Buscar Poemas con Artífice


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Se han encontrado 15 poemas con la palabra artífice

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Fernando de Herrera

Probó atento el artífice dichoso

-- de Fernando de Herrera --

Probó atento el artífice dichoso
a la imagen impresa y forma pura
hacer no inferior la hermosura,
por quien Betis va al piélago pomposo.

La gracia dio, dio el resplandor hermoso
que en la nieve la púrpura figura,
lumbre que a la tiniebla vence oscura,
mas que todos osado y temeroso;

pero la majestad de la belleza
tierna, y serena gloria de la frente,
y ojos dulces do el blando amor se cría,

no pudo, y justo fue que su rudeza
vuestra beldad no alcance floreciente,
sola entre tantas, ¡oh ínclita María!

Poema Probó atento el artífice dichoso de Fernando de Herrera con fondo de libro

Amado Nervo

Mi verso

-- de Amado Nervo --

Querría que mi verso, de guijarro,
en gema se trocase y en joyero;
que fuera entre mis manos como el barro
en la mano genial del alfarero.

Que lo mismo que el barro, que a los fines
del artífice pliega sus arcillas,
fuese cáliz de amor en los festines
y lámpara de aceite en las capillas;

que, dócil a mi afán, tomase todas
las formas que mi numen ha soñado,
siendo alianza en el rito de las bodas,
pastoral en el índex del prelado;

lima noble que un grillo desmorona
o eslabón que remata una cadena,
crucifijo papal que nos perdona
o gran timbre de rey que nos condena;

que fingiese a mi antojo, con sus claras
facetas en que tiemblan los destellos,
florones para todas las tiaras
y broches para todos los cabellos;

emblemas para todos los amores,
espejos para todos los encantos
y coronas de astrales resplandores
para todos los genios y los santos.

Yo trabajo, mi fe no se mitiga,
y, troquelando estrofas con mi sello,
un verso acuñaré del que se diga:
Tu verso es como el oro sin la liga:
radiante, dúctil, poliforme y bello.

Poema Mi verso de Amado Nervo con fondo de libro

Lope de Vega

Ángel divino, que en humano y tierno

-- de Lope de Vega --

Ángel divino, que en humano y tierno
velo te goza el mundo, ¡oh!, no consuma
el mar del tiempo, ni su blanca espuma
cubra tu frente su nevado invierno

beldad que del artífice superno
imagen pura fuiste en cifra y suma,
sujeto de mi lengua y de mi pluma,
cuya hermosura me ha de hacer eterno;

centro del alma venturosa mía,
en quien el armonía y compostura
del mundo superior contemplo y veo.

Alba, Lucinda, cielo, sol, luz, día,
para siempre el altar de tu hermosura
ofrece su memoria mi deseo

Poema Ángel divino, que en humano y tierno de Lope de Vega con fondo de libro

Lope de Vega

Artífice rarísimo, que a Apeles

-- de Lope de Vega --

Artífice rarísimo que a Apeles,
a Zeuxis, a Parrasio, a Metrodoro,
vencéis en precio, como al plomo el oro,
en modelos, en tablas y papeles:

Suspended los colores y pinceles,
pues os suspende el alma el bien que adoro
y no perdáis el tiempo en su decoro,
pues imitáis jazmines y claveles.

Que si os viera del Tormes al Hidaspe
medir llorando el áspero camino,
no me ablandara más que bronce o jaspe;

que si vos sois de ser de Apeles dino,
yo para dar mi celestial Campaspe,
de ser Magno Alejandro soy indino:
Que fuera desatino
daros yo su belleza,
y en él fue poco amor, si fue grandeza



Lope de Vega

La antigua edad juzgó por imposibles

-- de Lope de Vega --

La antigua edad juzgó por imposibles
tres cosas celebradas en el mundo,
o hallar jamás artífice segundo
a quien segunda vez fuesen posibles:

la clava, con que Alcides tan horribles
mostros venció en la tierra y el profundo,
de Júpiter el rayo furibundo
y los versos de Homero inaccesibles.

Otras tres hay en nuestra edad presente:
las hazañas de Carlos soberano;
del nuevo Salomón, el nuevo templo;

y vuestros versos, Conde, en cuya fuente
resplandece el laurel ingrato en vano:
que no teniendo igual, sirven de ejemplo.



Manuel de Zequeira

El destino

-- de Manuel de Zequeira --

Del grueso tronco del mejor madero,
suele arbitrariamente el artesano,
hacer que salga de su docta mano
el asiento que ocupa un zapatero:

Toma otras veces este mismo obrero
una porción del leño más villano,
y forma con instinto soberano
el busto de una diosa o un guerrero.

El destino también inicuamente
al artífice imita en sus deslices,
haciendo venturoso al delincuente;

y aquellos que debieran ser felices
por sus nobles virtudes, inclemente
los deja miserables e infelices.



Gerardo Diego

penúltima estación

-- de Gerardo Diego --

Penúltima estación
he aquí helados, cristalinos,
sobre el virginal regazo,
muertos ya para el abrazo,
aquellos miembros divinos.
Huyeron los asesinos.
Qué soledad sin colores.
Oh, madre mía, no llores.
Cómo lloraba maría.
La llaman desde aquel día
la virgen de los dolores.
¿Quién fue el escultor que pudo
dar morbidez al marfil?
¿quién apuró su buril
en el prodigio desnudo?
yo, madre mía, fui el rudo
artífice, fui el profano
que modelé con mi mano
ese triunfo de la muerte
sobre el cual tu piedad vierte
cálidas perlas en vano.



Gutierre de Cetina

pincel divino, venturosa mano,

-- de Gutierre de Cetina --

Perfecta habilidad única y rara;
concepto altivo do la envidia avara
si te piensa enmendar, presume en vano.
Delicado matiz que el ser humano
nos muestra cual el cielo lo mostrara;
beldad cuya beldad se ve tan clara
que al ojo engaña el arte soberano.
Artífice ingenioso, ¿qué sentiste
cuando tan cuerdamente contemplabas
el subjeto que muestran tus colores?
dime, si como yo la vi, la viste,
el pincel y la tabla en que pintabas,
y tú, ¿cómo no ardéis, cual yo, de amores?



Fernando de Herrera

Si intentas imitar mi luz hermosa

-- de Fernando de Herrera --

Si intentas imitar mi luz hermosa,
templar, oh grande artífice, procura
en el candor de nieve llama pura
y confundir los lirios con las rosas;

y seré el color de ellos la amorosa
terneza que florece con dulzura
suavemente en su gentil figura,
si la arte es para tanto poderosa.

Mezcla cinamo negro y sirio nardo,
casia, incienso, en que cubre el rico nido
vivo el arabio fénix en su muerte;

que si no te atraviesa el duro dardo
de su vista, dichoso y atrevido,
dar podrás muestra alguna de esta suerte.



Francisco de Quevedo

parnaso español 2

-- de Francisco de Quevedo --

Más de bronce será que tu figura
quien la mira en el bronce, si no llora,
cuando ya el sentimiento, que te adora,
hará blando al metal la forma dura.
Quiere de tu caballo la herradura
pisar líquidas sendas, que la aurora
a su paso perfuma, donde flora
ostenta varia y fértil hermosura.
Dura vida con mano lisonjera
te dio en florencia artífice ingenioso,
y reinas en las almas y en la esfera.
El bronce, que te imita, es virtuoso.
¡Oh cuánta de los hados gloria fuera,
si en años le imitaras numeroso!



Francisco de Quevedo

las tres musas últimas castellanas 77

-- de Francisco de Quevedo --

Sea que, descansando, la corriente
torcida y libre de espumoso río,
labró artífice duro, yerto y frío,
este puro milagro transparente;
sea que, aprisionada, libre fuente
encarceló con yelo su albedrío,
o en incendios del sol, l'alba el rocío
cuajó a región benigna del oriente;
o ya monstruo diáfano naciese,
hijo de peñas duras, parto hermoso,
a llama universal rebelde yelo,
fue bien que cielo a dios contrahiciese,
porque podáis decir, duque glorioso,
que, aunque imitado y breve, le dais cielo.



Francisco de Quevedo

las tres musas últimas castellanas 76

-- de Francisco de Quevedo --

Es la soberbia artífice engañoso;
da su fábrica pompa, y no provecho:
ve, nabuco, la estatua que te ha hecho;
advierte el edificio cauteloso.
Hizo la frente del metal precioso;
armó de plata y bronce cuello y pecho;
y por trocar con el cimiento el techo,
los pies labró de barro temeroso.
No alcanzó el oro a ver desde la altura
la guija, que rompió con ligereza
el polvo en quien fundó rica locura.
El que pusiere el barro en la cabeza
y a los pies del metal la lumbre pura,
tendrá, si no hermosura, fortaleza.



Francisco de Quevedo

parnaso español 1

-- de Francisco de Quevedo --

¡oh cuánta majestad! ¡oh cuánto numen,
en el tercer filipo, invicto y santo,
presume el bronce que le imita! ¡oh cuánto
estos semblantes en su luz presumen!
los siglos reverencian, no consumen,
bulto que igual adoración y espanto
mereció amigo y enemigo, en tanto
que de su vida dilató el volumen.
Osó imitar artífice toscano
al que a dios imitó de tal manera,
que es, por rey y por santo, soberano.
El bronce, por su imagen verdadera,
se introduce en reliquia, y éste, llano,
en majestad augusta reverbera.



Francisco Villaespesa

los jardines de afrodita VIII

-- de Francisco Villaespesa --

Para escanciar el vino de mi viña temprana,
fidias, divino artífice, en marfil y oro puro
modeló fina copa, sobre el más blanco y duro
seno que sorprendiera jamás pupila humana.
Son dos ninfas en arco las asas de esa copa,
y en ella están grabados, entre vides y flores
y sátiros que acechan, los lúbricos amores
de leda con el cisne, y el toro con europa.
Amada, ¡bebe y bésame! al destino no temas,
que al borde de la copa rebosante de gemas,
cinceló anacreonte estos versos divinos
cuyo ritmo el secreto de la existencia encierra:
bebe, ama y alégrate mientras sobre la tierra
haya labios de rosas y perfumados vinos.



Rubén Darío

Friso

-- de Rubén Darío --

ABE una fresca viña de corinto
Que verde techo presta al simulacro
Del Dios viril, que artífice de Atenas
En intacto pentélico labrara,
Un día alegre, al deslumhrar el mundo
La harmonía del carro de la Aurora,
Y en tanto que arrullaban sus ternezas



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