Buscar Poemas con Movida


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Se han encontrado 6 poemas con la palabra movida

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Adelardo López de Ayala

A un pie

-- de Adelardo López de Ayala --

El pie más lindo que acaricia el suelo
jugaba ante mi vista complacida:
yo, con mano dichosa y atrevida,
de un espacio mayor levanté el velo.

Bella columna descubrió mi anhelo,
por los mismos amores construida,
como del recio vendaval movida,
se abre la nube, y se descubre el cielo.

Detenido en las puertas de la gloria,
aguardo a que el amor quiera propicio
dilatar en sus reinos mi victoria.

Y hoy, recordando tan gallardo indicio,
mil veces se complace mi memoria
en dibujar completo el edificio.

Poema A un pie de Adelardo López de Ayala con fondo de libro

Diego Hurtado de Mendoza

Planta enemiga al mundo, y aun al cielo

-- de Diego Hurtado de Mendoza --

Planta enemiga al mundo, y aun al cielo,
Que nos encubres tanta hermosura,
Véate yo perdida la verdura
Y esparcidas las hojas por el suelo.

Si la escondes movida con buen celo,
Porque no pueda verse tal figura
Sin muerte y conocida sepultura,
Aunque en miralla no falta consuelo.

El ser della vencido es la vitoria,
Y la muerte peor es el no vella;
Mas ya que porque no mueran los vivos

Acuerdas de engañarnos y escondella,
A los que somos muertos y cautivos
¿Por qué quieres quitarnos esta gloria?

Poema Planta enemiga al mundo, y aun al cielo de Diego Hurtado de Mendoza con fondo de libro

Pedro Miguel Obligado

ausencia

-- de Pedro Miguel Obligado --

La rama de los astros se estremece en la altura,
movida por el viento de la eterna armonía,
y el silencio murmura
su vaga poesía.

Tú ya no estás conmigo para hacerme dichoso,
y te hallas tan lejana, que eres una tristeza;
pero todo, esta noche, se vuelve más hermoso,
tal como si estuviese pensando en tu belleza.

Un arroyito claro por la pradera, ondula,
el temblor de las plantas le descubre su anhelo,
y la tierra se azula
deseando ser un cielo

siento que te aproximas en esta noche tierna;
pues aunque vives lejos, el ensueño nos une,
como a dos estrellitas una misma cisterna,
donde la fantasía del agua las reúne.

La belleza es misterio, que tu amor profundiza,
tu recuerdo, en guiadora claridad se convierte;
y la ausencia idealiza
la pena de quererte.

¡Si no sólo en mis versos, si en realidad vinieras!
¿no oyes la melodía que, de cariño, llora?
se muestra el mundo bueno, como si me quisieras
¿dónde estarás ahora? ¿dónde estarás ahora?

Poema ausencia de Pedro Miguel Obligado con fondo de libro

Gaspar Melchor de Jovellanos

a la noche

-- de Gaspar Melchor de Jovellanos --

Ven, noche amiga; ven, y con tu manto
mi amor encubre y la esperanza mía;
ven, y mi planta entre tus sombras guía
a ver de clori el peregrino encanto;
ven, y movida a mi ardoroso llanto,
envuelve y llena en tu tiniebla fría
el malicioso resplandor del día,
testigo y causador de mi quebranto.
Ven esta vez no más; que si piadosa
tiendes el velo a mi pasión propicio,
y el don que pide otorgas a mi ruego,
tan solo a ti veneraré por diosa,
y para hacerte un grato sacrificio
mi corazón dará materia al fuego.



José Martí

una virgen espléndida

-- de José Martí --

Una virgen espléndida morada
de un sol de amor que por sus negros ojos
brota, pregunta, abraza y acaricia
versos me pide, versos de mujeres.
¡Arrullos de paloma,
murmullos de sunsunes,1
suspiros de tojosas!
yo podré, en noche ardiente,
trovando amor al pie de su ventana,
en tal aura envolverla,
con tal fuego besarla,
que al nuevo amanecer, nadie vería
en su cutis la flor que lo teñía.
¡Calla, mi amigo amor! que nadie sepa
que yo llevo en los labios la flor roja
que su mejilla cándida lucía,
y el candor, y la flor, y el frágil vaso,
mío es todo, puesto que ella es mía.
Y la madre amorosa,
de sagrado temor y amor movida,
dijérale a la pálida ¿y la rosa
de tu mejilla fresca dónde es ida?



Carolina Coronado

a una estrella

-- de Carolina Coronado --

Chispa de luz que fija en lo infinito
absorbes mi asombrado pensamiento,
tu origen, tu existencia, tu elemento
menos alcanzo cuanto más medito.
Si eres ardiente, inamovible hoguera,
¿dónde el centro descansa de tu lumbre?
si eres globo de luz, ¿cómo en la cumbre
no giras tú de la insondable esfera?
¿por qué la tierra sin descanso rueda?
¿por qué la luna el globo majestoso
mueve, mientras tu carro misterioso
inmóvil, fijo en el espacio queda?
¿es que mi vista de mortal no alcanza
a percibir desde su oscuro asiento
allá en la altura suma el movimiento
de tu carroza que en lo inmenso avanza?
¡ah, sí! que por espíritu movida
la creación sin descanso se sostiene,
y todo en la creación marcado tiene
forma y destino, movimiento y vida.
Tú giras, sí: tus alas soberanas
sulcan el mundo y sus confines tocan...
Mas ¿cómo en tu carrera no se chocan
tus millares sin número de hermanas?
más allá de su límite prescrito
sediento avanza, audaz el pensamiento,
y tu origen, tu vida, tu elemento
menos alcanzo cuanto más medito.



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