¿Lleva tilde consuena?

Hay una infinidad de palabras que se acentúan en Español, en concreto en nuestra base de datos tenemos 255.832 palabras que deben llevar tilde. Las reglas generales de acentuación son las siguientes:
  • Palabras agudas: son aquellas cuya última sílaba es tónica, deben llevar tilde aquellas que acaben en vocal, ene o ese.
  • Palabras llanas: son aquellas cuya sílaba tónica es la penúltima y llevan acento las que no terminan en vocal, ene o ese
  • Palabras esdrújulas: son aquellas cuya sílaba tónica es la antepenúltima, se acentúan siempre
Con las reglas anteriores puede parecer fácil saber cuando lleva tilde una palabra, no obstante en ocasiones saber separar una palabra en sílabas no es sencillo y pueden aparecer otros factores como los hiatos, las palabras compuestas o los acentos diacríticos que fácilmente inducen a equivocación. Por ello te ayudamos no sólo mostrandote cual es la forma correcta de escribir la palabra pero además te decimos por qué es así.

Consuena no lleva tilde

Han de llevar tilde las palabras llanas que no terminen en vocal, "n" o "s".

Llamamos palabras llanas a las palabras donde el golpe de voz o sílaba tónica recae en su penúltima sílaba.

La separación silábica de CONSUENA queda así: con-sue-na, es llana y termina en "a" por lo tanto no se acentúa.

Ejemplos con la palabra Consuena

En segundo lugar, deseando Solón dejar todas las magistraturas en manos de los hombres acomodados, como entonces lo estaban, y mezclar en lo demás el gobierno, del que en nada participaba el pueblo, se valió del medio del censo de los ciudadanos, y formó la primera clase de los que en áridos y líquidos cogiesen quinientas medidas, y de esta calidad les dio el nombre de quinientarios, la segunda, de los que podían mantener caballo, o cogían trescientas medidas, y a estos los llamó ecuestres, y dio la denominación de yunteros a los de la tercera clase, que eran los que en áridos y líquidos cogían doscientas medidas, todos los demás llamábanse proletarios o jornaleros, los cuales no eran admitidos a ninguna magistratura, y sólo en concurrir a las juntas y ser tomados para jueces participaban del gobierno. Esto, al principio, no era nada, pero luego vino a ser de gran consecuencia, porque las más de las controversias iban a parar a los jueces, por cuanto aun en aquellas cosas cuya determinación se había atribuido a los magistrados concedió apelación a los que quisiesen para ante los tribunales. Dícese además que no habiendo escrito las leyes con bastante precisión, y teniendo éstas diferentes sentidos, con esto se acrecentó el poder de los tribunales, porque, no pudiendo dirimirse las diferencias por las leyes, sucedía que era necesario el ministerio de los jueces, y había que acudir a ellos en todas las dudas, con lo que en algún modo tenían las leyes bajo su potestad. Dase razón a sí mismo de esta igualación en este modo: Al pueblo di el poder que bien le estaba, sin que en honor ganara ni perdiera, los que excedían en influjo y bienes, ser injustos por eso no podían: a todos los armé de fuerte escudo, mas de vencer en injusticia a nadie se dispensó la autoridad violenta. Advirtiendo que todavía convenía dar más auxilio a la flaqueza de la plebe, concedió indistintamente a todos el poder presentar querella en nombre del que hubiese sido agraviado: porque, herido que fuese cualquiera, o perjudicado, o ultrajado, tenía derecho el que podía o quería de citar o perseguir en juicio al ofensor, acostumbrando así el legislador a los ciudadanos a sentirse y dolerse unos por otros como miembros de un mismo cuerpo, y se cita también una sentencia suya que consuena con la ley, porque preguntado, a lo que parece: “¿Cuál es la ciudad mejor regida?- Aquella, respondió, en que persiguen a los insolentes, no menos que los ofendidos, los que no han recibido ofensa.”
Ver ejemplos de oraciones con la palabra consuena

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