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Se han encontrado 32 poemas con la palabra general

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Ernesto Cardenal

marcha triunfal

-- de Ernesto Cardenal --

Ya viene el general
ya ... El general
ya viene el general
montado en su caballo blanco, rodeado
de guardias y guardaespaldas y diputados y putas picadas
pasa debajo del arco triunfal
de papel
viva el partido liberal!
brillan en su pecho gordo sudado
las medallas color caca. Estallan
los cohetes. Toca la banda.
Viva el general somoza! sonríe
con el miedo, mirando a todos lados. Los cascos
del caballo resbalan en las revesadas de los picados
viva el partido liberal nacionalista

Poema marcha triunfal de Ernesto Cardenal con fondo de libro

César Vallejo

En las tiendas griegas

-- de César Vallejo --

Y el Alma se asustó
a las cinco de aquella tarde azul desteñida.
El labio entre los linos la imploró
con pucheros de novio para su prometida.

El Pensamiento, el gran General se ciñó
de una lanza deicida.
El Corazón danzaba; más, luego sollozó:
la bayadera esclava estaba herida?

Nada! Fueron los tigres que la dan por correr
a apostarse en aquel rincón, y tristes ver
'los ocasos, que llegan desde Atenas.

No habrá remedio para este hospital de nervios,
para el gran campamento irritado de este atardecer! Y el General escruta volar siniestras penas
allá ................................
En el desfiladero de mis nervios!

Poema En las tiendas griegas de César Vallejo con fondo de libro

Hernando de Acuña

Contra la ciega y general dolencia

-- de Hernando de Acuña --

Contra la ciega y general dolencia
de la triste ignorancia miserable,
que de común se ha hecho comportable,
siendo tan insufrible pestilencia,

quiero que valga en esto mi sentencia:
que vuestro dulce estilo tan loable
os hará en Helicona memorable
sin contraste ninguno o diferencia;

ya vuestro claro ingenio nos lo muestra,
y ya el fruto gentil que de él procede
a la cumbre del monte os encamina,

do subís sin errar por la vía diestra
camino que a tan pocos se concede,
que ya por vuestro mal no se camina.

Poema Contra la ciega y general dolencia de Hernando de Acuña con fondo de libro

Lope de Vega

¿qué armas son éstas ¿qué guïón colgado?

-- de Lope de Vega --

¿qué armas son estas?, ¿qué guïón colgado?
de general sobre este monumento?
¿celada es un espino tan sangriento?
¿pluma un azote en púrpura bañado?
¿un tosco leño es espaldar cruzado?
¿gola una soga? ¡extraño pensamiento!
dónde es la esponja bélico ornamento,
¿qué lanza al fin es arma de soldado?
más ¿ay!, que de una virgen muestra el llanto:
que son de cristo, capitán del cielo,
trofeos, y la muerte ya vencida.
Éstos adornan su sepulcro santo;
con estos ha ganado el cielo al suelo;
mató la muerte, y reparó al vida.



Lope de Vega

Cuando la madre antigua reverdece

-- de Lope de Vega --

Cuando la madre antigua reverdece,
bello pastor, y a cuanto vive aplace;
cuando en agua la nieve se deshace
por el sol, que el Aries resplandece,

la hierba nace, la nacida crece,
canta el silguero, el corderillo pace,
tu pecho, a quien su pena satisface,
del general contento se entristece.

No es mucho mal la ausencia, que es espejo
de la cierta verdad, o la fingida;
si espera fin, ninguna pena es pena.

¡Ay del que tiene por su mal consejo
el remedio imposible de su vida
en la esperanza de la muerte ajena!



Lope de Vega

Don Juan, el hilo de oro de tu intento

-- de Lope de Vega --

Don Juan, el hilo de oro de tu intento
que por el laberinto de esta vida
llevaba el alma a la esperanza asida,
cortole el tiempo y esparciole el viento.

Al alto vuelo estaba el mundo atento
cuando la general fiera homicida,
de envidia armada, de traición vestida,
precipitó del sol tu pensamiento.

Ahora ¿quién habrá que el llanto enfrene
al Duero y a mis ojos, que a su vega
y a mí de dueño eternamente priva?

Conde, quien va subiendo, como tiene
un pie en vacío, si la muerte llega,
¡ay Dios! qué fácilmente le derriba.



Lope de Vega

Pedro, a la sangre que por vos vertida

-- de Lope de Vega --

Pedro, a la sangre que por vos vertida
mostró para su fe tanta firmeza,
ofrece la católica nobleza
la limpia suya, a vuestros pies rendida.
De las cuatro azucenas guarnecida,
que dejó de Domingo la pureza,
esta Junta os elige por cabeza
puesto que la tenéis tan dividida.
Tended vuestro crucígero labaro,
Capitán general desta milicia,
que contra el fiero apóstata levanta.
La fe de vuestra muerte, ejemplo raro;
pues para el tribunal de su justicia
hizo las gradas vuestra sangre santa.



Lope de Vega

¿Qué armas son éstas? ¿Qué guïón colgado

-- de Lope de Vega --

¿Qué armas son estas?, ¿Qué guïón colgado
de general sobre este monumento?
¿Celada es un espino tan sangriento?
¿Pluma un azote en púrpura bañado?
¿Un tosco leño es espaldar cruzado?
¿Gola una soga? ¡Extraño pensamiento!
Dónde es la esponja bélico ornamento,
¿qué lanza al fin es arma de soldado?
Más ¿ay!, que de una Virgen muestra el llanto:
que son de Cristo, capitán del cielo,
trofeos, y la muerte ya vencida.
Éstos adornan su sepulcro santo;
con estos ha ganado el Cielo al suelo;
mató la muerte, y reparó al vida.



Lope de Vega

Sacó Moisés de Egipto al pueblo hebreo

-- de Lope de Vega --

Sacó Moisés de Egipto al pueblo hebreo,
pasó el Jordán seguro, y por memoria
comió el cordero, y celebró la gloria
de aquel divino general trofeo.
Instituyó la Pascua con deseo
de eternizar aquella dulce historia,
la libertad, el triunfo, la vitoria
figura deste pan que adoro y creo.
Memoria sois, Cordero soberano,
de la salida de otro Egipto fiero,
Pascua divina del linaje humano.
Y así como Moisés más verdadero,
nos da la bendición de vuestra mano
Pascua, pasto, pastor, pan y cordero.



Manuel del Palacio

Semblanzas: V

-- de Manuel del Palacio --

Estuvo mes y medio en la facción
Con una charretera de oficial,
Vino el convenio, se hizo liberal
Y halló en Don Baldomero protección.

Se fué el cuarenta y tres con Don Ramón
Y con él proclamó la ley marcial,
Le hicieron el cincuenta general
Y mandáronle á Francia en comisión.

De Francia regresó poco después,
Hallóse de Vicálvaro en la lid,
Y hoy el título lleva de Marqués;

En su casa le tienen por un Cid,
Y pintado le han visto más de tres
En el escudo de armas de Madrid.



Manuel del Palacio

Semblanzas: XX

-- de Manuel del Palacio --

Contra la regla general de España
Ganó con los periódicos dinero,
Y hasta ha llegado á verse en candelero,
Si bien le duró poco la cucaña.

Mucho más que talento tiene maña;
En mentir y comer es el primero,
Y amigo servicial, si no sincero,
Al que adula una vez otra le engaña.

En sociedad encanta por lo fino,
Y llegando á soltar la taravilla
No le siguen las aspas de un molino:

Su nombre es un proverbio de Castilla;
Se oye en cualquiera parte un desatino,
Y dicen todos á una voz: ¡es grilla!



César Vallejo

Trilce: IX

-- de César Vallejo --

Vusco volvvver de golpe el golpe.
Sus dos hojas anchas, su válvula
que se abre en suculenta recepción
de multiplicando a multiplicador,
su condición excelente para el placer,
todo avía verdad.

Busco volvver de golpe el golpe.
A su halago, enveto bolivarianas fragosidades
a treintidós cables y sus múltiples,
se arrequintan pelo por pelo
soberanos belfos, los dos tomos de la Obra,
y no vivo entonces ausencia,
ni al tacto.

Fallo bolver de golpe el golpe.
No ensillaremos jamás el toroso Vaveo
de egoísmo y de aquel ludir mortal
de sábana,
desque la mujer esta
¡cuánto pesa de general!

Y hembra es el alma de la ausente.
Y hembra es el alma mía.



César Vallejo

oh botella sin vino! ¡oh vino que enviudó de esta botella

-- de César Vallejo --

¡oh botella sin vino! ¡oh vino que enviudó de estabotella!
tarde cuando la aurora de la tarde
flameó funestamente en cinco espíritus.
Viudez sin pan ni mugre, rematando en horrendos metaloides
y en células orales acabando.
¡Oh siempre, nunca dar con el jamás de tántosiempre!
¡oh mis buenos amigos, cruel falacia,
parcial, penetrativa en nuestro trunco,
volátil, jugarino desconsuelo!
¡sublime, baja perfección del cerdo,
palpa mi general melancolía!
¡zuela sonante en sueños,
zuela
zafia, inferior, vendida, lícita, ladrona,
baja y palpa lo que eran mis ideas!
tú y él y ellos y todos,
sin embargo,
entraron a la vez en mi camisa,
en los hombros madera, entre los fémures, palillos;
tú particularmente,
habiéndome influido;
él, fútil, colorado, con dinero
y ellos, zánganos de ala de otro peso.
¡Oh botella sin vino! ¡oh vino que enviudó de estabotella!



César Vallejo

vusco volvvver de golpe el golpe

-- de César Vallejo --

ix
vusco volvvver de golpe el golpe.
Sus dos hojas anchas, su válvula
que se abre en suculenta recepción
de multiplicando a multiplicador,
su condición excelente para el placer,
todo avía verdad.
Busco volver de golpe el golpe.
A su halago, enveto bolivarianas fragosidades
a treintidós cables y sus múltiples,
se arrequintan pelo por pelo
soberanos belfos, los dos tomos de la obra,
y no vivo entonces ausencia,
ni al tacto.
Fallo bolver de golpe el golpe.
No ensillaremos jamás el toroso vaveo
de egoísmo y de aquel ludir mortal
de sábana,
desque la mujer esta
¡cuánto pesa de general!
y hembra es el alma de la ausente.
Y hembra es el alma mía.



Ernesto Cardenal

imitación de propercio

-- de Ernesto Cardenal --

Yo no canto la defensa
de stalingrado
ni la campaña de egipto
ni el desembarco de sicilia
ni la cruzada del rhin
del general eisenhower:
yo sólo canto la conquista



Pablo Neruda

establecimientos nocturnos

-- de Pablo Neruda --

Difícilmente llamo a la realidad, como el perro, ytambién aúllo. Cómo amaría establecer eldiálogo del hidalgo y el barquero, pintar la jirafa, describirlos acordeones, celebrar mi musa desnuda y enroscada a mi cintura deasalto y resistencia. Así es mi cintura, mi cuerpo en general,una lucha despierta y larga, y mis riñones escuchan.
Oh dios, cuántas ranas habituadas a la noche, silbando yroncando con gargantas de seres humanos a los cuarenta años, yqué angosta y sideral es la curva que hasta lo más lejosme rodea! llorarían en mi caso los cantores italianos, losdoctores de astronomía ceñidos por esta alba negra,definidos hasta el corazón por esta aguda espada.
Y luego esa condensación, esa unidad de elementos de la noche,esa suposición puesta detrás de cada cosa, y esefrío tan claramente sostenido por estrellas.
Execración para tanto muerto que no mira, para tanto herido dealcohol o infelicidad, y loor al nochero, al inteligente que soy yo,sobreviviente adorador de los cielos.



Pedro Antonio de Alarcón

General Caballero de Rodas, en el álbum de su mujer

-- de Pedro Antonio de Alarcón --

Soltero y coronel te he conocido;
de brigadier y novio te he tratado:
hoy eres, que yo sepa, diputado,
general, director, padre y marido.

En la paz y en la guerra siempre he sido
tu amigo, tu cronista, o tu soldado,
y hoy me siento en las Cortes a tu lado,
a seguirte al infierno decidido.

Pues bien (dicho inter nos aquesto sea)
jamás te hallé tan grande y tan hermoso
(ni en medio de las bombas y granadas)

como al verte, a la vuelta de Alcolea,
embelesado padre y fiel esposo,
recrearte en tus prendas adoradas.



Pedro Soto de Rojas

Ojos de Fénix, si matadores, deseados

-- de Pedro Soto de Rojas --

Indicios claros de la luz, espías
del luminoso general del cielo,
cuyo valor ardiente, cuyo celo
años le rinde y le conquista días;

apacibles tiranos, que alegrías
dais y quitáis al más cortés desvelo;
deidad tonante, que fulmina yelo
sobre el volcán de las entrañas mías;

volved a mí, volved, aunque de fiero
basilisco seáis: vuestra hermosura
más que la vida en vuestra ausencia quiero,

si ya no sube a tanto mi ventura
que os puedo -¡oh cuán difícil!- ver primero,
y es cada cual difunto y sepultura.



Juan de Tassis y Peralta

llegar, ver y entregarme ha sido junto

-- de Juan de Tassis y Peralta --

La deuda general pagada os tengo,
y a ser de vos injustamente vengo
condenado sin culpa en sólo un punto.
Padezco el mal, la causa no barrunto,
que yo, sin esperanza, me entretengo,
y sólo de adoraros me mantengo
vivo al servir, y al merecer difunto.
Quien sabe tanto y claramente entiende
que esperar algo es yerro sin disculpa,
con la inteición no puede haber errado.
Miro y no hallo en mí de que me enmiende;
mas si desdichas las tenéis por culpa,
¿cómo estará sin ella un desdichado?



Gutierre de Cetina

como el calor de la celeste esfera

-- de Gutierre de Cetina --

Calienta y vivifica y da consuelo
cuanto hay elemental acá en el suelo,
árbol, planta, animal, flor, hierba o fiera,
así, señora, amor de esta manera
los pechos arde de amoroso celo,
sino ése vuestro que por ser de hielo,
de mal tan general se queda fuera.
Pero si el sol al mayor hielo ofende,
lo consume y deshace, como vemos,
el vuestro ante mi ardor, ¿quién lo defiende?
y si ambos de su ardor nos defendemos,
¿cómo se hiela en vos y en mí se enciende?
¿caben en un sujeto dos extremos?



Hernando de Acuña

A una dama (Hernando de Acuña)

-- de Hernando de Acuña --

Obrando Claramente la natura
perfición, que parece más que humana,
en vos sola ha mostrado, señora Ana,
que del bien general poco se cura;

pues hizo que de gracia y hermosura
viváis vos sola justamente ufana,
y viendos, Claro está que es cosa vana
esperar de ver otra tal pintura.

También sería yo vano en alabaros,
si en vuestra hermosura hubiese parte
que pensase con versos igualalla;

pero sólo diré que en el formaros
dejó natura tan vencida el arte,
que vos sola podéis menosprecialla.



Antonio Lussich

Sumario

-- de Antonio Lussich --

La Inscripción electoral en la República Oriental. La abstención del Partido Nacional. Muertos apareciendo para votar. El fraude en Canelones. Las elecciones. Polémica Gómez y Ramírez. Deuda Castro reconocida. Interesante discurso del juez Marcial. Los buenos patriotas. Instalación del Club Juventud. Corrida del General Borjes por Saavedra. El prolífico juez Manuel Rovira. Muñoz, Ellauri, Gomenzoro y Varela. Los traidores. Polémica Bustamante y Herrera. Consejos a Ellauri y biografía de Luciano Santos, con sus impresiones amorosas, etc., Etc.



Manuel Machado

Al sable del Caudillo

-- de Manuel Machado --

¡Bienvenido, Capitán!
Bienvenido a tu Madrid,
con la palma de la lid
y con la espiga del pan.
Dios bendice el santo afán
que tu espada desnudó
y la victoria te dio,
poniendo en esa victoria
toda la luz de la gloria
de un mundo que se salvó.

Con esa hueste triunfal
que tras tu enseña desfila
-y que lleva en la mochila
estrellas de general-,
de la barbarie oriental
vencer supiste el espanto,
y alcanza tu gloria tanto
que con tu invencible tropa
fue España escudo de Europa
como en Granada y Lepanto.

De tu soberbia campaña,
Caudillo noble y valiente,
ha resurgido esplendente
una y grande y libre España.
Que hoy sean tu nueva hazaña
estas paces que unirán
en un mismo y puro afán
al hermano y el hermano...
Con la sombra de tu mano
es bastante, ¡Capitán!



Mario Benedetti

credo

-- de Mario Benedetti --

De otros diluvios
d'altri diluvi una colomba ascolto
giuseppe ungaretti
de pronto uno se aleja
de las imágenesqueridas
amiga
quedás frágil en el horizonte
te he dejado pensando en muchas cosas
pero ojalá pienses un poco en mí
vos sabés
en esta excursión a la muerte
que es la vida
me siento bien acompañado
me siento casi con respuestas
cuando puedo imaginar que allá lejos
quizá creas en mi credo antes de dormirte
o te cruces conmigo en los pasillos del sueño
está demás decirte que a esta altura
no creo en predicadores ni en generales
ni en las nalgas de miss universo
ni en el arrepentimiento de los verdugos
ni en el catecismo del confort
ni en el flaco perdón de dios
a esta altura del partido
creo en los ojos y las manos del pueblo
en general
y en tus ojos y tus manos
en particular.



Miguel Hernández

28

-- de Miguel Hernández --

28
la muerte, toda llena de agujeros
y cuernos de su mismo desenlace,
bajo una piel de toro pisa y pace
un luminoso prado de toreros.
Volcánicos bramidos, humos fieros
de general amor por cuanto nace,
a llamaradas echa mientras hace
morir a tranquilos ganaderos.
Ya puedes, amorosa fiera hambrienta,
pastar mi corazón, trágica grama,
si te gusta lo amargo de su asunto.
Un amor hacia todo me atormenta
como a ti, y hacia todo se derrama
mi corazón vestido de difunto.



Nicanor Parra

test

-- de Nicanor Parra --

Qué es un antipoeta:
un comerciante en urnas y ataúdes?
un sacerdote que no cree en nada?
un general que duda de sí mismo?
un vagabundo que se ríe de todo
hasta de la vejez y de la muerte?
un interlocutor de mal carácter?
un bailarín al borde del abismo?
un narciso que ama a todo el mundo?
un bromista sangriento
deliberadamente miserable
un poeta que duerme en una silla?
un alquimista de los tiempos modernos?
un revolucionario de bolsillo?
un pequeño burgués?
un charlatán?
un dios?
un inocente?
un aldeano de santiago de chile?
subraye la frase que considere correcta.
Qué es la antipoesía:
un temporal en una taza de té?
una mancha de nieve en una roca?
un azafate lleno de excrementos humanos
como lo cree el padre salvatierra?
un espejo que dice la verdad?
un bofetón al rostro
del presidente de la sociedad de escritores?
(dios lo tenga en su santo reino)
una advertencia a los poetas jóvenes?
un ataúd a chorro?
un ataúd a fuerza centrífuga?
un ataúd a gas de parafina?
una capilla ardiente sin difunto?
marque con una cruz
la definición que considere correcta.



Juan Gelman

en la fecha

-- de Juan Gelman --

Solo de ti, lleno de ti,
esta tarde a las 7,
el ciudadano de tu ausencia
se palpaba la cara, la voz, los papelitos,
deveras comprobando
que tus ruidos andaban por sus huesos
y en general que te habías ido.
Golpeó puertas, teléfonos.
La gran ciudad estaba equivocada sin tu pelo,
señora y él sentía tirones detrás delcorazón.
A lo mejor era el tabaco,
de todos modos yo soy otro:
un pedazo de ti,
alguien a quien castigan puertas, ruidos,
teléfonos,
y, andá a saber por qué,
toda la parentela de la muerte.



Juan Gelman

nota xii

-- de Juan Gelman --

A manuel scorza
los sueños rotos por la realidad
los compañeros rotos por la realidad
los sueños de los compañeros rotos
¿están verdaderamente rotos perdidos nada
se pudren bajo tierra? ¿su rota luz
diseminada a pedacitos bajo tierra? ¿alguna vez
los pedacitos se van a juntar?
¿va a haber la fiesta de los pedacitos que se reúnen?
y los pedacitos de los compañeros ¿alguna vez sejuntarán?
¿caminan bajo tierra para juntarse un día como dicemanuel? ¿se
juntarán un día?
de esos amados pedacitos está hecha nuestra concreta soledad
per dimos la suavidad de paco la tristeza de haroldo lalucidea de
rodolfo el coraje de tantos
ahora son pedacitos desparramados bajo todo el país
hojitas caídas del fervor la esperanza la fe
pedacitos que fueron alegría combate confianza
en sueños sueños sueños sueños
y los pedacitos rotos del sueño ¿se juntaránalguna vez?
¿se juntarán algún día pedacitos?
¿están diciendo que los enganchemos al tejido delsueño general?
¿están diciendo que soñemos mejor?



Juan Gelman

si dulcemente

-- de Juan Gelman --

Si dulcemente por tu cabeza pasaban las olas
del que se tiró al mar ¿qué pasa conlos
hermanitos
que entierraron?¿hojitas les crecen de los
dedos?¿arbolitosotoños
que los deshojan como mudos?en silencio
los hermanitos hablan de la vez
que estuvieron a dostres dedos de la muertesonríen
recordandoaquel alivio sienten todavía
como si no hubieran moridocomo si
paco brillara y rodolfo mirase
toda la olvidadera que solía arrastrar
colgándole del hombroo haroldo hurgando su amargura(siempre)
sacase el as de espadaspuso su boca contra el viento
aspiró vidavidascon sus ojos miró la terrible
pero ahora están hablando de cuando
operaron con suertenadie matónadie fue muertoel enemigo
fue burlado y un poco de la humillación general
se rescatócon corajescon sueñostendidos
en todo eso los compañerosmudos
deshuesándose en la noche de enero
quietos por finsolísimos sin besos



Juan Gelman

teoría sobre daniela rocca

-- de Juan Gelman --

He aquí que daniela un día conversó con losángeles
ligeramente derrumbados sobre sus senos góticos
fatigados del trance pero lúcidos lúbricos
y daniela advertía sus símiles contrarios
las puertas que se abren para seguir viviendo
las puertas que se cierran para seguir viviendo
en general las puertas sus misiones sus ángulos
ángulos de la fuga las fugas increíbles
los paralelogramos del odio y del amor
rompiéndose en daniela para dar a otra puerta
con la ayuda de drogas diversas y de alcoles
o de signos que yacen debajo del alcol
o daniela sacándose los corpiños sacándose
los pechos distanciados debido al ejercicio
del amor en contrarias circunstancias mundiales
daniela rocca loca dicen los magazines
de una pobre mujer italiana por cierto
que practicaba métodos feroces del olvido
y no mató a sus padres y fue caritativa
y un día de setiembre orinó bajo un árbol
y era llena de gracia como santa maría



Juan Meléndez Valdés

A don Eugenio de Llaguno

-- de Juan Meléndez Valdés --

Alivia el peso, soberana Astrea;
déjame una hora de feliz reposo;
el crudo afán de tu servicio honroso
ceda una vez a más feliz tarea.

Santa amistad en celebrar se emplea
del claro Elpino galardón glorioso,
merced justa de un rey que poderoso
su mérito y saber honrar desea.

Vosotras, Musas, si a mi ruego un día
cedisteis gratas, y mi tierno acento
oyó afable por vos mi dulce Elpino,

prestas volad, decidle mi alegría,
del pueblo hispano el general contento,
de la virtud el júbilo divino.



José Joaquín de Olmedo

Al general Lamar

-- de José Joaquín de Olmedo --

No fue tu gloria el combatir valiente,
ni el derrotar las huestes castellanas;
otros también con lanzas inhumanas
anegaron en sangre el continente.

Gloria fue tuya el levantar la frente
en el solio sin crimen, las peruanas
layes santificar, y en las lejanas
playas morir proscrito o inocente.

Surjan del sucio polvo héroes de un día,
y tiemble el mundo a sus feroces hechos:
pasará al fin su horrenda nombradía.

A la tuya los siglos son estrechos,
Lamar, porque el poder que te dio el cielo
sólo sirvió a la tierra de consuelo.



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Ariiba