Buscar Poemas con Amengua


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Se han encontrado 6 poemas con la palabra amengua

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Gutierre de Cetina

ay, qué contraste fiero

-- de Gutierre de Cetina --

Señora, hay entre el alma y los sentidos,
por decir que os doláis de los gemidos!
ninguno dellos osa:
cada cual se acobarda y se le excusa
al alma deseosa,
que de su turbación la lengua acusa.
Ella dice confusa
que os dirá el dolor mío,
si la deja el temor de algún desvío;
pero de un miedo frío
la cansa el corazón, y de turbada,
cuando algo os va a decir, no dice nada.
Al corazón no agrada
la excusa, y dice que es della la mengua,
que el quejarse es efecto de la lengua.
El uno al otro amengua;
el vano pensamiento
no sabe dar consejo al desatiento.
La razón sierva siento,
que sabía un tiempo entre ellos ser señora,
y el esfuerzo enflaquece de hora en hora.
La mano no usa agora
del medio que solía;
que el temor la acobarda y la desvía.
La sangre corre fría
a la parte más flaca, y de turbado,
el triste cuerpo tiembla y suda helado.
¡Ay, rabioso cuidado!
pues si el alma contrasta a los sentidos,
¿quién dirá que os doláis de mis gemidos?

Poema ay, qué contraste fiero de Gutierre de Cetina con fondo de libro

Anónimo

Romance de la buena hija

-- de Anónimo --

Paseábase el buen conde
todo lleno de pesar,
cuentas negras en sus manos
do suele siempre rezar,
palabras tristes diciendo,
palabras para llorar:
-Véoos, hija, crecida,
y en edad para casar;
el mayor dolor que siento
es no tener que os dar.
-Calledes, padre, calledes,
no debéis tener pesar,
que quien buena hija tiene
rico se debe llamar,
y el que mala la tenía
viva la puede enterrar,
pues amengua su linaje
que no debiera amenguar,
y yo, si no me casare,
en religión puedo entrar.

Poema Romance de la buena hija de Anónimo con fondo de libro

Miguel Unamuno

La sangre de mi espíritu

-- de Miguel Unamuno --

La sangre de mi espíritu es mi lengua,
y mi patria es allí donde resuene
soberano su verbo, que no amengua
su voz por mucho que ambos mundos llene.

Ya Séneca la preludió aún no nacida
y en su austero latín ella se encierra;
Alfonso a Europa dio con ella vida.
Colón con ella redobló la Tierra.

Y esta mi lengua flota como el arca
de cien pueblos contrarios y distantes,
que las flores en ella hallaron brote,

de Juárez y Rizal, pues ella abarca
legión de razas, lengua en que a Cervantes
Dios le dio el Evangelio del Quijote.

Poema La sangre de mi espíritu de Miguel Unamuno con fondo de libro

Miguel Unamuno

La sangre del espíritu

-- de Miguel Unamuno --

La sangre de mi espíritu es mi lengua
y mi patria es allí donde resuene
soberano su verbo, que no amengua
su voz por mucho que ambos mundos llene.

Ya Séneca la preludió aun no nacida,
y en su austero latín ella se encierra,
Alfonso á Europa dió con ella vida
Colón con ella redobló la tierra.



Juan Nicasio Gallego

Al autor del Anti-Quijote

-- de Juan Nicasio Gallego --

La voz sonora de un rocín gallego
que al Setabiense aclama noche y día
llegando al reino de la muerte fría
del buen Quijote perturbó el sosiego.

¡Hi de pu...!, Dijo el paladín manchego,
¿ese follón amengua mi valía?
¡Sús! ¡Alto! ¡A castigar su demasía!
Ensilla, Sancho, a Rocinante luego.

Señor, ¿a Rocinante? Si se enfada
mi rucio solo acallará sus voces,
dejándole tendido en la estacada.

Harto se echa de ver que no conoces,
Sancho amigo, su fuerza denodada:
capaz es de matarte el rucio a coces.



Francisco Sosa Escalante

Coanacoch

-- de Francisco Sosa Escalante --

¡Oh rey alcohuacano sin ventura,
Del infame Ixtlixochitl prisionero!
¿Por qué en las horas del combate fiero
Así te respetó la muerte dura?

Tu noble cuerpo, de infernal tortura
Libre quedara entónce hasta el postrero
Instante del vivir, y altivo, entero,
Defendieras la patria con bravura.

Heróicos hechos de eternal memoria
Hubieran señalado tu camino,
El libro enriqueciendo de tu historia!

No así lo quiso tu fatal destino;
Mas nada amengua tu brillante gloria
Y eterno luce tu blasón divino.



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