Buscar Poemas con Idiotas


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Se han encontrado 4 poemas con la palabra idiotas

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Diego de Torres Villarroel

confusión y vicios de la corte

-- de Diego de Torres Villarroel --

Mulas, médicos, sastres y letrados,
corriendo por las calles a millones;
duques, lacayos, damas y soplones,
todos sin distinción arrebujados;
gran chusma de hidalguillos tolerados,
cuyo examen lo hicieron los doblones,
y un pegujal de diablos comadrones,
que les tientan la onda a los casados;
arrendadores mil por excelencia;
metidos a señores los piojosos;
todo vicio, con nombre de decencia;
es burdel de holgazanes y de ociosos,
donde hay libertad suma de conciencia
para idiotas, malsínes y tramposos.

Poema confusión y vicios de la corte de Diego de Torres Villarroel con fondo de libro

Enrique Lihn

familia

-- de Enrique Lihn --

Familia, me declaro culpable, tú
la culpa me empuja a la culpa,
ahora la absolucion misma sería su levadura.
En esta maleta cabe todo el fango del mundo y de sus alrededores,
cualquiera pequeña historia soez,
la idea del pecado original y eso
de ser capado a uña y sin dolor
entre misterios idiotas
lo que es el colmo de la humillación
el sueño, nada de interpretaciones
digo que allí ensayamos, pero groseramente,
el mal del que somos a la luz del día
un juego de sombras contagiosas
no viajo, huyo, mis propios sueños no me dejan dormir
quejándome del insomnio de la vejez tan prematuramente
todo para ocultarle la verdad a mis acreedores
gente sencilla,
que mi negocio es más sucio de lo que parece:
no engaño, atormento. No me mueve el interés personalsino el afán de la bancarrota,
la obsesión de la quiebra, en una palabra el miedo
por el que empieza la barbarie.

Poema familia de Enrique Lihn con fondo de libro

Juan Gelman

ancho en parís

-- de Juan Gelman --

Al que extraño es al viejo león del zoo,
siempre tomábamos café en el bois de boulogne,
me contaba sus aventuras en rhodesía del sur
pero mentía, era evidente que nunca se había movido del
sahara.
De todos modos me encantaba su elegancia,
su manera de encogerse de hombros ante las pequeñeces
de la vida,
miraba a los franceses por la ventana del café
y decía los idiotas hacen hijos .
Los dos o tres cazadores ingleses que se había comido
le provocaban malos recuerdos y aun melancolía,
las cosas que hace uno para vivir reflexionaba
mirándose la melena en el espejo del café.
Sí, lo extraño mucho,
nunca pagaba la consumición,
pero indicaba la propina a dejar
y los mozos lo saludaban con especial deferencia.
Nos despedíamos a la orilla del crepúsculo,
él regresaba a son bureau, como decía,
no sin antes advertirme con una pata en mi hombro
ten cuidado, hijo mío, con el parís nocturno .
Lo extraño mucho verdaderamente,
sus ojos se llenaban a veces de desierto
pero sabía callar como un hermano
cuando emocionado, emocionado,
yo le hablaba de carlitos gardel.

Poema ancho en parís de Juan Gelman con fondo de libro

Federico García Lorca

Nacimiento de Cristo

-- de Federico García Lorca --

Un pastor pide teta por la nieve que ondula
blancos perros tendidos entre linternas sordas.
El Cristito de barro se ha partido los dedos
en los tilos eternos de la madera rota.

¡Ya vienen las hormigas y los pies ateridos!
Dos hilillos de sangre quiebran el cielo duro.
Los vientres del demonio resuenan por los valles
golpes y resonancias de carne de molusco.

Lobos y sapos cantan en las hogueras verdes
coronadas por vivos hormigueros del alba.
La luna tiene un sueño de grandes abanicos
y el toro sueña un toro de agujeros y de agua.

El niño llora y mira con un tres en la frente,
San José ve en el heno tres espinas de bronce.
Los pañales exhalan un rumor de desierto
con cítaras sin cuerdas y degolladas voces.

La nieve de Manhattan empuja los anuncios
y lleva gracia pura por las falsas ojivas.
Sacerdotes idiotas y querubes de pluma
van detrás de Lutero por las altas esquinas.



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