·En el buscador de poemas puedes encontrar entre más de doce mil poemas todos aquellos que contienen las palabras de búsqueda. Los poemas forman parte de la antología poética de los 344 poetas más importantes en lengua Española de todos los tiempo. Puedes elegir entre dos tipos de búsqueda:
·Buscar entre todos los poemas los que contienen las palabras de la búsqueda.
·Buscar sólo los poemas cortos -aquellos que tienen 8 versos o menos- que coinciden con el criterio de búsqueda.
Si lo prefieres puedes ver sólo los poemas cortos, aquellos que tienen ocho versos o menos aquí
-- de Alfonsina Storni --
Tu vida es un gran río, va caudalosamente,
A su orilla, invisible, yo broto dulcemente.
Soy esa flor perdida entre juncos y achiras
Que piadoso alimentas, pero acaso ni miras.
Cuando creces me arrastras y me muero en tu seno,
Cuando secas me muero poco a poco en el cieno;
Pero de nuevo vuelvo a brotar dulcemente
Cuando en los días bellos vas caudalosamente.
Soy esa flor perdida que brota en tus riberas
Humilde y silenciosa todas las primaveras.
Poema "Soy esa flor" de Alfonsina Storni
-- de Amado Nervo --
¡qué importa que no sepas cómo te sigo amando
más allá del sepulcro, si lo sé yo con creces!
¡qué importa que no escuches cómo estoy sollozando
si escucho mi sollozo yo, que soy tú dos veces!
Poema "¡qué importa!" de Amado Nervo
-- de Lope de Vega --
Fugitivo cristal, el curso enfrena
en tanto que te cuento mis pesares;
pero ¿cómo te digo que te pares,
si lloro y creces por la blanda arena?
Ya de la sierra que de nieves llena
te da principio humilde Manzanares,
por dar luz al que tiene tantos mares,
mi sol hizo su ocaso en la Morena.
Ya del Betis la orilla verde adorna
en otro bosque de árboles desnudos,
que en aire dan por fruto plata en barras.
Yo, triste, en tanto que a tu margen torna,
de aquestos olmos, a mis quejas mudos,
nidos deshago y desenlazo parras.
Poema "Fugitivo cristal, el curso enfrena" de Lope de Vega
-- de Lope de Vega --
Llamas y huyes, quieres y aborreces,
y cuando estás más cerca te retiras,
no quieres que te miren, Silvia, y miras,
duermes y sientes, guárdaste y pareces,
vuelas y no te vas, niegas y ofreces,
disfrazas las verdades en mentiras,
ciegas y ves, desdeñas y suspiras,
y, siendo claro el sol, menguas y creces.
Contigo a solas estas cosas mide,
que de tu estrecha condición me espanto
en quererse vestir amor tan justo.
Silvia, o te agrado, o no; si no, despide;
si agrado, no consultes mi amor tanto,
que amor no es encomienda, sino gusto
Poema "Llamas y huyes; quieres y aborreces" de Lope de Vega
-- de Lope de Vega --
Sentado Endïmión al pie de Atlante,
enamorado de la Luna hermosa,
dijo con triste voz y alma celosa:
«En tus mudanzas, ¿quién será constante?»
«Ya creces en mi fe, ya estás menguante,
ya sales, ya te escondes desdeñosa,
ya te muestras serena, ya llorosa,
ya tu epiciclo ocupas arrogante;
ya los opuestos indios enamoras,
y me dejas muriendo todo el día,
o me vienes a ver con luz escasa».
Oyóle Clicie, y dijo: «¿Por qué lloras,
pues amas a la Luna que te enfría?
¡Ay de quien ama al sol que solo abrasa!»
Poema "Sentado Endïmión al pie de Atlante" de Lope de Vega
-- de Dionisio de Solís --
Puro y Luciente sol, ¡oh, qué consuelo
al alma mía en tu presencia ofreces,
cuando con rostro cándido esclareces
la oscura sombra del nocturno velo!
¡Oh, cómo animas el marchito suelo
con benéfica llama! Y ¡cómo creces
inmenso y luminoso, que pareces
llenar la tierra, el mar, el aire, el cielo!
¡Oh sol! Entra en la espléndida carrera
que te señala el dedo omnipotente,
al asomar por las etéreas cumbres;
y tu increado Autor piadoso quiera,
que desde oriente a ocaso eternamente
pueblos felices en tu curso alumbres!
Poema "Puro y Luciente sol" de Dionisio de Solís
-- de Octavio Paz --
El mar, el mar y tú, plural espejo,
el mar de torso perezoso y lento
nadando por el mar, del mar sediento:
el mar que muere y nace en un reflejo.
El mar y tú, su mar, el mar espejo:
roca que escala el mar con paso lento,
pilar de sal que abate el mar sediento,
sed y vaivén y apenas un reflejo.
De la suma de instantes en que creces,
del círculo de imágenes del año,
retengo un mes de espumas y de peces,
y bajo cielos líquidos de estaño
tu cuerpo que en la luz abre bahías
al oscuro oleaje de los días.
Poema "sonetos ii" de Octavio Paz
-- de José Ángel Buesa --
Buen árbol que perdiste bruscamente los dones
de la flor y del fruto, bajo la racha fría:
tu pesadumbre austera se parece a la mía,
y así, como tus hojas, volarán mis canciones.
Pero, tarde o temprano, vendrá la primavera,
y, al rejuvenecerse tu tronco envejecido,
tendrás la flor y el fruto, y el follaje, y el nido...
Y yo, en cambio, no tengo tu esperanza siquiera.
Cien veces me ofreciste tu sombra en el verano;
cien veces tu perfume fue a visitar mi casa,
buen árbol que floreces mientras la vida pasa,
acaso porque ignoras que nunca pasa en vano.
Mi niñez te recuerda casi como un amigo,
aunque ya se agrietaba tu ancianidad de abuelo.
Y hoy, al ver cómo creces todavía hacia el cielo,
ni aun me queda el consuelo de envejecer contigo.
Pues, aunque nos agobian idénticos otoños,
sobre tus hojas secas crecen hojas lozanas,
y así, algún día, el viento despeinará miscanas,
trayéndome el perfume de tus nuevos retoños...
Poema "el árbol viejo" de José Ángel Buesa
-- de Gabriel García Tassara --
Sagrado Homero de la antigua Europa
Que apuraste en tu ardor hasta las heces
De la suprema inspiración la copa;
Dante inmortal que con los siglos creces
Y al rudo son de tu salvaje canto
A las generaciones estremeces;
Tú, que en las alas de tu genio santo
El Cielo recorriste y el Infierno,
Mansiones de la luz y del espanto;
¿Por qué la voz del hombre es ese interno
Lamento de dolor, hondo, infinito,
Inenarrable, inacabable, eterno?
¿Por qué la voz del genio es ese grito
Que resuena del mundo en la memoria
Como el ¡ay! de Luzbel al ser maldito?
Poema "A Dante" de Gabriel García Tassara
-- de Garcilaso de la Vega --
Dentro de mi alma fue de mí engendrado
un dulce amor, y de mi sentimiento
tan aprobado fue su nacimiento
como de un solo hijo deseado;
mas luego de él nació quien ha estragado
del todo el amoroso pensamiento:
que en áspero rigor y en gran tormento
los primeros deleites ha tornado.
¡Oh crudo nieto, que das vida al padre,
y matas al abuelo! ¿por qué creces
tan disconforme a aquel de que has nacido?
¡Oh, celoso temor! ¿a quién pareces?
¡que la envidia, tu propia y fiera madre,
se espanta en ver el monstruo que ha parido!
Poema "SONETO XXXI" de Garcilaso de la Vega
-- de Garcilaso de la Vega --
Dentro en mi alma fue de mí engendrado
un dulce Amor, y de mi sentimiento
tan aprobado fue su nacimiento
como de un solo hijo deseado;
mas luego de él nació quien ha estragado
del todo el amoroso pensamiento:
que en áspero rigor y en gran tormento
los primeros deleites ha trocado.
¡Oh crudo nieto, que das vida al padre,
y matas al abuelo!, ¿por qué creces
tan disconforme a aquel de que has nacido?
¡Oh, celoso temor! ¿a quién pareces?,
¡que la envidia, tu propia y fiera madre,
se espanta en ver el mostro que ha parido!
Poema "Dentro en mi alma fue de mí engendrado" de Garcilaso de la Vega
-- de Gustavo Adolfo Bécquer --
Tu aliento es el aliento de las flores,
tu voz es de los cisnes la armonía;
es tu mirada el esplendor del día,
y el color de la rosa es tu color.
Tú prestas nueva vida y esperanza
a un corazón para el amor ya muerto:
tú creces de mi vida en el desierto
como crece en un páramo la flor.
Poema "rima xcii" de Gustavo Adolfo Bécquer
-- de Julio Flórez --
Poem
Mil veces me engañó; más de mil veces abrió en mi corazón sangrienta herida; de los celos la copa desabrida me hizo beber hasta agotar las heces.
Fue en mi vida, con todas sus dobleces, la causa de mi angustia -no extinguida- aunque, ¡pobre de mí! toda la vida su mentiroso amor... Pagué con creces.
Los tiempos han pasado; ya su boca no me da sus caricias, ni me abrasa el fuego de sus ósculos de loca;
¡y sin embargo mi pasión persiste... Pues, cuando a veces por mi senda pasa, me alejo mudo... Y cabizbajo... Y triste!
-- de Blanca Andreu --
Gesto de sable pájaro, ademán de orgullo
cuando con los días contados
finges, te creces, injurias con la voz que va derecha.
Fugaces cortesías de los mares se disputan tu honor
y cierto género de noticias o silencios muy elocuentes,
espías del recuerdo las estrellas evocadoras, oleajes
de postrimerías, bendiciones, cuando
bajo la advocación del holandés te desposas con elaparejo
y el viento oficiante murmura
sobre el podrido tálamo de lona
mientras que la madera entona el réquiem.
Poema "gesto de sable pájaro, ademán de orgullo" de Blanca Andreu