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-- de Alejandro Sux --
Al espíritu fraternal de Arturo Borja
Poeta, hermano mío,
que como yo sufriste,
el frío del vacío
y la grandeza triste
de saberte una nube en prisión de rocío;
tu buen hermano en lira,
en rosa, azul y luna
que inspira la mentira
de la verde laguna,
sabe envidiar tu suerte porque tu suerte admira.
Lloro tu vida breve
por lo que dado hubieras,
pero la leve nieve
de tus quimeras
en nube se transforma y desde lo alto llueve.
Poeta, hermano mío,
ya no estarás más triste,
ni el frío del vacío
sentirás que sentiste...
Ya no eres una nube encerrada en rocío;
después de que partiste
tu lluvia se hizo un río
que da savia a tu rosa y a tu bulbul alpiste...
¡Feliz tú, hermano mío!
Poema "Feliz tú, hermano mío" de Alejandro Sux
-- de Líber Falco --
¿Titilaban acaso las estrellas
y oír pudiste
sus melopeas de solitarias?
Campanero del posible ensueño.
Hermano nuestro.
Tú tocaste un Angelus
fraternal y rebelde.
Asucultando la noche
del Cosmos y del hombre,
con el badajo rojo de tu corazón
llamabas.
Era viril tu canto
y la tónica de tu canto era el Amor.
Hermano, es ya la hora de la gesta
que amamantó tu anhelo.
Tras el alba nueva
renacerá en el hombre su primer sonrisa.
Y no estarán tan solas las estrellas!
Poema "Canto a Rafael Barrett" de Líber Falco
-- de Líber Falco --
Ahí yacen y esperan debajo de la tierra,
muertos que por las noches escuchan una estrella.
Mas, son millones los astros y en el silencio ruedan.
Son millones los muertos y en el silencio esperan.
Ahí yacen.
Bajo la tierra gime, no acabada,
endurecida en su último gesto,
la risa confiada de los niños
y aquel soldado, Pedro Rojas,
vivando un canto fraternal y nuestro.
Ahí yacen.
Oh! amor de siempre, sepultado.
Oh! dulce rostro de lo amado y bueno.
Pueblo, piedras, árboles.
Pueblo y pueblo, ya olvidado.
Ahí yacen.
Oh! madre nuestra
muerta y rediviva,
siempre.
Poema "Nuestra España" de Líber Falco
-- de Francisco Sosa Escalante --
De mi cariño fraternal en prenda
Mis versos dejo aquí; tal vez un dia
Salvar consigan la memoria mia
Cuando a la oscura eternidad descienda.
Si tú los guardas, niña, como ofrenda
De mi pura amistad y simpatía,
En vano del olvido la onda fría
Querrá extenderse por mi triste senda.
Amores, ilusiones, cuanto adora
El triste corazón, todo perece
Del tiempo con la marcha destructora.
La amistad nada más, al hombre ofrece
Bálsamo dulce si sus penas llora,
Y en su nublado cielo resplandece.
Poema "En un álbum (Sosa Escalante I)" de Francisco Sosa Escalante
-- de Francisco Sosa Escalante --
Al ver cuál vive en tormentosa lidia
Quien la cumbre tocó de la grandeza,
Bendigo mi humildad y mi pobreza,
Libre del dardo de la negra envidia.
La horrible ingratitud y la perfidia
No habré de lamentar; mi fortaleza
La torpe adulación con su vileza
No expone á sucumbir; jamás la insidia.
Amigos fieles á estrechar mi mano
Vendrán; no en pos del esplendor del oro
Sino de afecto fraternal y sano.
Que en mi modesto hogar no hay más tesoro
Que aquel que guarda corazón cristiano
Que goza con el bien y enjuga el lloro.
Poema "Humildad (Sosa Escalante)" de Francisco Sosa Escalante
-- de Ramón López Velarde --
Ingenuas provincianas: cuando mi vida se halle
desahuciada por todos, iré por los caminos
por donde vais cantando los más sonoros trinos
y en fraternal confianza ceñiré vuestro talle.
A la hora del Angelus, cuando vais por la calle,
enredados al busto los chales blanquecinos,
decora vuestros rostros --¡oh rostros peregrinos!--
la luz de los mejores crepúsculos del valle.
De pecho en los balcones de vetusta madera,
platicáis en las tardes tibias de primavera
que Rosa tiene novio, que Virginia se casa;
y oyendo los poetas vuestros discursos sanos
para siempre se curan de males ciudadanos,
y en la aldea la vida buenamente se pasa.
Poema "Del pueblo natal" de Ramón López Velarde