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-- de César Vallejo --
El cancerbero cuatro veces
al día maneja su candado, abriéndonos
cerrándonos los esternones, en guiños
que entendemos perfectamente.
Con los fundillos lelos melancólicos,
amuchachado de trascendental desaliño,
parado, es adorable el pobre viejo.
Chancea con los presos, hasta el tope
los puños en las ingles. Y hasta mojarrilla
les roe algún mendrugo; pero siempre
cumpliendo su deber.
Por entre los barrotes pone el punto
fiscal, inadvertido, izándose en la falangita
del meñique,
a la pista de lo que hablo,
lo que como,
lo que sueño.
Quiere el corvino ya no hayan adentros,
y cómo nos duele esto que quiere el cancerbero.
Por un sistema de relojería, juega
el viejo inminente, pitagórico!
a lo ancho de las aortas. Y sólo
de tarde en noche, con noche
soslaya alguna su excepción de metal.
Pero, naturalmente,
siempre cumpliendo su deber.
Poema "Trilce: L" de César Vallejo
-- de César Vallejo --
l
el cancerbero cuatro veces
al día maneja su candado, abriéndonos
cerrándonos los esternones, en guiños
que entendemos perfectamente.
Con los fundillos lelos melancólicos,
amuchachado de trascendental desaliño,
parado, es adorable el pobre viejo.
Chancea con los presos, hasta el tope
los puños en las ingles. Y hasta mojarrilla
les roe algún mendrugo; pero siempre
cumpliendo su deber.
Por entre los barrotes pone el punto
fiscal, inadvertido, izándose en la falangita
del meñique,
a la pista de lo que hablo,
lo que como,
lo que sueño.
Quiere el corvino ya no hayan adentros,
y cómo nos duele esto que quiere el cancerbero.
Por un sistema de relojería, juega
el viejo inminente, pitagórico!
a lo ancho de las aortas. Y sólo
de tarde en noche, con noche
soslaya alguna su excepción de metal.
Pero, naturalmente,
siempre cumpliendo su deber.
Poema "el cancerbero cuatro veces" de César Vallejo
-- de Manuel de Zequeira --
Brame si quiere encapotado el cielo:
terror infunda el lóbrego nublado
montes desquicie el bóreas desatado,
tiemble y caduque con espanto el suelo:
con hórrido estallido el negro velo
júpiter rompa de la nube airado:
quede el etna en las ondas sepultado:
quede el mar convertido en mongibelo:
la máquina del orbe desunida,
cumpliendo el vaticinio, y las supremas
leyes, caiga en cenizas reducida:
por estas de pavor causas extremas,
ni por las furias que el tirano
como temas a dios, a nada temas.
Poema "el valor" de Manuel de Zequeira
-- de Manuel de Zequeira --
Brame si quiere encapotado el cielo:
Terror infunda el lóbrego nublado:
Montes desquicie el Bóreas desatado,
tiemble y caduque con espanto el suelo:
Con hórrido estallido el negro velo
Júpiter rompa de la nube airado:
quede el Etna en las ondas sepultado:
quede el mar convertido en Mongibelo:
La máquina del orbe desunida,
cumpliendo el vaticinio, y las supremas
leyes, caiga en cenizas reducida:
Por estas de pavor causas extremas,
ni por las furias que el tirano anida,
como temas a Dios, a nada temas.
Poema "El valor (Arango)" de Manuel de Zequeira
-- de Rafael María Baralt --
No niego la costumbre: menos niego
su fin estomacal, su origen santo,
ni el alto rito que con dulce encanto
nos convida de Pascua el grato juego.
Entre pavo y jamón; al vivo fuego
que enciende el vino, repitiendo el canto
del vate alegre, y de una hermosa en tanto
cumpliendo el gusto, adivinando el ruego.
Mas sin que pueda el que con fiebre yace,
dado al demonio, en maldecida cama
oler siquiera la exquisita cena.
Al Parnaso con ella. Cristo nace:
adoradle y comed. La mesa os llama:
sois cristiano de pro, y es Nochebuena.
Poema "Contestando a una invitación" de Rafael María Baralt
-- de Vital Aza --
RETRATO A PLUMA
Me mandas, caprichosa Dorotea,
que te haga en un soneto tu retrato,
y pues no soy ni descortés, ni ingrato,
acepto gustosísimo tu idea.
No soy de los que dicen que eres fea.
¡Quien lo diga es un necio, un mentecato!
Yo probaré, cumpliendo tu mandato,
que eres casi una Venus Citerea.
Voy a empezar... Con el deseo lucho
de hacer aquí un retrato tan completo
que no lo iguale el del pintor más ducho...
¡Manos, pues, a la obra! Yo prometo...
Pero otra vez será. ¡Lo siento mucho!
Me he distraído ¡y se acabó el soneto!
Poema "Retrato a pluma" de Vital Aza
-- de José Joaquín de Olmedo --
Señor, tu nombre santo
celebra la voz mía
en armonioso canto,
cuando brilla la luz del nuevo día.
Tú mandaste a tu sol que disipara
las sombras de la noche, y obediente
por la inflamada esfera
emprende su magnífica carrera.
Vida, belleza, acción, todos los seres
recobran ya; la tierra se engalana
de flores, y presenta
una nueva creación cada mañana.
Señor, tu nombre santo
celebra la voz mía
en armonioso canto,
cuando brilla la luz del nuevo día.
El sol llena los cielos,
y del trono gobierna
los astros que su marcha
siguen cumpliendo con su ley eterna.
Así también, oh Dios, pues el Sol eres
verdadero del mundo, ocupa, enciende
todos los corazones,
y dirige a tu ley nuestras acciones.
Si te es grata la voz de la inocencia,
escúchanos, Señor, bajo tus alas
pon a los que te adoran
y tu luz, tu piedad, tu gracia imploran.
Señor, tu nombre santo
celebra la voz mía
en armonioso canto,
cuando brilla la luz del nuevo día.
Poema "Oración de la infancia" de José Joaquín de Olmedo