Buscar Poemas con Desvanecida


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Se han encontrado 6 poemas con la palabra desvanecida

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Lope de Vega

Tardar en convertirse, error notable

-- de Lope de Vega --

Tardar en convertirse error notable,
y diferirlo de uno en otro día,
loca desvanecida fantasía,
esperanza del hombre miserable.
La vida corre, la ocasión mudable,
cuan presto de los ojos se desvía,
¿Cómo tendrá resolución tardía,
al mismo que ha ofendido, favorable?
Señor, quien diligente y cuidadoso
las cosas de la vida mortal mira,
si vive en las del alma perezoso,
vendrá súbitamente vuestra ira,
y al discurrir el filo poderoso,
¿qué mano le tendrá, si el cuerpo expira?

Poema Tardar en convertirse, error notable de Lope de Vega con fondo de libro

Octavio Paz

piedra de toque

-- de Octavio Paz --

Aparece
ayúdame aexistir
ayúdate a existir
oh inexistente por la que existo
oh presentida que me presiente
soñada que me sueña
aparecida desvanecida
ven vuela adviene despierta
rompe diques avanza
maleza de blancuras
marea de armas blancas
mar sin brida galopando en la noche
estrella en pie
esplendor que te clavas en el pecho
(canta herida ciérrate boca)
aparece
hoja en blancotatuada de otoño
bello astro de pausados movimientos de tigre
perezoso relámpago
águila fija parpadeante
cae pluma flecha engalanada cae
da al fin la hora del encuentro
reloj de sangre
piedra de toque de esta vida

Poema piedra de toque de Octavio Paz con fondo de libro

Vicente García de la Huerta

Seguridades del amor

-- de Vicente García de la Huerta --

Si tu mérito, Lisi, conocieras,
como la envidia persuadir procura,
y estimaras en tanto tu hermosura,
cuanto estimarla por razón debieras,

poco desconfiaras ni temieras
de un amor tan leal y fe tan pura,
y viviendo en tu mérito segura,
menos motivos de pesar me dieras.

¡Cuál quedara la envidia, Lisi mía,
al verte como estás desconfiada,
desvanecida su mordaz sospecha,

y en mí el deseo y pertinaz porfía
de verte de tu mérito pagada,
por verte de mi afecto satisfecha!

Poema Seguridades del amor de Vicente García de la Huerta con fondo de libro

Carolina Coronado

bendito seas, alberto

-- de Carolina Coronado --

Aunque serena y callada
a tus suspiros me veas,
no indiferente me creas;
es que el alma enamorada
diciendo está embelesada
alberto, bendito seas.
Si a responderte no acierto
cuando me vienes hablando,
¿piensas que tu voz no advierto?
pues es que estoy murmurando
con un acento muy blando
bendito seas, alberto.
Alberto, ¿qué más deseas
de quien tanto vive amando?
yo te ruego que me creas,
que aunque callada me veas
estoy entre mí cantando
alberto, bendito seas.
Muda estoy, fáltame vida;
queda el espíritu muerto,
la mente desvanecida;
pero esta voz repetida
forma en el alma concierto:



Carolina Coronado

en la última hoja del álbum

-- de Carolina Coronado --

El fin de todo busca el alma mía
porque en esta existencia pasajera
del más hermoso y regalado día
siempre viene a turbarnos la alegría
el miedo del dolor que nos espera.
Si fe tenéis en la amistad lozana
del joven que en la infancia habéis querido,
desvanecida como sombra vana
por otra nueva dejaréis mañana
esa tierna amistad en el olvido.
Si fe tenéis en que el amor primero
es el amor más cierto de la vida
sabed ¡ay! que ese amor es pasajero
que sólo, amigos, el amor postrero
es el único amor que no se olvida.
Así no es mucho que en libro escoja,
teniendo de la fama igual idea,
con tanto nombre como en él se aloja
no la primera, la postrera hoja
para dejar memoria al que me lea.



Clemente Althaus

A un recuerdo

-- de Clemente Althaus --

¿Por qué do quiera sin cesar me veo
de ti, triste recuerdo, perseguido,
en vano renovándome el deseo
de volver a gozar el bien perdido?

¡Quién las aguas me diera del Leteo
donde la paz se bebe del olvido!
¿De qué horrendo delito me hice reo
para dolor tan largo y desmedido?

Dulce felicidad desvanecida,
de mi memoria perenal castigo,
pues me diste tu eterna despedida,

y lejana esperanza ya no abrigo
de que te goce aún mi triste vida,
tu recuerdo perder debí contigo.



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