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Jaime Torres Bodet

amor

-- de Jaime Torres Bodet --

Para escapar de ti
no bastan ya peldaños,
túneles, aviones,
teléfonos o barcos.
Todo lo que se va
con el hombre que escapa:
el silencio, la voz,
los trenes y los años,
no sirve para huir
de este recinto exacto
sin horas ni reloj,
sin ventanas ni cuadros
que a todas partes va
conmigo cuando viajo.
Para escapar de ti
necesito un cansancio
nacido de ti misma:
una duda, un rencor,
la vergüenza de un llanto;
el miedo que me dio
por ejemplo poner
sobre tu frágil nombre
la forma impropia y dura
y brusca de mis labios...
El odio que sentí
nacer al mismo tiempo
en ti que nuestro amor,
me hará salir de tu alma
más pronto que la luz,
más deprisa que el sueño,
con mayor precisión
que el ascensor más raudo:
el odio que el amor
esconde entre las manos.

Poema amor de Jaime Torres Bodet con fondo de libro

César Vallejo

en el momento en que el tenista lanza magistralmente

-- de César Vallejo --

En el momento en que el tenista lanza magistralmente
su bala, le posee una inocencia totalmente animal;
en el momento
en que el filósofo sorprende una nueva verdad
es una bestia completa.
Anatole france afirmaba
que el sentimiento religioso
es la función de un órgano especial del cuerpo humano
hasta ahora ignorado y se podría
decir también, entonces
que, en el momento exacto en que un tal órgano
funciona plenamente,
tan puro de malicia está el creyente,
que se diría casi un vegetal.
¡Oh alma! ¡oh pensamiento! ¡oh marx! ¡ohfeüerbach!

Poema en el momento en que el tenista lanza magistralmente de César Vallejo con fondo de libro

César Vallejo

entre el dolor y el placer median tres criaturas

-- de César Vallejo --

Entre el dolor y el placer median tres criaturas,
de las cuales la una mira a un muro,
la segunda usa de ánimo triste
y la tercera avanza de puntillas;
pero, entre tú y yo,
sólo existen segundas criaturas.
Apoyándose en mi frente,
el día conviene en que, de veras,
hay mucho de exacto en el espacio;
pero, si la dicha, que, al fin, tiene un tamaño,
principia ¡ay! por mi boca,
¿quién me preguntará por mi palabra?
al sentido instantáneo de la eternidad
corresponde
este encuentro investido de hilo negro,
pero a tu despedida temporal,
tan sólo corresponde lo inmutable,
tu criatura, el alma, mi palabra.

Poema entre el dolor y el placer median tres criaturas de César Vallejo con fondo de libro

Pedro Salinas

la sin pruebas

-- de Pedro Salinas --

La sin pruebas
¡cuando te marchas, qué inútil
buscar por dónde anduviste,
seguirte!
si has pisado por la nieve
sería como las nubes
su sombra, sin pies, sin peso
que te marcara.
Cuando andas
no te diriges a nada
ni hay senda que luego diga:
«pasó por aquí.»
Tú no sales del exacto
centro puro de ti misma:
son los rumbos confundidos
los que te van al encuentro.
Con la risa o con las voces
tan blandamente
descabalas el silencio
que no le duele, que no
te siente:
se cree que sigue entero.
Si por los días te busco
o por los años
no salgo de un tiempo virgen:
fue ese año, fue tal día,
pero no hay señal:
no dejas huella detrás.
Y podrás negarme todo,
negarte a todo podrás,
porque te cortas los rastros
y los ecos y las sombras.
Tan pura ya, tan sin pruebas
que cuando no vivas más
yo no sé en qué voy a ver
que vivías,
con todo ese blanco inmenso
alrededor, que creaste.



José María Pemán

oración a la luz

-- de José María Pemán --

Oración a la luz
señor: yo sé que en la mañana pura
de este mundo, tu diestra generosa
hizo la luz antes que toda cosa
porque todo tuviera su figura.
Yo sé que te refleja la segura
línea inmortal del lirio y de la rosa
mejor que la embriagada y temerosa
música de los vientos en la altura.
Por eso te celebro yo en el frío
pensar exacto a la verdad sujeto
y en la ribera sin temblor del río:
por eso yo te adoro, mudo y quieto:
y por eso, señor, el dolor mío
por llegar a ti se hizo soneto.



Santiago Montobbio

capítulo vii

-- de Santiago Montobbio --

Capítulo vii
nunca fui un neurótico y si al final lo fui
jamás tuve vocación de serlo. Así que si he hablado
de túneles, balcones y otras despedidas
que marcaban el suspenso de un corazón
a quien el recuerdo de ventanas carcomía
no ha sido por una especial propensión hacia estas cosas
sino porque se canta lo que se muerde y así
palabra es sólo lo que ama y lo que duele y lo que pasa
del mismo exacto modo que resulta
vivir injusto
o sufrir inútil.
Masaunque se canta
lo que se muerde
algunas veces pienso
que en vez de ir levantando acta
de lo que con el tiempo va muriendo
quizá debería haber intentado
con nostalgias y fulgores construir
unos tapices lo suficientemente amables
como para que pudiera por ellos pasearse
sin congojas la mirada.
¿Pero a quién pueden interesarle las mentiras?
lejos de la grata compañía que dicen que dan las otrasvoces,
hecha con lo que tuve cerca o con lo que pude y nada más
que por no perder la dignidad del todo, mi poesía
sólo puede valer lo que mi vida.



Santiago Montobbio

el teólogo disidente

-- de Santiago Montobbio --

El teólogo disidente
no existe la muerte, no ha existido nunca.
Aunque bajo su amenaza haya vivido el hombre,
en su mentira, no existe la muerte, no existe,
y si adivináis tras la luna el exacto rostro
de la ausencia, si con olvido miráis
la pupila oscura de la espera
entenderéis que no existe, que de verdad no existe
y que cómo iba a existir ella y qué nombre
hubiéramos podido darle entonces a esta tierra.



Nicolás Guillén

problemas del subdesarrollo

-- de Nicolás Guillén --

Monsieur dupont te llama inculto,
porque ignoras cuál era el nieto
preferido de víctor hugo.
Herr müller se ha puesto a gritar,
porque no sabes el día
(exacto) en que murió bismark.
Tu amigo mr. Smith,
inglés o yanqui, yo no lo sé,
se subleva cuando escribes shell.
(Parece que ahorras una ele,
y que además pronuncias chel.)
Bueno ¿y qué?
cuando te toque a ti,
mándales decir cacarajícara,
y que donde está el aconcagua,
y que quién era sucre,
y que en qué lugar de este planeta
murió martí.
Un favor:
que te hablen siempre en español.



Carolina Coronado

soneto

-- de Carolina Coronado --

¿mi vida, carolina, escribir quieres?
deja por dios tan peregrina idea
que podrás sólo hacer que el mundo vea
en vez de lo que soy lo que tú eres.
Digno de ti será lo que escribieres
a tu alma harás brillar en tu tarea,
mas nunca harás que el juicio exacto sea
de cómo yo he cumplido mis deberes.
Mi vida por ti escrita, amiga mía,
un poema completo sólo fuera
hijo del corazón y fantasía,
donde con gran vergüenza yo me viera
cual debiera haber sido o ser debía
y no cual soy o he sido en mi carrera.



Roberto Juarroz

poemas de otredad 7

-- de Roberto Juarroz --

¿por qué las hojas ocupan el lugar de las hojas
y no el que queda entre las hojas?
¿por qué tu mirada ocupa el hueco que está delantede la razón
y no el que está detrás?
¿por qué recuerdas que la luz se muere
y en cambio olvidas que también muere la sombra?
¿por qué se afina el corazón del aire
hasta que la canción se vuelve otro vacío en elvacío?
¿por qué no callas en el sitio exacto
donde morir es la presencia justa
suspendida del árbol de vivirse?
¿por qué estas rayas donde el cuerpo cesa
y no otro cuerpo y otro cuerpo y otro?
¿por qué esta curva del porqué y no el signo
de una recta sin fin y un punto encima?



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