·En el buscador de poemas puedes encontrar entre más de doce mil poemas todos aquellos que contienen las palabras de búsqueda. Los poemas forman parte de la antología poética de los 344 poetas más importantes en lengua Española de todos los tiempo. Puedes elegir entre dos tipos de búsqueda:
·Buscar entre todos los poemas los que contienen las palabras de la búsqueda.
·Buscar sólo los poemas cortos -aquellos que tienen 8 versos o menos- que coinciden con el criterio de búsqueda.
Si lo prefieres puedes ver sólo los poemas cortos, aquellos que tienen ocho versos o menos aquí
-- de Jorge Guillén --
Libre nací y en libertad me fundo.
Cervantes
tostada cima de una madurez,
esplendiendo la tarde con su espíritu
visible nos envuelve en mocedad.
Así te yergues tú, para mis ojos
forma en sosiego de ese resplandor,
trasluz seguro de la luz versátil.
Si aquellas nubes tiemblan a merced,
un día, de un estrépito enemigo,
mescolanza de súbito voraz,
oscurecidos y desordenados
penaremos también. Y no habrá alud
que nos alcance en la ternura nuestra.
Esos árboles próceres se ahíncan
dedicando sus troncos al cénit,
a un cielo sin crepúsculos de crimen.
Si tal fronda perece fulminada,
rumoroso otra vez igual verdor
se alzará en el olvido del tirano.
Y pasará el camión de los feroces.
Castaños sin historia arrojarán
su florecilla al suelo blanquecino.
Un ámbito de tarde en perfección
tan desarmada humildemente opone,
por fin venciendo, su fragilidad
a ese desbarajuste sólo humano
que a golpes lucha contra el mismo azul
impasible, feroz también, profundo.
Fugaz la historia, vano el destructor.
Resplandece la tarde. Yo contigo.
Eterna al sol la brisa juvenil.
Poema "tarde mayor" de Jorge Guillén
-- de Arturo Borja --
Mes de alegría. Brisas de aromas
y melodías tuvo al llegar;
galas variadas las mariposas,
pureza el fuego, grandeza el mar;
y esas lágrimas
que no son tristes,
¡la mocedad!
Mes de tristeza. La calavera
tuvo el misterio en su mirar;
monotonía los arenales,
fin presto el humo, pena el llegar;
y esa sonrisa
que no es alegre,
¡la ancianidad!
Poema "Dos viajes" de Arturo Borja
-- de Miguel Unamuno --
Coqueteas, hipócrita gazmoña,
con Cristo, á quien llamándote su sierva,
le tienes como á novio de reserva
por si el otro marrase. Ya bisoña
no ores en estas lides, la ponzoña
sabes sacar de la embrujada hierba
del amor y ponértela en conserva,
por si á su toque mocedad retoña
Poema "A una gazmoña" de Miguel Unamuno
-- de Miguel Unamuno --
Del ciprés á la sombra, en un recodo
del jardín del convento un negro lirio
le decía á Sor Juana del martirio
de salir limpia de huesa de lodo.
Recordaba á su padre que beodo
el candor le rompiera en un delirio
y á cuyos pies su mocedad cual lirio
votivo ardió. Lo recordaba todo:
Poema "Una vida" de Miguel Unamuno
-- de Julio Herrera Reissig --
La mocedad que acude, briosa, de las campañas,
a los mutuos apremios, puja a las maravillas:
ellos, los mocetones torvos, con las guadañas,
y ellas con las tijeras fáciles, en cuclillas...
Unos apilan mieses, otros atan gavillas,
muchos juegan o comen tortas en las cabañas,
mientras el vecindario pobre de las orillas
espigaen los rastrojos mustios y entre las cañas.
Hacia la era, inválidos, bajo una gloria de oro,
vacilan los vehículos en su viaje sonoro...
Cien rapazuelos llueven ágiles sus guijarros,
en medio de estridentes júbilos de ludibrio,
y al fin, restableciendo todos el equilibrio,
fáciles sabandijas, cuélganse de los carros.
Poema "La siega" de Julio Herrera Reissig
-- de Evaristo Carriego --
¿No te da tristeza? Bueno,
a mí no sé qué me da...
¡Se van los viejos! Los pobres
poquito a poco se van.
Y se van tan despacito
que ni lo sienten, ¿será
el consuelo de saber
que se habrán de ir en paz?
¡Ah, todo es inútil: nada
los detendrá. ¿Pasarán
este otoño, o el invierno
otra vez los hallará
contándonos por las noches
cosas de la mocedad?
Y cuando no estén, ¿durante
cuánto tiempo aún se oirá
Poema "Los viejos se van" de Evaristo Carriego