Buscar Poemas con Afilado


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Esta cordera, que tornó en abrojos

-- de Luis Carrillo y Sotomayor --

Esta cordera, que tornó en abrojos
su corta juventud los gustos míos,
medio anegada de los hondos ríos,
¡oh honor!, de tantas lágrimas y enojos,

ofrezco a tu deidad; estos despojos
—-como ya de piedad, de miedo fríos,
de tu poder ejemplo y de mis bríos—-
de hoy más ocupen peregrinos ojos.

Quede en tus aras la segur colgando,
cuyo afilado acero, ¡oh honor!, entiendo
la humilde sangre le ha dejado blando.

Mas no cures de mí, que, si venciendo
mi fe cumplí contigo, ¡oh honor!, dejando,
voy a cumplir con el amor muriendo.

Poema Esta cordera, que tornó en abrojos de Luis Carrillo y Sotomayor con fondo de libro

Pablo Neruda

soneto lxxiii cien sonetos de amor (1959) tarde

-- de Pablo Neruda --

Soneto lxxiii
recordarás tal vez aquel hombre afilado
que de la oscuridad salió como un cuchillo
y antes de que supiéramos, sabía:
vio el humo y decidió que venía del fuego.
La pálida mujer de cabellera negra
surgió como un pescado del abismo
y entre los dos alzaron en contra del amor
una máquina armada de dientes numerosos.
Hombre y mujer talaron montañas y jardines,
bajaron a los ríos, treparon por los muros,
subieron por los montes su atroz artillería.
El amor supo entonces que se llamaba amor.
Y cuando levanté mis ojos a tu nombre
tu corazón de pronto dispuso mi camino.

Poema soneto lxxiii   cien sonetos de amor (1959) tarde de Pablo Neruda con fondo de libro

Pedro Salinas

la difícil

-- de Pedro Salinas --

En los extremos estás
de ti, por ellos te busco.
Amarte: ¡qué ir y venir
a ti misma de ti misma!
para dar contigo, cerca,
¡qué lejos habrá que ir!
amor: distancias, vaivén
sin parar.
En medio del camino, nada.
No, tu voz no, tu silencio.
Redondo, terso, sin quiebra,
como aire, las preguntas
apenas le rizan,
como piedras, las preguntas
en el fondo se las guarda.
Superficie del silencio
y yo mirándome en ella.
Nada, tu silencio, sí.
O todo tu grito, sí.
Afilado en el callar,
acero, rayo, saeta,
rasgador, desgarrador,
¡qué exactitud repentina
rompiendo al mundo la entraña,
y el fondo del mundo arriba,
donde él llega, fugacísimo!
todo, sí, tu grito, sí.
Pero tu voz no la quiero.

Poema la difícil de Pedro Salinas con fondo de libro

Rosalía de Castro

La palabra y la idea... Hay un abismo

-- de Rosalía de Castro --

La palabra y la idea... Hay un abismo
Entre ambas cosas, orador sublime:
Si es que supiste amar, di: cuando amaste,
¿No es verdad, no es verdad que enmudeciste?
¿Cuando has aborrecido, no has guardado
Silencioso la hiél de tus rencores
En lo más hondo y escondido y negro
Que hallar puede en sí un hombre?
Un beso, una mirada,
Suavísimo lenguaje de los cielos;
Un puñal afilado, un golpe aleve,
Expresivo lenguaje del infierno.
Mas la palabra, en vano,
Cuando el odio o el amor llenan la vida,
Al convulsivo labio balbuciente
Se agolpa y precipita.
¡Qué ha de decir!; desventurada y muda,
De tan hondos, tan íntimos secretos,
La lengua humana, torpe, no traduce
El velado misterio.



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