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-- de Amado Nervo --
Ego sum qui sum.
Brahma no piensa: pensar limita.
Brahma no es bueno ni malo, pues
las cualidades en su infinita
substancia huelgan. Brahma es lo que es.
Brahma, en un éxtasis perenne, frío,
su propia esencia mirando está.
Si duerme, el cosmos torna al vacío;
¡mas, si despierta, renacerá!
Poema "brahma no piensa..." de Amado Nervo
-- de Amado Nervo --
Ego sum quo sum.
Brahma no piensa: pensar limita.
Brahma no es bueno ni malo, pues
las cualidades en su infinita
substancia huelgan. Brahma es lo que es.
Brahma, en un éxtasis perenne, frío,
su propia esencia mirando está.
Si duerme, el Cosmos torna al vacío:
mas si despierta renacerá!
Poema "Brahma no piensa" de Amado Nervo
-- de Manuel del Cabral --
Tal vea no diga nada, ni siquiera del patio.
Todo está en aquel sitio.
Su caída levanta todas mis cualidades,
porque sé que estas cosas
son las que bien me obligan a no desperdiciarme.
Tal vez no hable con nadie sobre este niño muerto.
Yo llegaré a mi casa como todos los días;
me sentaré a la mesa, tomaré mi jengibre,
quizás acaricie el pelo de seda de mi gato,
y tal vez dos palabras conmigo o con mi hermano
sobre la lluvia o sobre la cosecha.
Tal vez no hable con nadie...
¿Qué puede hacer la edad de la palabra
donde la eternidad parece un niño?
Poema "niño muerto en un patio" de Manuel del Cabral
-- de Manuel del Cabral --
Letra:
esqueleto de mi grito,
pongo mi corazón sobre tu muerte,
pongo mis más secretas cualidades de pétalo,
pongo...
La novia que he guardado entre el aire y mi cuerpo,
mi enfermedad de ángel con cuchillo,
mi caballero ausente cuando muerdo manzanas,
y el niño que hay en mí, el niño
que sale en cierto día, el día
en que la mano casi no trabaja,
el día en que sencillos
mis pies pisan los duendes que están en el rocío
haciendo el oro joven del domingo.
Todo lo pongo en ti,
y tu siempre lo mismo:
estatua de mis vientos,
ataúd de presencias invisibles,
letra inútil.
Todo,
todo lo pongo en ti, sobre tu muerte.
La letra no me entiende.
Sin embargo...
Poema "letra" de Manuel del Cabral
-- de César Vallejo --
Escarnecido, aclimatado al bien, mórbido, hurente,
doblo el cabo carnal y juego a copas,
donde acaban en moscas los destinos,
donde comí y bebí de lo que me hunde.
Monumental adarme,
féretro numeral, los de mi deuda,
los de mi deuda, cuando caigo altamente,
ruidosamente, amoratadamente.
Al fondo, es hora,
entonces, de gemir con toda el hacha
y es entonces el año del sollozo,
el día del tobillo,
la noche del costado, el siglo del resuello.
Cualidades estériles, monótonos satanes,
del flanco brincan,
del ijar de mi yegua suplente;
pero, donde comí, cuánto pensé!
pero cuánto bebí donde lloré!
así es la vida, tal
como es la vida, allá, detrás
del infinito; así, espontáneamente,
delante de la sien legislativa.
Yace la cuerda así al pie del violín,
cuando hablaron del aire, a voces, cuando
hablaron muy despacio del relámpago.
Se dobla así la mala causa, vamos
de tres en tres a la unidad; así
se juega a copas
y salen a mi encuentro los que aléjanse,
acaban los destinos en bacterias
y se debe todo a todos.
Poema "escarnecido, aclimatado al bien, mórbido, hurente" de César Vallejo
-- de Francisco Sosa Escalante --
Tal como queda solitario el huerto
De invernal estacion á los rigores,
Sin la dulce ilusión de tus amores
Está mi triste corazón desierto.
Como suspira el navegante el puerto
De negra tempestad en los horrores,
Buscaba ansioso del hogar las flores
Do tus excelsas cualidades cierto.
Ay! todo en vano fué! seguí tu huella
Ansiando, ingrata, proclamarte mía,
Y escuchar no quisiste mi querella.
Murió la luz de la esperanza mía,
De mi ventura se nubló la estrella
Y eterno adios mi corazón te envía.
Poema "Último adiós" de Francisco Sosa Escalante