Buscar Poemas con Cedo


  ·En el buscador de poemas puedes encontrar entre más de doce mil poemas todos aquellos que contienen las palabras de búsqueda. Los poemas forman parte de la antología poética de los 344 poetas más importantes en lengua Española de todos los tiempo. Puedes elegir entre dos tipos de búsqueda:
  ·Buscar entre todos los poemas los que contienen las palabras de la búsqueda.
  ·Buscar sólo los poemas cortos -aquellos que tienen 8 versos o menos- que coinciden con el criterio de búsqueda.

Se han encontrado 7 poemas con la palabra cedo

Si lo prefieres puedes ver sólo los poemas cortos, aquellos que tienen ocho versos o menos aquí

Alfonso Reyes

ausencias

-- de Alfonso Reyes --

De los amigos que yo más quería
y en breve trecho me han abandonado,
se deslizan las sombras a mi lado,
escaso alivio a mi melancolía.
Se confunden sus voces con la mía
y me veo suspenso y desvelado
en el empeño de cruzar el vado
que me separa de su compañía.
Cedo a la invitación embriagadora,
y discurro que el tiempo se convierte
y acendra un infinito cada hora.
Y desbordo los límites, de suerte
que mi sentir la inmensidad explora
y me familiarizo con la muerte.

Poema ausencias de Alfonso Reyes con fondo de libro

Alfonso Reyes

¡a cuernavaca!

-- de Alfonso Reyes --

A cuernavaca voy, dulce retiro,
cuando, por veleidad o desaliento,
cedo al afán de interrumpir el cuento
y dar a mi relato algún respiro.
A cuernavaca voy, que sólo aspiro
a disfrutar sus auras un momento:
pausa de libertad y esparcimiento
a la breve distancia de un suspiro.
Ni campo ni ciudad, cima ni hondura;
beata soledad, quietud que aplaca
o mansa compañía sin hartura.
Tibieza vegetal donde se hamaca
el ser en filosófica mesura...
¡A cuernavaca voy, a cuernavaca!

ii
no sé si con mi ánimo lo inspiro
o si el reposo se me da de intento.
Sea realidad o fingimiento,
¿a qué me lo pregunto, a qué deliro?
básteme ya saber, dulce retiro
que solazas mis sienes con tu aliento:
pausa de libertad y esparcimiento
a la breve distancia de un suspiro.
El sosiego y la luz el alma apura
como vino cordial; trina la urraca
y el laurel. De los pájaros murmura;
vuela una nube; un astro se destaca,
y el tiempo mismo se suspende y dura...
¡A cuernavaca voy, a cuernavaca!

Poema ¡a cuernavaca! de Alfonso Reyes con fondo de libro

Leandro Fernández de Moratín

A Flerida, poetisa

-- de Leandro Fernández de Moratín --

Basta Cupido ya, que a la divina
Ninfa del Turia reverente adoro:
ni espero libertad, ni alivio imploro,
y cedo alegre al astro que me inclina.

¿Qué nuevas armas tu rigor destina
contra mi vida, si defensa ignoro?
Sí, ya la admiro entre el castalio coro
la cítara pulsar griega y latina.

Ya, coronada del laurel febeo,
en altos versos llenos de dulzura,
oigo su voz, su número elegante.

Para tanto poder débil trofeo
adquieres tú; si sólo su hermosura
bastó a rendir mi corazón amante.

Poema A Flerida, poetisa de Leandro Fernández de Moratín con fondo de libro

Gabriela Mistral

despertar

-- de Gabriela Mistral --

Dormimos, soñé la tierra
del sur, soñé el valle entero,
el pastal, la viña crespa,
y la gloria de los huertos.
¿Qué soñaste tú mi niño
con cara tan placentera?
vamos a buscar chañares
hasta que los encontremos,
y los guillaves prendidos
a unos quioscos del infierno.
El que más coge convida
a otros dos que no cogieron.
Yo no me espino las manos
de niebla que me nacieron.
Hambre no tengo, ni sed y
sin virtud doy o cedo.
¿A qué agradecerme así
fruto que tomo y entrego?



Fernando de Herrera

Fueron de un corto bien que huye luego

-- de Fernando de Herrera --

Fueron de un corto bien que huye luego,
antes que vuelva la ocasión la frente,
muestras las que el Amor halló presente,
con mi alma ardió en su eterno fuego.

Pero glorias de un niño solo y ciego,
que cedo las deshace un accidente,
¿cómo pueden valer a un pecho ausente,
que en su dolor no alcanza algún sosiego?

Fundé mis esperanzas en arena,
que el viento esparce, airado, sin concierto,
y rendido al temor, perdí el recelo.

Cayeron, y el cruel, por mayor pena,
en altas nubes desmayó desierto,
ni alzar osando ni inclinar el vuelo.



Baltasar del Alcázar

Di, rapaz mentiroso

-- de Baltasar del Alcázar --

Di, rapaz mentiroso, ¿es esto cuanto
me prometiste presto y a pie quedo?
¿Andar mirlado entre esperanza y miedo,
cercado de respetos, hecho un tanto?

Sustos, celos, favores, risa y llanto
dalos, Amor, a quien se lame el dedo;
los que me diste a mí te vuelvo y cedo,
no quiero tomar más cosa de espanto.

Bien siento las heridas y que salgo
de tu poder para ponerme en cura,
porque tengo aún abiertas las primeras.

Y juro por la fe de hijodalgo
de si mi buen propósito me dura
de no partir de hoy más contigo peras.



Clemente Althaus

A una estrella (Althaus)

-- de Clemente Althaus --

¡Cuán hondas melancólicas ideas
despiertas en el alma dolorida,
lejana estrella que, entre mil perdida,
cual ojo soñoliento pestañeas!

¿Por qué tu luz, entre tan claras teas,
mis tristes ojos sin cesar convida?
¿Por qué lloro al mirarte? de mi vida
¡quizá la estrella misteriosa seas!

Sí: tú sola, cual cirio de agonía,
alumbrabas la noche tenebrosa
en que este triste a padecer nacía:

¡Ay! que ya cedo al hado que me acosa:
y pronto tú, como mirada pía,
alumbrarás mi solitaria losa.



© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba