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-- de Alejandro Arango y Escandón --
Risueña, ufana, sobre el césped blanco,
de abril en tarde plácida y serena
está Rosaura en la floresta amena,
al son de alegre tamboril bailando.
Rosas, jazmines, a su paso echando,
aplaude el pueblo y la comarca atruena,
y va la vida de donaire llena,
rosas, jazmines, a su paso hollando.
Pero ¿y mañana? al despuntar la aurora
y no bien aparezca su lucero,
tendrá ya dueño que en el alma adora.
Y si dice su señor: «No quiero»,
por más que gima la gentil pastora,
será este su bailar postrero.
Poema "Rosaura (Escando)" de Alejandro Arango y Escandón
-- de Góngora --
Al tramontar del sol la ninfa mía,
de flores despojando el verde llano,
cuantas troncaba la hermosa mano,
tantas el blanco pie crecer hacía.
Ondeábale, el viento que corría,
el oro fino con error galano,
cual verde hoja de álamo lozano
se mueve al rojo despuntar del día;
mas luego que ciñó sus sienes bellas
de los varios despojos de su falda
(término puesto al oro y a la nieve),
juraré que lució más su guirnalda,
con ser de flores, la otra ser de estrellas,
que la que ilustra el cielo en luces nueve.
Poema "Al tramontar del sol la ninfa mía" de Góngora
-- de Manuel del Palacio --
Eran ayer hermanos: de la ciencia
Los dos propagadores se llamaban,
Y la industria y el arte cultivaban
Felices en la paz y la opulencia.
Un hombre, en hora de fatal demencia
Irritó sus pasiones que callaban,
Y hoy con mares de sangre quizá lavan
El impuro borron de su conciencia.
¡Madres! Mañana al despuntar la aurora
No busqueis del hogar en los confines
Al que vuestras venturas atesora.
¿El eco no escuchais de los clarines?
¡Tras ellos va la furia asoladora
De esta maldita raza de Caínes!
Poema "La guerra de dos pueblos" de Manuel del Palacio
-- de Salvador Rueda --
Que al despuntar cada día,
las sombras de nuestros cuerpos
sorprenda la luz unidas.
Poema "coplas 42" de Salvador Rueda
-- de Andrés Bello --
No para mí, del arrugado invierno
rompiendo el duro cetro, vuelve mayo
la luz al cielo, a su verdor la tierra,
No el blando vientecillo sopla amores
o al rojo despuntar de la mañana
se llena de armonía el bosque verde.
Que a quien el patrio nido y los amores
de su niñez dejó, todo es invierno.
Poema "No para mí, del arrugado invierno" de Andrés Bello
-- de Juan Nicasio Gallego --
Si entre las damas que la corte adora
eres, Clori, la bella de las bellas;
y así a tu vista desparecen ellas
como la noche al despuntar la aurora,
por tu dulzura y tu bondad, señora,
en que también, venciéndolas, descuellas,
contra el fiero rigor de las estrellas
mi voz al cielo en tu favor implora.
Grata en tanto y benévola permite
que el rudo acento de la musa mía
en tan digna ocasión te felicite.
Un siglo goces tu dichoso día,
sin que adusto pesar tu tez marchite
ni del tiempo veloz la huella fría.
Poema "A mi Sra. P. de S. en sus días" de Juan Nicasio Gallego
-- de Francisco Sosa Escalante --
Si el grande Hidalgo el adalid primero
Fué de la patria en memorable día,
Y Morelos con génio y bizarría
La fama obtuvo de inmortal guerrero;
Si Bravo el generoso dió al ibero
Sublime ejemplo de nobleza pía,
¿Quién tu constancia superar podría
Allí en las horas de infortunio fiero?
Tú fuiste la vestal conservadora
Del fuego sacrosanto, en las regiones
Del Sur que Febo con su lumbre dora:
Salvaste de la patria los pendones
Hasta que vieron despuntar la aurora
De hermosa libertad los corazones.
Poema "A Guerrero" de Francisco Sosa Escalante
-- de Clemente Althaus --
¿Visteis, cuando el temblor con improvisa
fuerza se siente al despuntar el alba,
que, como puede cada cual se salva,
sin que a nada lugar le dé la prisa?
Saliendo sin zapatos y en camisa,
flacas piernas mostrando y lucía calva,
hacen Crispín y su mujer Grijalva
que en medio del terror nazca la risa.
¡Cuánto oculto galán más que de trote
con la infamada joven sale fuera,
sin temor de que el público lo note!
Y hasta se ve salir ¡quién lo creyera!
a todo un venerable sacerdote
¡de la impura mansión de una ramera!
Poema "Cuadros" de Clemente Althaus