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Se han encontrado 11 poemas con la palabra consuma

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Lope de Vega

Ángel divino, que en humano y tierno

-- de Lope de Vega --

Ángel divino, que en humano y tierno
velo te goza el mundo, ¡oh!, no consuma
el mar del tiempo, ni su blanca espuma
cubra tu frente su nevado invierno

beldad que del artífice superno
imagen pura fuiste en cifra y suma,
sujeto de mi lengua y de mi pluma,
cuya hermosura me ha de hacer eterno;

centro del alma venturosa mía,
en quien el armonía y compostura
del mundo superior contemplo y veo.

Alba, Lucinda, cielo, sol, luz, día,
para siempre el altar de tu hermosura
ofrece su memoria mi deseo

Poema Ángel divino, que en humano y tierno de Lope de Vega con fondo de libro

Lope de Vega

Encaneció las ondas con espuma

-- de Lope de Vega --

Encaneció las ondas con espuma
Argos, primera nave, y sin temellas
osó tocar la gavia las estrellas,
y hasta el cerco del sol volar sin pluma.
Y aunque Anfitrite airada se consuma,
dividen el cristal sus ninfas bellas,
y hasta Colcos Jasón pasa por ellas,
por más que el viento resistir presuma.
Más era el agua que el dragón y el toro,
mas no le estorba que su campo arase
la fuerte proa entre una y otra sierra.
Rompióse al fin por dos manzanas de oro,
para que el mar cruel no se alabase,
que por lo mismo se perdió la tierra.

Poema Encaneció las ondas con espuma de Lope de Vega con fondo de libro

Jorge Guillén

fuera del mundo

-- de Jorge Guillén --

Fuera del mundo
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cuanto nosotros somos y tenemos
forma un curso que va a su desenlace:
la pérdida total.
No es un fracaso.
Es el término justo de una historia,
historia sabiamente organizada.
Si naces, morirás. ¿De qué te quejas?
sean los dioses, ellos, inmortales.
Natural que, por fin, decline y me consuma.
Haya muerte serena entre los míos.
Algún día ¿tal vez penosamente?
me moriré, tranquilo, sosegado.
No me despertaré por la mañana
ni por la tarde. ¿Nunca?
¿monstruo sin cuerpo yo?
se cumpla el orden.
No te entristezca el muerto solitario.
En esa soledad no está, no existe.
Nadie en los cementerios.
¡Qué solas se quedan las tumbas!

Poema fuera del mundo de Jorge Guillén con fondo de libro

Anastasio Pantaleón a unas fiestas

-- de Anastasio Pantaleón de Ribera --

Rompio, Clori, tres astas en el toro
Gauiria el moço tan de lleno en lleno,
que dexó desluçida en el terreno
qualquier lanzada del izquierdo moro.
Fue de las fiestas con igual decoro
explorado el taladro y el barreno,
la Beatitud de Bonifaçio onçeno,
cuyo tremendo pie postrado adoro.
Erraronse las cañas, y con ellas
su caracol a justiçiar fue visto
en la plaça sin misas y sin credos.
Estas cañitas, Clori, son aquellas
que en llegando a madrid el antichristo,
incará por las yemas de los dedos.
Despues de tantos miedos
de este impuro vestiglo,
tendra final consumaçion el siglo.
Paciencia, yemas mias,
que ello se an de cumplir las profeçias.»



Gabriel Celaya

la vida es tan sencilla...

-- de Gabriel Celaya --

La vida es tan sencilla...
La vida es tan sencilla que se explica por sí misma,
se basta a sí misma.
¡Mira! todo está hecho. Todo está ya dado.
Nos basta aceptar
o quizá somos humanos alabar
y cantar
a lo que nos maquina sin dejarse pensar.
Todo está aquí. ¿No lo ves?
no hay razón ni más allá.
¡Somos felices! vivimos los instantes explosivos
de alegría o de dolor, de rabia o de amor,
y si no
es que estamos distraídos, aburridos.
No hay nada que esperar. No hay nada que temer.
También la muerte
llegará cuando nos sea fielmente necesaria
y la recibiremos con verdadera ansia.
Desde que nacimos
nos estamos preparando para que nos consuma.



Gutierre de Cetina

sobre las ondas del helado ibero

-- de Gutierre de Cetina --

Sobre las ondas del helado ibero,
incauto niño, y sin saber, corría,
cuando el hielo, que fuerza no tenía,
quebrando, se mostró crudo y severo.
El río, que veloz iba ligero,
con el tributo el cuerpo al mar envía:
la cabeza que el hielo sostenía
por memoria quedó del caso fiero.
La madre que buscando al niño andaba
por la ribera, viendo el rostro luego
asió del y sacó lo que quedaba.
«¡Ay cruel hado dijo extraño y ciego!
pues de lo que parí no me tocaba
más parte que ésta, ésta consuma el fuego».



Federico García Lorca

Gacela de la huida

-- de Federico García Lorca --

Me he perdido muchas veces por el mar
con el oído lleno de flores recién cortadas.
Con la lengua llena de amor y de agonía
muchas veces me he perdido por el mar,
como me pierdo en el corazón de algunos niños.

No hay nadie que al dar un beso
no sienta la sonrisa de la gente sin rostro,
ni nadie que al tocar un recién nacido
olvide las inmóviles calaveras de caballo.

Porque las rosas buscan en la frente
un duro paisaje de hueso
y las manos del hombre no tienen más sentido
que imitar a las raíces bajo tierra.

Como me pierdo en el corazón de algunos niños,
me he perdido muchas veces por el mar.
Ignorante del agua, voy buscando
una muerte de luz que me consuma.



Francisco Sosa Escalante

Fragilidad (Sosa Escalante)

-- de Francisco Sosa Escalante --

No así te admire que la vida humana
Tal como el vidrio por lo frágil sea;
Que un soplo la formó dice la hebrea
Leyenda, fuente de la fé cristiana.

El vaso cristalino que engalana
El mármol de tu rica chimenea,
Tuvo origen igual, ¿y á quién la idea
De su breve durar nunca le afana?

Si á leve soplo nuestro ser debemos,
¿Qué extraño que otro soplo nos consuma
Y en polvo miserable nos tornemos?

¿Qué extraño que la vida, cual la bruma
Se disipe fugaz, y que duremos
Lo que la pompa de rizada espuma?



Francisco Sosa Escalante

La libertad

-- de Francisco Sosa Escalante --

En vano el tiempo sin piedad consuma
Su eterna destruccion y al hombre arroja
Al no sér, y arrástrale cual hoja
De arbusto débil, ó cual leve pluma.

Hay algo que no muere entre la bruma
Del negro olvido, y á que no acongoja
De la nada el temor, ni se despoja
Jamás del manto de su gloria suma:

La santa Libertad! la noble idea
De la conciencia luz, que resplandece
Entre el humo y fragor de la pelea;

La santa Libertad! árbol que crece
Y al elevar su copa gigantea
Al hombre abrigo bienhechor ofrece.



Francisco Sosa Escalante

Plegaria (Sosa Escalante)

-- de Francisco Sosa Escalante --

No te pido, Señor, que la riqueza
En mí el tesoro de su bien derrame,
Ni te pido tampoco que me aclame
El mundo, sin rival por mi grandeza.

No imploro que me brinde la belleza
Dulces caricias y en amor me inflame,
Ni que la voz de la mujer me llame
A un cielo sin pesares ni tristeza;

No halle en la vida ni placer ni calma,
Mi cuerpo ya cansado se consuma
En medio de amarguras y dolores;

Mas dame el solo bien que anhela, mi alma:
Que no le pidan á mi pobre pluma
Para otros álbum estudiadas flores.



Roberto Juarroz

todo salto vuelve a apoyarse

-- de Roberto Juarroz --

Todo salto vuelve a apoyarse.
Pero en algún lugar es posible
un salto como un incendio,
un salto que consuma el espacio
donde debería terminar.
He llegado a mis inseguridades definitivas.
Aquí comienza el territorio
donde es posible quemar todos los finales
y crear el propio abismo,
para desaparecer hacia adentro.



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