al muelle lista pafa zarpar lo creo
antes del alba
árbol de estertor candelabro de llamas viejas
distante incendio mi corazón está triste
sólo una estrella inmóvil su fósforo azul
los movimientos de la noche aturden hacia el cielo



Gustavo Adolfo Bécquer

rima xxxiv

-- de Gustavo Adolfo Bécquer --

Cruza callada y son sus movimientos
silenciosa armonía;
suenan sus pasos, y al sonar recuerdan
del himno alado la cadencia rítmica.
Los entreabre, aquellos ojos
tan claros como el día,
y la tierra y el cielo, cuando abarcan,
arden con nueva luz en sus pupilas.
Ríe, y su carcajada tiene notas
del agua fugitiva;
llora, y es cada lágrima un poema
de ternura infinita.
Ella tiene la luz, tiene el perfume,
el color y la línea,
la forma, engendradora de deseos,
la expresión, fuente eterna de poesía.
¿Que es estúpida?... ¡Bah!, mientras, callando
guarde obscuro el enigma,
siempre valdrá, a mi ver, lo que ella calla
más que lo que cualquiera otra me lo diga.



Miguel Hernández

al soldado internacional caído en españa

-- de Miguel Hernández --

Si hay hombres que contienen un alma sin fronteras,
una esparcida frente de mundiales cabellos,
cubierta de horizontes, barcos y cordilleras,
con arena y con nieve, tú eres uno de aquellos.
Las patrias te llamaron con todas sus banderas,
que tu aliento llenara de movimientos bellos.
Quisiste apaciguar la sed de las panteras,
y flameaste henchido contra sus atropellos.
Con un sabor a todos los soles y los mares,
españa te recoge porque en ella realices
tu majestad de árbol que abarca un continente.
A través de tus huesos irán los olivares
desplegando en la tierra sus más férreas raíces,
abrazando a los hombres universal, fielmente.



Roberto Juarroz

no hay regreso

-- de Roberto Juarroz --

No hay regreso.
Pero existen algunos movimientos
que se parecen al regreso
como el relámpago a la luz.
Es como si fueran
formas físicas del recuerdo,
un rostro que vuelve a formarse entre las manos,
un paisaje hundido que se reinstala en la retina,
tratar de medir de nuevo la distancia que nos separa de la tierra,
volver a comprobar que los pájaros nos siguen vigilando.
No hay regreso.
Sin embargo,
todo es una invertida expectativa
que crece hacia atrás.



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