Buscar Poemas con Gratitud


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Se han encontrado 10 poemas con la palabra gratitud

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Amado Nervo

ella ove de subito dissio

-- de Amado Nervo --

Dante: paraíso
si tras el negro muro de granito
de la muerte hay un mundo, un más allá,
al cruzar el dintel del infinito
mi pregunta primer, mi primer grito,
ha de ser: y ella, y ella, ¿dónde está?
y una vez que te encuentre, penetrado
de una inmensa y sublime gratitud
para quien quiso fuera de ti amado
y me permite haberte recobrado,
¡a qué pedir más beatitud!

Poema ella ove de subito dissio de Amado Nervo con fondo de libro

Jorge Isaacs

Poesía parlamentaria

-- de Jorge Isaacs --

Ha propuesto Quinzada, Marcelino,
Que de Escamilla la pensión se aumente:
¡Justicia! ¡Gratitud! También opino
Que pagarle algo más es muy corriente.

Nos dicen que el Erario está impotente,
Que no valen sus rentas un pepino,
Que hay déficit grandísimo y creciente,
Que vamos de catástrofe en camino.

Todo cierto será, pero es muy justo
Que a este pobre Escamilla bien se trate,
Que se pueda morir lleno y a gusto:

Sobre él sus alas ya la muerte bate,
Y cuando menos piense le da un susto:
Desde al proyecto, pues, otro debate.

Poema Poesía parlamentaria de Jorge Isaacs con fondo de libro

José María Blanco White

Muerte y vida

-- de José María Blanco White --

Al ver la noche Adán por vez primera
que iba borrando y apagando el mundo,
creyó que, al par del astro moribundo,
la creación agonizaba entera.

Mas, luego, al ver lumbrera tras lumbrera
dulce brotar y hervir en un segundo
universo sin fin..., Vuelto en profundo
pasmo de gratitud, ora y espera.

Un sol velaba mil: fue un nuevo Oriente
su ocaso, y pronto aquella luz dormida
despertó al mismo Adán pura y fulgente.

...¿Por qué la muerte al ánimo intimida?
Si así engaña la luz tan dulcemente,
¿por qué no ha de engañar también la vida?

Poema Muerte y vida de José María Blanco White con fondo de libro

Juan Cruz Varela

A don Martín Rodríguez

-- de Juan Cruz Varela --

No fue ilusoria, no, nuestra esperanza
cuando creímos, Rodríguez, que algún día,
de tu mano a la patria le vendría
la gloria, el honor y la alabanza.

Tú has roto, sí, la poderosa lanza
que la atroz Discordia embrazado había;
y tú de la ominosa, bárbara anarquía
alcanzaste la más feliz venganza.

De la paz augusta el símbolo sagrado,
la oliva y el laurel de la victoria,
tu prudencia y esfuerzo se han ganado.

Tu nombre en los anales de la historia
celebrado será; y en nuestros pechos
graba la gratitud tus nobles hechos.



Miguel Unamuno

Civilitas

-- de Miguel Unamuno --

El pensamiento inicial es de Quevedo.

La envidia de morder nunca se sacia
pues no come; por eso es que no engorda,
y á la pobre alma á la que sola aborda
de puro soledad la pone lacia.

Mas si su hiel en muchedumbre vacía
de gratitud al llamamiento sorda
suele dejarla y la convierte en horda,
que ella es la madre de la democracia.



Juan Nicasio Gallego

A Lord Wellington

-- de Juan Nicasio Gallego --

A par del grito universal que llena
de gozo y gratitud la esfera hispana,
y del manso, y ya libre, Guadiana
al caudaloso Támesis resuena;

tu gloria ¡oh Conde! a la región serena
de la inmortalidad sube, y ufana
se goza en ella la nación britana;
tiembla y se humilla el vándalo del Sena.

Sigue; y despierte el adormido polo
al golpe de su espada; en la pelea
te envidie Marte y te corone Apolo;

y si al triple pendón que al aire ondea
osa Alecto amagar, tu nombre solo
prenda de unión, como de triunfo, sea.



Juan Nicasio Gallego

Al Sr. Obispo de Zamora en sus días

-- de Juan Nicasio Gallego --

Hoy que sus rayos el mayor planeta
mustios y oblicuos a la tierra envía
y envuelto en tinieblas y en escarcha fría
del trópico tocó la helada meta;

para dar vado a la emoción secreta
que el alma siente en vuestro fausto día,
sin invocar a Euterpe ni a Talía,
sola mi gratitud me hará poeta.

Gozadle un siglo, y por el santo celo
de tal pastor, que honrara el Vaticano,
de las sagradas ínfulas modelo,

hoy para bien del pueblo zamorano
más bendiciones os conceda el cielo
que tiene repartidas vuestra mano.



Juan Nicasio Gallego

Cuando no hallaba ni aun en sueño vano

-- de Juan Nicasio Gallego --

Cuando no hallaba ni aun en sueño vano
de mi triste prisión fácil salida,
por generoso impulso dirigida
tú me tendiste protectora mano.

Por ti recobro, ilustre Soberano
cuanto me puede hacer grata la vida.
Familia tierna, libertad perdida,
el sol de España, el suelo carpetano.

Que admiras hoy benévolo confío,
de mi tosco buril escaso fruto,
estos humildes rasgos que te envío,

mientras exento ya de pena y luto
por tanto alto favor el pecho mío
te da en su gratitud mejor tributo.



Francisco Sosa Escalante

A Juárez

-- de Francisco Sosa Escalante --

Sombra del héroe que el mejor escudo
Fué del Anáhuac, y esplendente gloria,
Cuando esquiva mostróse la victoria
De la invasión ante el empuje rudo,

A tu excelsa mansión llegue el saludo
De eterna gratitud, que á tu memoria
Un pueblo eleva al repasar tu historia
Que el negro olvido sepultar no pudo.

La noble juventud y sus mayores,
Tu fosa que es altar bendito y santo
De Patria y Libertad, cubren de flores;

Te ofrece el bardo su armonioso canto,
Plácida niñez dice tus loöres
Y la fama te da su regio manto.



Ramón López Velarde

La lágrima

-- de Ramón López Velarde --

Encima
de la azucena esquinada
que orna la cadavérica almohada;
encima
del soltero dolor empedernido
de yacer como imberbe congregante
mientras los gatos erizan el ruido
y forjan una patria espeluznante;
encima
del apetito nunca satisfecho,
de la cal
que demacró las conciencias livianas,
y del desencanto profesional
con que saltan del lecho
las cortesanas;
encima
de la ingenuidad casamentera
y del descalabro que nada espera;
encima de la huesa y del nido,
la lágrima salobre que he bebido.

Lágrima de infinito
que eternizaste el amoroso rito;
lágrima en cuyos mares
goza mi áncora su náufrago baño
y esquilmo los vellones singulares
de un compungido rebaño;
lágrima en cuya gloria se refracta
el iris fiel de mi pasión exacta;
lágrima en que navegan sin pendones
los mástiles de las consternaciones;
lágrima con que quiso
mi gratitud salar el Paraíso;
lágrima mía, en ti me encerraría,
debajo de un deleite sepulcral,
como un vigía
en su salobre y mórbido fanal.



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