Buscar Poemas con Lúbricos


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Se han encontrado 5 poemas con la palabra lúbricos

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Emilio Bobadilla

París en la guerra

-- de Emilio Bobadilla --

Emporio voluptuoso de fiestas y placeres,
de artísticos torneos, de decadentes vicios;
para la carne, ardores de exquisitas mujeres,
y para el pensamiento complejos artificios.

La germánica ira tu esplendor amenaza
y en tu cara de pronto la risa se congela;
en el aire sereno siniestros giros traza
el avión traicionero que en torno tuyo vuela.

La orgía —ola de lujo, de músicas y besos—,
el pavor paraliza en medio de la noche.
¡Adiós, horas febriles de lúbricos excesos!

Huyen de ti, empujados por militares leyes,
millonarios y pobres, en tren, a pie o en coche,
y hoy pacen en tu bosque de Bolonia los bueyes...

Poema París en la guerra de Emilio Bobadilla con fondo de libro

Juan Gelman

teoría sobre daniela rocca

-- de Juan Gelman --

He aquí que daniela un día conversó con losángeles
ligeramente derrumbados sobre sus senos góticos
fatigados del trance pero lúcidos lúbricos
y daniela advertía sus símiles contrarios
las puertas que se abren para seguir viviendo
las puertas que se cierran para seguir viviendo
en general las puertas sus misiones sus ángulos
ángulos de la fuga las fugas increíbles
los paralelogramos del odio y del amor
rompiéndose en daniela para dar a otra puerta
con la ayuda de drogas diversas y de alcoles
o de signos que yacen debajo del alcol
o daniela sacándose los corpiños sacándose
los pechos distanciados debido al ejercicio
del amor en contrarias circunstancias mundiales
daniela rocca loca dicen los magazines
de una pobre mujer italiana por cierto
que practicaba métodos feroces del olvido
y no mató a sus padres y fue caritativa
y un día de setiembre orinó bajo un árbol
y era llena de gracia como santa maría

Poema teoría sobre daniela rocca de Juan Gelman con fondo de libro

Julio Herrera Reissig

el baño

-- de Julio Herrera Reissig --

Entre sauces que velan una anciana casuca,
donde se desvistieran devorando la risa,
hacia el lago, foloe, safo y ceres, de prisa
se adelantan en medio de la tarde caduca.

Atreve un pie foloe, bautizase la nuca,
y ante el espejo de ámbar arróbase indecisa;
meneando el talle, safo respinga su camisa
y corre, mientras ceres gatea y se acurruca...

Después de agrias posturas y esperezos felinos,
gimiendo un ¡ay! glorioso se abrazan a las ondas,
que críspanse con lúbricos espasmos masculinos...

Mientras, ante el misterio de sus gracias redondas,
loth, febo y david, púdicos tanto como ladinos,
las contemplan y pálidos huyen entre las frondas.

Poema el baño de Julio Herrera Reissig con fondo de libro

Evaristo Ribera Chevremont

sinfonía en azul

-- de Evaristo Ribera Chevremont --

Voy cosechando azules en el azul escueto
de la zona del trópico. Los campos, invadidos
por vegetales masas, denuncian el secreto
de abril, el de los fuertes y lúbricos sentidos.

Por tanto azul, los aires se muestran exaltados;
palpita, en expansiones gozosas, la arboleda;
y revélanse lúcidos e hirvientes los poblados,
de los que se desprende brillante polvareda.

Vibra el azul, nutrido de fuerzas y alborozos,
sobre la verde isla; refulgen escarlatas.
Esplenden amarillos y azules. Toques mozos
tienen en los jardines las resurrectas matas.

Algunas flores, túmidas y azules sus corolas,
se inmergen en las luces magnéticas del día.
En las riberas cálidas su azul curvan las olas.
Dice el azul su aérea, compleja sinfonía.



Francisco Villaespesa

los jardines de afrodita VIII

-- de Francisco Villaespesa --

Para escanciar el vino de mi viña temprana,
fidias, divino artífice, en marfil y oro puro
modeló fina copa, sobre el más blanco y duro
seno que sorprendiera jamás pupila humana.
Son dos ninfas en arco las asas de esa copa,
y en ella están grabados, entre vides y flores
y sátiros que acechan, los lúbricos amores
de leda con el cisne, y el toro con europa.
Amada, ¡bebe y bésame! al destino no temas,
que al borde de la copa rebosante de gemas,
cinceló anacreonte estos versos divinos
cuyo ritmo el secreto de la existencia encierra:
bebe, ama y alégrate mientras sobre la tierra
haya labios de rosas y perfumados vinos.



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