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Lope de Vega

Rompe las conchas Hércules famoso

-- de Lope de Vega --

Rompe las conchas Hércules famoso
de la Hidra feroz, y el campo esmalta
de veneno y de sangre, el tronco salta
por la violencia del bastón ñudoso;

pero súbitamente el escamoso
cuello brota, en lugar de aquella falta,
siete cabezas de cerviz más alta,
temblando el eco al silbo temeroso.

Así yo, triste (que vencer deseo
esta sierpe cruel de mi fortuna
en tantas diferencias de batallas),

con mis desdichas sin cesar peleo;
mas donde quiero remediar alguna,
resultan tantas que es mejor dejallas.

Poema Rompe las conchas Hércules famoso de Lope de Vega con fondo de libro

Ana Francisca Abarca de Bolea

Soneto fúnebre

-- de Ana Francisca Abarca de Bolea --

Canten tu amor,¡oh Príncipe glorioso!
en los remotos términos de España,
pues tu cariño y tu fineza extraña
te previenen aplausos de dichoso.

Timbre será que te haga más famoso,
porque el materno amor,que te acompaña,
tu mismo ser ilustra en tanta hazaña
como es morir de amor tan cariñoso.

Tu muerte fue de amar,como se ha visto.
Tanto puede en tu pecho una memoria.
Que aún no te libra del amor previsto.

¡Oh Príncipe leal!,tu fe notoria
prémiela de su mano el mismo Cristo
dándote la corona de su Gloria.

Poema Soneto fúnebre de Ana Francisca Abarca de Bolea con fondo de libro

Lope de Vega

al sepulcro de amor, que contra el filo

-- de Lope de Vega --

Al sepulcro de amor, que contra el filo
del tiempo hizo artemisia vivir claro,
a la torre bellísima de faro,
un tiempo de las naves luz y asilo;
al templo efesio de famoso estilo,
al coloso del sol, único y raro,
al muro de semíramis reparo,
y a las altas pirámides del nilo;
en fin, a los milagros inauditos,
a júpiter olímpica, y al templo,
pirámides, coloso y mauseolo;
y a cuantos hoy el mundo tiene escritos,
en fama vence de mi fe el ejemplo,
que es mayor maravilla mi amor solo.

Poema al sepulcro de amor, que contra el filo de Lope de Vega con fondo de libro

Lope de Vega

El cuerpo de Faetón Climene mira

-- de Lope de Vega --

El cuerpo de Faetón Climene mira,
orillas del Erídano arrojado,
en cuyo pecho mísero, abrasado,
aún dura el fuego de quien humo espira.

Y dice así: «La tierra humilde mira,
hijo famoso, el pensamiento honrado,
con que, de las estrellas abrazado,
a gobernar la luz del cielo aspira».

Murmura en fin que temerario alzaste
vuelo imposible al sol de quien caíste,
cuyos rayos intrépido miraste.

«Dirá que ciego y ambicioso fuiste,
pero no negará que confirmaste,
muerto en el cielo, que del sol naciste».



Lope de Vega

En lámimas de plata, en letras de oro

-- de Lope de Vega --

En láminas de plata, en letras de oro,
que en almas escribirse merecía,
vuestro nombre a la fama el mundo envía,
Girón divino del mayor tesoro.

Será sujeto del Castalio coro
mientras dura del cielo el armonía,
famoso en cuanto el sol dilata el día,
del Pez al Cantro, de la Libra al Toro.

Verá la envidia, en la mayor alteza
de títulos tan grandes y escogidos
el del ingenio fértil y abundante.

Igualará la pluma a la grandeza,
y el Parnaso de vos favorecido
tendrá en su frente el cielo como Atlante.



Lope de Vega

Faltaron con el tiempo riguroso

-- de Lope de Vega --

Faltaron con el tiempo riguroso
la torre a Faro, a Babilonia el muro,
a Grecia aquel milagro en mármol duro
de Júpiter Olímpico famoso;

A Caria aquel sarcófago amoroso
y a Menfis del Egipto mal seguro
las columnas que hoy cubre olvido escuro,
el templo a Efesia, a Rodas el coloso.

Pero cayendo con mayor ejemplo
la gran columna, que en virtudes y obras
las puso con plus ultra al fin del mundo,

torre, muro, coloso, estatuas, templo,
pierde, oh España; mas las mismas cobras
en el Tercero de tan gran Segundo.



Lope de Vega

Suspenso está Absalón entre la ramas

-- de Lope de Vega --

Suspenso está Absalón entre las ramas
que entretejen sus hojas y cabellos,
que los que tienen la soberbia en ellos
jamás espiran en bordadas camas.

Cubre de nieve las hermosas llamas
al eclipsar de aquellos ojos bellos,
que así quebrantan los altivos cuellos
las ambiciones de mayores famas.

¿Qué es de la tierra que usurpar quisiste?
pues apenas la tocas de liviano,
bello Absalón, famoso ejemplo al suelo.

Esperanza, ambición, cabellos diste,
al viento, al cielo, a la ocasión tan vano,
que te quedaste entre la tierra y cielo.



Lope de Vega

Tantas virtudes, honras, glorias, famas

-- de Lope de Vega --

Tantas virtudes, honras, glorias, famas,
sólo se hallarán, Álvaro famoso,
en sangre de Guzmán, que el generoso
tronco produce siempre iguales ramas.

Que muestre el sol al Austro ardientes llamas
es fuerza, está en la suya poderoso,
pero al Oriente es caso prodigioso;
tal es la luz con que al nacer te inflamas.

En el mirar al sol claro y sereno,
para que de sus dudas se confirme,
es del águila el hijo conocido.

Probándote a su sol, Guzmán el Bueno,
llamarte puede, viéndote tan firme,
corona y gloria de su excelso nido.



Lope de Vega

Tened piedad de mí, que muero ausente

-- de Lope de Vega --

Tened piedad de mí, que muero ausente,
hermosas ninfas deste blando río;
que bien os lo merece el llanto mío,
con que suelo aumentar vuestra corriente.

Saca la coronada y blanca frente,
Tormes famoso, a ver mi desvarío,
así jamás te mengüe el seco estío,
y esta montaña tu cristal aumente.

Mas, ¿qué importa que el llanto mío recibas,
si no vas a morir al Tajo, adonde
mis penas pueda ver la causa de ellas?

Tus ninfas en tus ondas fugitivas
y tu cabeza coronada esconde:
que basta que me escuchen las estrellas.



Manuel del Palacio

Semblanzas: XI

-- de Manuel del Palacio --

La patria de Pelayo y de Favila
Fué la patria también de este sugeto;
Vino á Madrid, y hablando á lo paleto
En la gente de Astúrias se hizo fila.

Según en cierto círculo se estila
Buscó de una influencia el amuleto,
Y un Conde, cuya historia yo respeto,
Le bautizó de sabio siendo un lila.

Ministro y diplomático famoso
Fué luego en ocasiones diferentes,
Y en casi todas ellas hizo el oso.

Jamás para reir mostró sus dientes;
Pasa por hábil, y aunque no es gracioso
Se repiten sus dichos por las gentes.



Jorge Manrique

coplas por la muerte de su padre 34

-- de Jorge Manrique --

Diciendo: «buen caballero,
dejad el mundo engañoso
y su halago;
vuestro corazón de acero,
muestre su esfuerzo famoso
en este trago;
y pues de vida y salud
hicisteis tan poca cuenta
por la fama,
esfuércese la virtud
para sufrir esta afrenta
que os llama.



Jorge Manrique

coplas por la muerte de su padre 25

-- de Jorge Manrique --

Aquél de buenos abrigo,
amado por virtuoso
de la gente,
el maestre don rodrigo
manrique, tanto famoso
y tan valiente;
sus hechos grandes y claros
no cumple que los alabe,
pues los vieron,
ni los quiero hacer caros
pues que el mundo todo sabe
cuáles fueron.



Ernesto Cardenal

epigrama XXXI

-- de Ernesto Cardenal --

Esta será mi venganza:
que un día llegue a tus manos
el libro de un poeta
famoso
y leas estas líneas
que el autor escribió
para ti



Juan de Arguijo

Al Guadalquivir, en una avenida

-- de Juan de Arguijo --

Tú, á quien ofrece el apartado polo,
Hasta donde tu nombre se dilata,
Preciosos dones de luciente plata,
Que invidia el rico Tajo y el Pactolo;

Para cuya corona, como á solo
Rey de los rios, entreteje y ata
Pálas su oliva con la rama ingrata
Que contempla en tus márgenes Apolo;

Clara Guadalquivir, si impetuoso
Con crespas ondas y mayor corriente
Cubrieres nuestros campos mal seguros,

De la mejor ciudad, por quien famoso
Alzas igual al mar la altiva frente,
Respeta humilde los antiguos muros.



Gutierre de Cetina

al pie de un monte que divide a españa

-- de Gutierre de Cetina --

De francia, do más alto el cuello asoma,
en las faldas de aquél que el nombre toma
del ladrón más subtil, de mayor maña,
en un valle hermoso a do la extraña
alteza el blanco monte abaja y doma,
no lejos de la fuente por quien roma
dio nombre a la región que en torno baña,
cerca de do perdió el francés famoso
la gloria de que aún hoy soberbio viene,
allí nació la causa del mal mío;
después la crió el tajo, y de invidioso
pisuerga la robó, betis la tiene:
intendami chi può, ch'i' m'intend'io.



Gutierre de Cetina

ni la alta piedra que de césar cierra

-- de Gutierre de Cetina --

Las reliquias soberbias en el suelo,
ni aquel famoso templo por quien delo
vivirá siempre en cuanto el mar encierra,
ni todos los honores que en la tierra
pueden de gloria alzarse en alto vuelo,
os dieran tanto honor, héroes del cielo,
cuanto os dan estas piedras y esta tierra.
De huesos de enemigos mayor pira,
do los vuestros a guisa de trofeo
se muestran fabricando, fabricaste.
El templo que a los otros más admira,
y el honor muy más grande que el deseo,
cristo os lo dio y vosotros lo ganaste.



Gutierre de Cetina

temor desventurado y trabajoso

-- de Gutierre de Cetina --

Trabajoso temor desventurado!
quien supiese mostrar de ti un traslado
bien se podría llamar pintor famoso;
quien tu desasosiego sospechoso,
tu recelar, tus bascas, tu cuidado,
con palabras pintase, habría pintado
lo que es, aunque a pensar, dificultoso.
Eres sin proporción incomparable,
eres mal que se siente y no se entiende,
sueño que el alma aduerme y la desvela;
eres fuego infernal, intolerable,
hielo que de un rabioso ardor enciende,
ardor que de un mortal hielo nos hiela.



Gutierre de Cetina

al príncipe de ascoli IV

-- de Gutierre de Cetina --

Cuando algún hecho grande y glorïoso
o victoria de ejército alcanzaban,
arcos, colosos, mármoles alzaban
los romanos al que era victorioso.
Quedaba el nombre así de aquel famoso,
y de una envidia honesta despertaban
los ánimos de aquellos que aspiraban
venir a un fin tan alto y glorïoso.
Estos escudos de armas, los trofeos,
las memorias que veis en cada parte,
príncipe digno de inmortal historia,
despertadores son de los deseos
que a un hijo tal cual vos del nuevo marte
harán subir a la paterna gloria.



Gutierre de Cetina

con gran curiosidad, con gran cuidado

-- de Gutierre de Cetina --

Por la rara beldad que en ellos vía,
curaba sus cabellos noche y día
el famoso david el hijo amado.
Cuando, crecidos ya, siendo aquejado
del valiente joab que lo seguía,
de los cabellos que él criado había
para su mal se vio quedar colgado.
Así un luengo esperar, dudoso, incierto,
a costa del vivir crió el deseo
y puso toda en él su confianza;
hasta que, ya el engaño descubierto,
siguiéndome el dolor, quedarse veo
colgado el desear de la esperanza.



Gutierre de Cetina

al emperador

-- de Gutierre de Cetina --

No fuera alcides, no, famoso tanto,
ni durara en el mundo hoy su memoria,
si menos cara hubiera la victoria
de los monstruos que aún hoy causan espanto.
La fuerte emulación con todo cuanto
contrasta casi al par con vuestra gloria,
harán al fin, señor, que vuestra historia
nos ture con eterno e inmortal canto.
El vencer tan soberbios enemigos,
sujetar tantos monstruos, tanta gente,
con el valor que el cielo en vos derrama,
al siglo por venir serán testigos
del honor que dará perpetuamente
a carlo quinto máximo la fama.



Gutierre de Cetina

a un hombre loco llamado carbón, que estando furioso arremetió a besar a una dama

-- de Gutierre de Cetina --

Atrevido carbón, tan animoso
cuan falto de favor y de contento,
no se alabe faetón de atrevimiento
pues fue el tuyo más alto y más famoso.
Aquél, guiando al sol, de temeroso
hizo a los temerarios escarmiento,
tú pensaste gozar sin fundamento
de un nuevo sol más claro y más hermoso.
¿Cuál seso hay que iguale a tu locura?
¿cuál esfuerzo llega al bien de aventurarte
si tuvieras más fuerza o más ventura?
aunque siendo carbón, ponerte en parte
tan cerca de aquel sol de hermosura,
ya es ventura llegar y no abrasarte.



Gutierre de Cetina

de sola la ocasión ledo y gozoso

-- de Gutierre de Cetina --

Dijo vandalio a amor: «por un halago
corre en cama dorada el rico tago,
pactolo sea de perlas abundoso;
»desee con su virtud quedar famoso
el que el sacro laurel quiere por pago,
vaya arando la mar, cual hizo lago,
aquél que de riquezas es cuidoso;
»gobierne el reino aquel que lo procura,
sea el mundo de aquél que lo conquista,
y cada cual se goce con su estado.
»Yo no pido ni quiero más ventura
salvo que pueda de una dulce vista
solamente mirar y ser mirado».



Gutierre de Cetina

al príncipe de ascoli X

-- de Gutierre de Cetina --

Si está en opinión, lavinio caro,
del más dulce pastor, del más sabroso,
si por mil buenas partes glorioso
te ha hecho el cielo señalado y claro,
¿por qué de tu cantar único y raro,
del estilo tan alto y tan famoso,
de las pinturas de tu mal rabioso,
pues tan honrosas son, eres avaro?
ya que el mundo escuchar no te meresce,
¿no miras que no es bien entre los bienes
si no se comunica y se reparte?
ni en leyes de amistad se compadesce,
pues das a todo el mundo lo que tienes,
que de tanta virtud no nos des parte.



Hernando de Acuña

Si los suspiros que ha esparcido el viento

-- de Hernando de Acuña --

Si los suspiros que ha esparcido el viento,
ausente de mi bien, con mil dolores,
y con ellos mis quejas y clamores
en bajo, triste y doloroso acento;

si la flaca esperanza cual la siento,
puesta en el medio de cien mil temores,
vinieren a noticia de pastores
do llegue el amoroso sentimiento,

sujeto les será mi triste llanto
por Galatea, y mi pasión tamaña
y, en ausencia, mi fe tan verdadera

pasar continuo y doloroso canto
por todos estos llanos y campaña
del famoso Danubio y su ribera.



Tomás de Iriarte

Cierto galán a quien París aclama

-- de Tomás de Iriarte --

Cierto galán a quien París aclama,
petimetre del gusto más extraño,
que cuarenta vestidos muda al año
y el oro y plata sin temor derrama,

celebrando los días de su dama,
unas hebillas estrenó de estaño,
sólo para probar con este engaño
lo seguro que estaba de su fama.

«¡Bella plata! ¡Qué brillo tan hermoso!»,
dijo la dama, «¡viva el gusto y numen
del petimetre en todo primoroso!»

Y ahora digo yo: «Llene un volumen
de disparates un autor famoso
y si no le alabaren, que me emplumen.»



Evaristo Carriego

El alma del suburbio (poesía)

-- de Evaristo Carriego --

El griego musicante ya desafina
en la suave habanera provocadora,
cuando se anuncia a voces, desde la esquina
«el boletín — famoso — de última hora».

Entre la algarabía del conventillo,
esquivando empujones pasa ligero,
pues trae noticias, uno que otro chiquillo
divulgando las nuevas del pregonero.

En medio de la rueda de los marchantes,
el heraldo gangoso vende sus hojas...
Donde sangran los sueltos espeluznantes
de las acostumbradas crónicas rojas.

Las comadres del barrio, juntas, comentan
y hacen filosofía sobre el destino...
Mientras los testarudos hombres intentan
defender al amante que fué asesino.



Evaristo Carriego

Por el alma de don Quijote

-- de Evaristo Carriego --

Con el más reposado y humilde continente,
de contrición sincera; suave, discretamente,
por no incurrir en burlas de ingeniosos normales
sin risueños enojos ni actitudes teatrales
de cómico rebelde, que, cenando en comparsa,
ensaya el llanto trágico que llorará en la farsa,
dedico estos sermones, porque sí, porque quiero,
al Único, al Supremo famoso Caballero,
a quien pido que siempre me tenga de su mano,
al santo de los santos Don Alonso Quijano
que ahora está en la Gloria, y a la diestra del Bueno:
su dulcísimo hermano Jesús el Nazareno,
con las desilusiones de sus caballerías
renegando de todas nuestras bellaquerías.

Pero me estoy temiendo que venga algún chistoso
con sátiras amables de burlador donoso,
o con mordacidades de socarrón hiriente,
y descubra, tan grave como irónicamente,



José Martí

isla famosa

-- de José Martí --

Isla famosa
aquí estoy, solo estoy, despedazado.
Ruge el cielo: las nubes se aglomeran,
y aprietan, y ennegrecen, y desgajan:
los vapores del mar la roca ciñen:
sacra angustia y horror mis ojos comen:
a qué, naturaleza embravecida,
a qué la estéril soledad en torno
¿de quién de ansia de amor rebosa y muere?
¿dónde, cristo sin cruz, los ojos pones?
¿dónde, oh sombra enemiga, dónde el ara
digna por fin de recibir mi frente?
¿en pro de quién derramaré mi vida?
rasgóse el velo; por un tajo ameno
de claro azul, como en sus lienzos abre
entre mazos de sombra díaz famoso,
el hombre triste de la roca mira
en lindo campo tropical, galanes
blancos, y venus negras, de unas flores
fétidas y fangosas coronados:
¡danzando van: a cada giro nuevo
bajo los muelles pies la tierra cede!
y cuando en ancho beso los gastados
labios sin lustre ya, trémulos juntan,
sáltanles de los labios agoreras
aves tintas en hiel, aves de muerte.



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