Buscar Poemas con Hurtar


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Se han encontrado 6 poemas con la palabra hurtar

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Góngora

de mi sastre en el hurtar

-- de Góngora --

De mi sastre en el hurtar
la mano es tan singular,
que si cae la tela en ella
cuando la empieza a doblar,
ya puedo doblar por ella
y cuando pasa a trazar
la tela ya referida
no hay como verle sacar
la medida para hurtar,
cuando él hurta sin medida

Poema de mi sastre en el hurtar de Góngora con fondo de libro

Amado Nervo

El celaje

-- de Amado Nervo --

¿A dónde fuiste, amor; a dónde fuiste?
Se extinguió en el poniente el manso fuego,
y tú que me decías: "hasta luego,
volveré por la noche"... ¡No volviste!

¿En qué zarzas tu pie divino heriste?
¿Qué muro cruel te ensordeció a mi ruego?
¿Qué nieve supo congelar tu apego
y a tu memoria hurtar mi imagen triste?

¡Amor, ya no vendrás! En vano, ansioso,
de mi balcón atalayando vivo
el campo verde y el confín brumoso.

Y me finge un celaje fugitivo
nave de luz en que, al final reposo,
va tu dulce fantasma pensativo.

Poema El celaje de Amado Nervo con fondo de libro

Lope de Vega

Si para comparar vuestra hermosura

-- de Lope de Vega --

Si para comparar vuestra hermosura
fuera de vos buscase alguna cosa,
e hiciese de jazmín, narciso y rosa
la Griega Helena la mayor pintura,

no se tuviera por mayor locura
hurtar al mismo sol la llama hermosa,
y así quedara en mano temerosa
sin color el pincel, la tabla oscura.

Mas porque no viváis con arrogancia
que nada puede haceros competencia,
sabed que tengo yo quien os la hace.

Que de vuestra hermosura no hay distancia
de mi infinito amor a la excelencia,
que al fin la iguala porque de ella nace.

Poema Si para comparar vuestra hermosura de Lope de Vega con fondo de libro

Anónimo

Crianza de Fernán González

-- de Anónimo --

En Castilla no había rey,
ni menos emperador,
sino un infante niño,
(niño) y de poco valor;
andábanlo por hurtar
caballeros de Aragón.
Hurtado le ha un carbonero
de los que hacen carbón.
No le muestra a cortar leña,
ni menos hacer carbón,
muéstrale a jugar las cañas
y muéstrale justador,
también a jugar los dados
y las tablas muy mejor.
—Vámonos, dice, mi ayo,
a mis tierras de Aragón;
a mí me alzarán por rey
y a vos por gobernador.



Francisco de Quevedo

A un bostezo de Floris. Madrigal

-- de Francisco de Quevedo --

Bostezó Floris, y su mano hermosa,
Cortésmente tirana y religiosa,
Tres cruces de sus dedos celestiales
Engastó en perlas y cerró en corales,
Crucificando en labios carmesíes,
O en puertas de rubíes,
Sus dedos de jazmín y casta rosa.

Yo, que alumbradas de sus vivas luces
Sobre claveles rojos vi tres Cruces,
Hurtar quise el engaste de una de ellas,
Por ver si mi delito o mi fortuna,
Por mal o buen Ladrón, me diera una;
Y fuera buen Ladrón, robando Estrellas.

Mas no pudiendo hurtarlas,
Y mereciendo apenas adorarlas,
Divino Humilladero
De toda libertad, dije, «Yo muero,
Si no en Cruces, por ellas, donde veo
Morir virgen y mártir mi deseo».



José Martí

la copa envenenada

-- de José Martí --

¡desque toqué, señora, vuestra mano
blanca y desnuda en la brillante fiesta,
en el fiel corazón intento en vano
los ecos apagar de aquella orquesta!
del vals asolador la nota impura
que en sus brazos de llama suspendidos
rauda os llevaba al corazón sin cura,
repítenla amorosos mis oídos.
Y cuanto acorde vago y murmurío
ofrece al alma audaz la tierra bella,
fíngelos el espíritu sombrío
tenue cambiante de la nota aquella.
¡Óigola sin cesar! al brillo, ciego,
en mi torno la miro vagarosa
mover con lento son alas de fuego
y mi frente a ceñir tenderse ansiosa.
¡Oh! mi trémula mano bien sabría
al aire hurtar la alada nota hirviente
y, con arte de dulce hechicería,
colgando adelfas a la copa ardiente,
en mis sedientos brazos desmayada
daros, señora, matador perfume:
mas yo apuro la copa envenenada
y en mí acaba el amor que me consume.
4 De marzo.



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