Buscar Poemas con Desmantelado


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Se han encontrado 2 poemas con la palabra desmantelado

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Julia de Burgos

dadme mi número

-- de Julia de Burgos --

¿qué es lo que esperan? ¿no me llaman?
¿me han olvidado entre las yerbas,
mis camaradas más sencillos,
todos los muertos de la tierra?

¿por qué no suenan sus campanas?
ya para el salto estoy dispuesta.
¿Acaso quieren más cadáveres
de sueños muertos de inocencia?

¿acaso quieren más escombros
de más goteadas primaveras,
más ojos secos en las nubes,
más rostro herido en las tormentas?

¿quieren el féretro del viento
agazapado entre mis greñas?
¿quieren el ansia del arroyo,
muerta en mi mente de poeta?

¿quieren el sol desmantelado,
ya consumido en mis arterias?
¿quieren la sombra de mi sombra,
donde no quede ni una estrella?

casi no puedo con el mundo
que azota entero mi conciencia...

¡Dadme mi número! no quiero
que hasta el amor se me desprenda...
(Unido sueño que me sigue
como a mis pasos va la huella.)

¡Dadme mi número, porque si no,
me moriré después de muerta!

Poema dadme mi número de Julia de Burgos con fondo de libro

Rosario Castellanos

parábola de la inconstante

-- de Rosario Castellanos --

Antes cuando me hablaba de mí misma, decía:
si yo soy lo que soy
y dejo que en mi cuerpo, que en mis años
suceda ese proceso
que la semilla le permite al árbol
y la piedra a la estatua, seré la plenitud.

Y acaso era verdad. Una verdad.

Pero, ay, amanecía dócil como la hiedra
a asirme a una pared como el enamorado
se ase del otro con sus juramentos.

Y luego yo esparcía a mi alrededor, erguida
en solidez de roble,
la rumorosa soledad, la sombra
hospitalaria y daba al caminante
- a su cuchillo agudo de memoria -
el testimonio fiel de mi corteza.

Mi actitud era a veces el reposo
y otras el arrebato,
la gracia o el furor, siempre los dos contrarios
prontos a aniquilarse
y a emerger de las ruinas del vencido.

Cada hora suplantaba a alguno; cada hora
me iba de algún mesón desmantelado
en el que no encontré ni una mala bujía
y en el que no me fue posible dejar nada.

Usurpaba los nombres, me coronaba de ellos
para arrojar después, lejos de mi, el despojo.

Heme aquí, ya al final, y todavía
no sé qué cara le daré a la muerte.

Poema parábola de la inconstante de Rosario Castellanos con fondo de libro

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